La crisis del Covid-19

Así se ha fabricado el escudo social de Sevilla: socorro para 40.000 familias

  • La respuesta municipal rápida y coordinada a la emergencia evita un mayor drama social. ¿Qué pasará cuando se retire la alarma? 

  • El Ayuntamiento destina 15 millones de euros para garantías alimentarias 

El alcalde visita uno de los dispositivos de reparto de ayuda municipal.

El alcalde visita uno de los dispositivos de reparto de ayuda municipal.

Hay una fecha clave que el gobierno municipal tiene marcada como un hito en esta crisis del Covid-19: el 3 de abril, Viernes de Dolores. Una referencia en el calendario religioso y cofrade que oportunamente simboliza el sinvivir que empujó al Ayuntamiento de Sevilla a montar en apenas 72 horas un amplio dispositivo social para socorrer las necesidades alimenticias de la población. La voz de alarma la dio el delegado de Bienestar Social y Planes Integrales, Juan Manuel Flores, tras comprobar cómo la demanda habitual de este tipo de ayuda se había disparado en cuestión de horas tras la primera prórroga del estado de alarma. “Si algo está demostrando la pandemia es que lo más inmediato es la salud y la vida”, comenta el concejal. Y con esa filosofía coordinó la puesta en marcha de un gran centro de emergencia para la población más vulnerable que ha frenado un mayor drama social.

Lo primero fue garantizar el sustento, la ayuda domiciliaria y atender y confinar a las personas sin hogar. Con estas prioridades el Ayuntamiento de Sevilla se adelantó en el cumplimiento del deber de ser la administración más cercana. A su puerta habían empezado a llamar cuatro veces más de vecinos de los que lo hacen habitualmente. Al núcleo de población en exclusión crónica, como lo denominan los servicios sociales, se sumaron otros colectivos: desde personas que subsisten como gorrillas, recogiendo chatarra, colectivos migrantes que se dedican a la limpieza o cuidado de mayores y que se encontraron sin trabajo, trabajadores con contratos precarios o que ni siquiera pudieron entrar en un ERTE y muchas familias que viven “sin alacena” alguna. “La prioridad en el gasto son las personas y ya hemos dedicado seis millones de euros a esa atención social extraordinaria”, explica.

Reparto de alimentos en un colegio en la crisis del Covid-19. Reparto de alimentos en un colegio en la crisis del Covid-19.

Reparto de alimentos en un colegio en la crisis del Covid-19.

Esta dotación permite garantizar los suministros básicos de la población. El dispositivo ha atendido con garantía alimentaria a 40.000 unidades familiares, lo que multiplica por cuatro la demanda habitual. A los bonos de supermercados disponibles todo el año y que benefician a 7.610 familias, se sumó un contrato de emergencia con Cruz Roja por dos millones, que se va a prorrogar y que ha alcanzado a otras 27.700 familias. Esta entidad facilita tarjetas para retirar alimentos en los comercios, sistema que garantiza el sustento y, sobre todo, la dignidad de quien recibe esa prestación, recuerda el delegado, partidario de evitar dolorosas imágenes y alusiones de las llamadas colas del hambre.

A todo esto se suman los comedores sociales y catering con convenios, entre ellos, uno con La Caixa, pro infancia. Casi 3.000 escolares atendidos cada semana en garantía alimentaria en colaboración con la Junta de Andalucía y a través de las unidades de día del Ayuntamiento, donde se atiende a 220 menores. El Ayuntamiento tuvo la iniciativa de reabrir determinados colegios públicos para el servicio de recogida de los menús.

La curva social de la pandemia ha crecido con rapidez. “Creo que hemos alcanzado el pico y que estamos empezando a bajar”, advierte Flores. No obstante, el gobierno municipal sabe que la situación actual se mantendrá y que estas garantías deben extenderse como mínimo hasta finales de año. Ante la imposibilidad de atender la emergencia con los recursos disponibles, ha ido prorrogando contratos que suman más de cinco millones de euros y a los que habrá que añadir otros diez para cubrir sin problemas las necesidades hasta la primavera de 2021.

Un acuerdo político vital

Pero cuando se levante el estado de alarma, un horizonte que ya está próximo, ¿cómo se gestionará una situación que seguirá siendo extraordinaria? Para ello el Ayuntamiento tiene ya previsto un contrato transitorio que permita extender estas ayudas por la vía ordinaria. Por ello a la gestión había que sumar la voluntad política de todos los grupos. El pasado 29 de mayo, a excepción de Vox, firmaron un gran acuerdo político para garantizar la reactivación social y laboral post Covid-19 con medidas concretas que suman 22,3 millones y que suponen un “escudo social”, en palabras del alcalde, Juan Espadas, que prepara a la ciudad y garantiza estos suministros básicos que van también más allá de la alimentación.

Camas en un polideportivo paa atender a personas sin hogar. Camas en un polideportivo paa atender a personas sin hogar.

Camas en un polideportivo paa atender a personas sin hogar.

La pandemia dio origen a situaciones extraordinarias que tendrán que irse modificando. “Tras decretarse el confinamiento habilitamos un dispositivo de emergencia para acoger en el polideportivo de la Avenida de la Paz a unas cien personas, un espacio que pronto se quedó pequeño”, explica Flores. Y se habilitaron hasta dos pabellones más en la ciudad para evitar el posible hacinamiento y garantizar un mínimo de espacio a un colectivo acostumbrado a moverse con libertad. Los pabellones se desinfectan con la ayuda de drones y se han realizado test PCR a esta población acogida. Se realizaron también reservas en hostales y se reforzó la colaboración con las entidades sociales, de forma que se alcanzaron casi 700 plazas que, en gran porcentaje, siguen ocupadas, puntualmente por personas derivadas de otros municipios y lo que se han denominado transeúntes, una tasa prestada de personas que antes de la pandemia no estaban en Sevilla. Todos tendrían que reconducirse hacia otros recursos municipales para ir desalojando estas instalaciones.

Otra pata importante en el dispositivo social es la ayuda a domicilio. A lo largo de la pandemia, el Ayuntamiento ha garantizado el servicio de forma presencial o con atención telefónica mediante un dispositivo de más de mil personas. Conforme la Junta ha ido garantizando más material de protección para las condiciones de seguridad, ha ido incrementando la atención presencial: 956 personas siguieron con este servicio a finales de marzo y mayo ha concluido con 3.050.

400.000 llamadas al 010

En 72 horas el Ayuntamiento fue capaz de extender el modelo que ya funcionaba en el Polígono Sur, con un esquema de colaboración entre Administraciones públicas y entidades privadas y del tercer sector, a otras zonas: Tres Barrios Amate, Torreblanca y Su Eminencia-Palmete-Padre Pío. Ese Viernes de Dolores se abrieron centros cívicos en estas zonas y se puso en marcha un plan que se ha ido ampliando a otros puntos y cuyo planteamiento se mantendrá en los próximos meses.

Reparto de mascarillas a la población. Reparto de mascarillas a la población.

Reparto de mascarillas a la población.

Hay otras ayudas a prorrogar. Emvisesa ha parado los desahucios y aprobado protocolos para aliviar las rentas, entre otras medidas. Emasesa ha destinado 4,5 millones a ayudas y aplazamientos de cobro y no se cortarán los suministros. Hay otros números: 760.000 mascarillas adquiridas, un millón de litros diarios de agua con desinfectante para baldear las calles, desinfecciones en 24 residencias de mayores, además de otras instalaciones municipales y colegios, 7.800 test rápidos a personal municipal, personas sin hogar, residentes del Vacie... y 400.000 llamadas atendidas en el 010 que reflejan el alcance de la otra curva de la pandemia.

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