El conductor del autobús siniestrado llevaba menos de cuatro horas al volante

El conductor del autobús que se salió de la autovía A-4 en Carmona y en el que murió una persona llevaba al volante menos de cuatro horas, según aseguró ayer el director general de Tráfico, Pere Navarro, quien añadió que el chófer "estaba bien".

Además de la joven fallecida, M. G. G., de 24 años y residente en Logroño, el suceso se saldó con 26 personas heridas, de las que sólo una continuaba ayer ingresada en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla. Esta persona, según el último parte médico facilitado evoluciona favorablemente en el área de Observación de un traumatismo craneoencefálico leve y un hematoma suborbital.

El resto de los heridos recibieron el alta el mismo día del accidente, en la madrugada del pasado domingo, tras recibir asistencia.

Mientras el último herido se recupera en el hospital, la Guardia Civil ya ha remitido el atestado sobre el siniestro al juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Carmona, que se ha hecho cargo de la investigación para esclarecer las causas de la salida de vía y vuelco del autobús.

Fuentes de la Guardia Civil confirmaron ayer la remisión del informe, aunque no trascendió el contenido del mismo. Según las primeras hipótesis que baraja la Guardia Civil, el suceso pudo deberse a un exceso de velocidad o a una distracción del conductor, un hombre de 60 años que según la empresa propietaria del autobús, Socibus, posee "mucha experiencia" en la conducción de este tipo de vehículos.

El director general de Tráfico, Pere Navarro explicó ayer que el autocar siniestrado era "absolutamente nuevo" y contaba con cinturones de seguridad para los pasajeros, así como otros elementos de seguridad que se instalan en los autobuses de nueva fabricación. Pere Navarro señaló que los siniestros de autocar son "absolutamente excepcionales" y añadió que si este suceso se hubiese producido hace unos años "probablemente" habría acabado con un mayor número de víctimas.