Contenido ofrecido por Universidad Pablo de Olavide

Las cosas siempre por su nombre

  • El pedagogo Antonio Chamorro explicó la importancia de cosas tan básicas como saber el nombre del adolescente o preguntarles cómo están

Grupo de jóvenes que acudieron a la charla de Antonio Chamorro

Grupo de jóvenes que acudieron a la charla de Antonio Chamorro

La Universidad Pablo de Olavide sigue adelante con sus cursos de verano. Ayer, el dedicado al tema sobre la Violencia en la adolescencia: filioparental, de género y acoso escolar, contó con la presencia de Antonio Chamorro, educador social, pedagogo y socio fundador del Método Mentoris que, dentro de la Asociación Ariadna, se dedica a abordar la problemática de las familias víctimas de la violencia filoparental y el absentismo escolar en los jóvenes.

Este movimiento social y humanitario, dio sus primeros pasos en la zona del Polígono Sur y desde entonces, el único objetivo que ha tenido la Asociación ha sido el deformar “no solo academicamente, sino también a la persona. Queremos hacerles ver que los últimos, serán los primeros”, afirmó en su ponencia Chamorro.

Explicó que su línea de trabajo es clara y concisa: quieren ahondar en la problemática desde la base y partiendo de tres pilares fundamentales como son la calle, la familia y la escuela, “Tenemos que abolir la frontera del miedo, esa barrera que separa a las familias del equipo docente. No debemos verlo como un conflicto, es una oportunidad para educar a los chavales” continuó explicando el experto pedagogo.

Dio mucha importancia al ámbito personal y animó a los alumnos ponerse en la piel de los demás, “es fundamental el ámbito personal. Es de vital importancia saber algo tan básico como sus nombres y que ellos puedan saber sobre sus profesores: gustos, éxitos y fracasos. Debemos trabajar con las emociones. A veces, hacerse pequeño, es hacerse grande”.

Desde el Centro de los Salesianos de la Santísima Trinidad, Antonio Chamarro junto con su “imprescindible equipo. Hay mucha gente detrás de esto”, ayudan a los jóvenes a orientar sus vidas mediante talleres o gracias a la Formación de Orientación Personal. Con ello, se quiere hacer visible a la sociedad este tipo de problemas, “cosas que la gente ve normal, pueden estar haciendo daño a una persona. Mediante ejercicios de empatía, trabajamos con la víctima y el agresor que suele tener también muchos problemas de base”.

Para finalizar su charla, el socio fundador del Método Mentoris dejó una frase que hizo reflexionar a los allí presentes y que, según él, es uno de los problemas a resolver de manera inmediata, “en un mundo donde cada vez somos más, estamos más solos”.