Sevilla

Largas colas en el Alcázar, el fracaso de la venta de entradas por internet

  • La fila de visitantes que pretendía acceder este lunes al monumento llegaba hasta el barrio de Santa Cruz

  • Las empresas de free tours compran masivamente las entradas por internet, que se agotan rápidamente

La cola de visitantes del Alcázar, en el barrio de Santa Cruz este lunes.

La cola de visitantes del Alcázar, en el barrio de Santa Cruz este lunes. / Antonio Pizarro

En agosto de 2017, justo después de los atentados de Barcelona y Cambrils, el Ayuntamiento de Sevilla tomó una serie de medidas para minimizar los riesgos en caso de que se produjera un atentado en la zona monumental de la ciudad. Una de ellas era la modificación de la cola de visitantes en el Real Alcázar, que se delimitaría con macetones y se pegaría a la muralla para que un supuesto terrorista no pudiera acceder hasta el lugar en el que estaba el público a bordo de un vehículo. Además, el Consistorio anunciaba que potenciaría la venta telemática de entradas al monumento para que las personas que hacían cola en la plaza del Triunfo fueran las menos posibles.

Ayer, dos años y medio después de aquella declaración de intenciones, la cola de turistas que esperaban para comprar una entrada para el Alcázar rodeaba el monumento y llegaba hasta la plaza de la Alianza. En algunos momentos lo hizo hasta la de Doña Elvira. Nunca antes en los últimos años se habían visto filas tan largas de personas esperando para entrar en el palacio. Si uno intentaba comprar un ticket por internet, se encontraba con que no quedaban billetes disponibles hasta el próximo viernes.

Sin embargo, a las diez de la mañana de ayer, el interior del recinto estaba prácticamente vacío de turistas y sólo había tres grupos de japoneses y algunos visitantes particulares. Al mediodía hubo algo más de público, pero ni de lejos se alcanzó el tope de visitantes. Es decir, muchas de las entradas que habían sido adquiridas a través de internet se quedaron sin utilizar.

La fila de turistas, en la calle Joaquín Romero Murube. La fila de turistas, en la calle Joaquín Romero Murube.

La fila de turistas, en la calle Joaquín Romero Murube. / Antonio Pizarro

¿Qué está ocurriendo en el Alcázar para que se dé este extraño fenómeno? No hay entradas disponibles pero el palacio está casi vacío mientras una multitud espera en la puerta para comprar una de los pocos billetes que se ponen a la venta en la taquilla. Lo que sucede, básicamente, es que las empresas que se dedican a realizar los tours gratuitos por el centro de la ciudad compran masivamente las entradas por internet, que se agotan en poco tiempo.

Los free tours funcionan de la siguiente manera: los turistas hacen una primera visita guiada por el centro de la ciudad, en la que no se accede a los monumentos y simplemente se dan unas explicaciones en la puerta de los mismos. Este tour suele ser gratuito o se paga la voluntad. En mitad de esos itinerarios, el guía ofrece una serie de visitas a los distintos monumentos en los que ya sí se exige el pago de una determinada cantidad. En ese precio va incluida la entrada.

El Alcázar, vacío a las diez de la mañana de este lunes. El Alcázar, vacío a las diez de la mañana de este lunes.

El Alcázar, vacío a las diez de la mañana de este lunes. / M. G.

Lo que se está dando es una especie de monopolio de las entradas que se ponen a la venta por internet por parte de estas compañías, que luego las utilizan o se les quedan colgadas en el caso de que no reúnan todos los compradores necesarios. Esto explica que a veces el Alcázar esté vacío pese a que las entradas por internet estén agotadas.

En algunas ocasiones, los billetes que no han podido vender a sus clientes son ofrecidos directamente a las personas que aguardan en la cola. Es decir, una reventa pura y dura, como la que existe en el fútbol o en los toros. En la primavera de 2018, la Policía Local de Sevilla investigó a dos personas de una empresa de free tours en una trama de reventa de entradas para el Alcázar. Poco parece haber cambiado desde entonces. Lo único que sigue creciendo cada día es la cola de visitantes.

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