David Moreno. Director del Plan Andaluz de Vacunación

"La campaña de vacunación está siendo todo un éxito"

David Moreno, durante la entrevista.

David Moreno, durante la entrevista. / Juan Carlos Vázquez

- ¿Qué balance hace de la campaña de vacunación cuando se cumple un año de los primeros pinchazos?

- De forma muy resumida y globalizada, yo creo que la campaña ha sido todo un éxito. Por parte de población general, por partes de profesionales sanitarios, por parte de los resultados que hemos tenido... La verdad que el balance es muy positivo. Cuando uno mira hacia fuera a otros países, como están, las coberturas tan bajas, teniendo, incluso, más recursos sanitarios que nosotros, o no ya fuera, otras comunidades, aquí en España, nos preguntan cómo lo estamos haciendo para ser una comunidad tan grande como es Andalucía, especialmente complicada por su por su geografía y su dispersión geográfica, y haber tenido un funcionamiento ejemplar más propio de comunidades más pequeñas y menos complejas.

- ¿Cuál ha sido el mayor desafío en todo el proceso?

- Bueno, ha habido muchos. Una de los primeros desafíos es el tema de la integración. Uno de ellos, por ejemplo, ha sido llegar al sector privado. Hemos tenido que vacunar también a los mutualistas, a las personas del sector privado, que no estaban integrados en nuestro sistema informático, no teníamos sus datos en la mayoría de los casos. Localizarlos, llamarlos, citarlos para que cuando fueran a vacunarse constara cómo vacunación correcta. Lo mismo ha pasado con los inmigrantes. Eso ha sido muy complicado. También las zonas rurales. Gracias a los camiones móviles que se han ido moviendo por provincias hemos podido llevar las vacunas con la temperatura adecuada a esos sitios y vacunar a mucha población mayor que que le cuesta mucho enterarse y sacar cita y la verdad que ese también ha sido un desafío bastante grande.

- ¿Y el mayor contratiempo?

- Los contratiempos han sido para todos. Podemos decir que convencer a la población de vacunarse con Astrazeneca en su momento. Una vacuna que los primeros datos que se tenían eran un poco controvertido porque parecía que podía tener más efectos secundarios, pero la población entendió que estábamos en pandemia y que había que correr. Que había que vacunar para evitar muertes y, la verdad, que que a pesar de las dudas y de los noticias que iban saliendo, la gente finalmente colaboró. Hay ocasiones en las que la gente quizás no colabora porque no ve que haya un beneficio personal,  en este caso la gente se dio cuenta que aquí estábamos para vacunarnos, por nosotros y por los demás, por la gente mayor, por la gente con mayor riesgo, y, la verdad, que la gente ha sido muy solidaria, así que chapó en ese sentido. 

- ¿Qué proporción ha declarado abiertamente que no se quiere vacunar?

- Eso va variando. Oficialmente, que conste en la historia clínica de la persona que ha dicho que no, y además está por escrito, en Andalucía tenemos 118.000 personas y eso supone un 1,4% de las personas mayores de 5 años, es decir, de las personas que pueden hoy día vacunarse. Por otro lado están las personas que podrían haber vacunado y no lo han hecho, mayores de 12 años, que han tenido meses y meses para vacunarse. Ahí estamos en un 5,7% de personas que no se han vacunados todavía. Pero ese porcentaje va bajando y sobre todo los últimos días. Estamos notando un cambio radical. Antes estábamos vacunando una media de 1.500 personas su primera al día con su primera dosis y ahora estamos haciendo 9.000 ó 10.000. Podemos decir que desde que entró el certificado Covid para entrar en los bares y restaurantes o por la Navidad porque la gente quiere comer con su familia. Por diversos motivos hay más interés ahora en vacunarse. Y estas personas yo creo que eran personas con dudas, pero no negacionistas.

- Hay encuestas ciudadanas que abogan porque la inmunización contra el Covid fuera obligatoria, ¿qué opina?

Yo, sinceramente, le veo inconvenientes a la obligatoriedad. Es verdad que ahora estamos haciendo una especie de obligatoria, digamos light, con el tema del certificado en locales. Soy de la opinión de que cuando un Gobierno hace una cosa obligatoria tiene el riesgo de que haya más rechazo. Estamos en una comunidad con una cobertura altísima, somos de los mejores sitios vacunando, con lo cual, cuesta meter una ley de obligatoriedad si precisamente eres unos de los sitios con mayor porcentaje de vacunación, nom lo veo. Y luego, por otro lado, está el tema de las penalizaciones. Si obligamos a vacunar también tend´rna que haber castigo para el que no lo haga y eso es complicado... ¿Qué haríamos?, ¿multa?, ¿cárcel?, ¿dejarlos sin posibilidad de entrar en un hospital si se ponen malos con el Covid o hacerles pagar el ingreso? La verdad que hay muchas fórmulas y hay países que las están aplicando, pero nosotros es cierto que nunca hemos hecho un análisis completo de todo lo que puede conllevar el obligar.

- Hay personas con dos dosis, incluso, tres que se siguen contagiando. ¿Por qué?

- Se sabía desde el principio que estas vacunas estaban para tener un impacto muy rápido para prevenir enfermedad grave. Hay diferentes tipos de vacunas con diferentes tecnología. Y es cierto que la vacuna perfecta no existe o cuesta mucho acercarse a ella. Cuando entramos en esta pandemia, los investigadores se plantearon era hacer una vacuna que fuera muy rápida en cuanto a su eficacia, que previniera muertes y hospitalización, y, sobre todo, que fuera relativamente fácil fabricar millones de dosis de forma muy rápida. Y las que cumplen esas características son las de ARN mensajero y fíjate como el resto de vacunas no terminan de salir. La española dijeron que tardarían tres años y es que eso es que la vacuna tradicional tarda y no es imposible adelantarla más. Pero este tipo de vacunas son muy eficaces contra enfermedad grave y muy rápidas, pero el contra que tiene es que no son capaces de evitar el contagio, aunque parece que lo disminuye, pero se está viendo que, conforme va pasando el tiempo, la inmunidad va bajando y entonces la gente se contagia de forma más fácil. Podemos decir que hemos cubierto esta fase de intentar parar como fuera la pandemia y más o menos lo hemos conseguido y ahora viene la otra parte que es intentar estabilizar y que no tengamos que estar vacunando tantas veces y con tanta restricciones como como estaba ocurriendo.

- ¿Qué mensaje hay que dar ahora para que esto no desaliente la vacunación?

- Ahora mismo lo que tenemos que decir es que necesitamos poner una tercera dosis a personas muy vulnerables porque la inmunidad va bajando  y te puedes quedar en la casilla de salida. Es cierto que no es lo mismo que al principio, la gente está más protegida que antes de vacunarse, pero esta tercera dosis potencia muchísimo respuesta inmunitaria. En el resto de personas, de 20, 30 ó 40 años, estamos viendo que se siguen contagiando a pesar de estar vacunados con dos dosis, pero que no tienen prácticamente casos grave y por eso no estamos viendo esta opción. Estamos centrados ahora en las personas muy vulnerables para tener un Covid grave.

- Sin embargo sí se ha aprobado ya esa tercera dosis has los 40 años, ¿cuándo se va a empezar a ponérselas?

- Vamos a tardar un poco más. Ahora estamos muy centrados en los mayores de 60. Son los que más nos preocupan, es un objetivo marcado por el Ministerio que es tener como mínimo el 80% de personas de más de 60 años vacunadas y estamos a punto de conseguirlo. En Andalucía estamos ya en el 77%, quedan tres puntitos, que seguramente lo vamos a conseguir ahora en estos días antes de que acabe el año. Enseguida vamos a empezar a ponerlo por debajo de 60, pero no vamos a vacunar a todos de 40 a 60 años. Vamos a ir progresivamente de los mayores a los más jóvenes y probablemente los que tengan 40, 45 ó 50 vamos a tardar más de un mes a lo mejor en llegar hasta ellos. Estamos intentando hacer una estrategia totalmente de mayor a menor y de mayor riesgo a menos riesgo. Por eso pedimos calma y transmitir un mensaje de tranquilidad desde el punto de vista de que esas personas de 40 ó 50 años, ahora mismo, siguen estando bien protegidas, y prácticamente, no están ingresando en el hospital.

- ¿Qué datos maneja la estrategia de vacunación sobre vacunados hospitalizados y en UCI y no vacunados?

- Todo lo que estamos viendo, en general, tanto en Andalucía como en otras comunidades, es que la mayoría de las personas que ingresan en UCI están no vacunados. A medida que uno va viendo mayor gravedad hay más porcentaje de no vacunados o con una sola dosis, o sea que en UCI, aproximadamente, el 75-80% son no vacunado y en hospitalización, sí que vemos algún caso de vacunados pero salen mejor, que son más leves. Los profesionales sanitarios nos lo dicen, que se nota mucho cuando una persona no vacunada entra en el hospital porque suelen ser casos más grave, que van peor, que están más tiempo en el hospital. Son dos tipos de pacientes diferentes al fin y al cabo.

- Un año después de los primeros pinchazos llega la vacunación pediátrica, ¿qué tan importante es su inmunización cuando está comprobado que, en general, la enfermedad no les afecta?

- El niño es cierto que durante una gran parte de la pandemia ha estado muy protegido Con unas condiciones muy estrictas de seguridad en los colegios con las mascarillas. También creo que los padres hemos sido muy conservadores de no llevarlos a muchas actividades extraescolares. Conforme ha ido pasando el tiempo, es cierto que las medidas hemos ido relajándolas. En los colegios hemos seguido con mascarilla, pero sabemos que las medidas no se han cumplido tan a rajatabla como al principio de la pandemia. Los niños van ya a actividades extraescolares como antes, hay más reuniones familiares, es decir, hemos ido poco a poco normalizando la vida y el niño ha seguido, no siendo un paciente que ingresa en el hospital, pero sí hemos visto que han empezado a contagiar de forma mucho más fácil que antes no y las estadísticas están ahí. Los niños de 5 a 11 años son el grupo con más tasa de infección de toda la comunidad desde hace ya más de un mes. Cuando el virus del Covid empieza circular en los niños mucho más que antes, empezamos a ver que va a servir de foco en la familia y, viendo que la vacunación de Covid es muy segura en los niños, con una relación beneficio-riesgo muy favorable así el beneficio, hemos visto que vacunar a los niños es clave, sobre todo, por el beneficio para ellos, pero por la comunidad. Y la aceptación ha sido fantástica. Estamos muy contentos de que los padres hayan querido colaborar en el control de la pandemia vacunando a sus niños, las cobertura están siendo altísimas y se está vacunando muy rápido. No estamos viendo prácticamente efectos secundarios, con lo cual se confirma lo que ya se veía en los ensayos clínicos y y la verdad que lo que fundamentalmente conseguimos con esta vacunación infantil es ayudar al control de la familia como otra media más de control como también lo fue la vacunación de los adolescentes o de los adultos jóvenes.

- ¿Se ha dado algún efecto adverso importante en la vacunación tanto de adultos como de niños?

- La verdad es que está yendo muy bien. Dolor de brazo, algo de fiebre o fiebre muy baja, pero poco más. Nuestros pediatras nos están diciendo que, con una semana ya vacunando, si se hubieran dado casos de fiebres u otros efectos, las consultas estarían abarrotadas y nos están diciendo que no los están.

- ¿Cuándo se llegará a los cinco años?

- No vamos a poder llegar hasta enero pero porque no vamos a tener dosis suficientes. están llegando en pequeñas remesas. Ahora tenemos para vacunar de 8 a 11. En enero nos llegarán más  y podremos bajar a las 7 y así poco a poco iremos bajando. Yo creo que para la segunda quincena de enero, podríamos estar vacunando a niños de 5, sería un poco la idea.

- ¿Esto va a ser como una gripe? ¿Tendremos que vacunarnos todos los años?

- Con todas las cautela porque no sabemos nunca lo que va a pasar y si va a llegar otra variante porque nadie sabía que iba a llegar la Delta, nadie sabía que iba a llegar la omicron, osea que esto no se sabe nunca qué va a pasar, ahora mismo podemos decir que es muy probable que acabe siendo una vacunación, durante un tiempo, que puede ser años o para siempre, que tenga que hacerse todos los años como la gripe en octubre y noviembre y a lo mejor no toda la población, pero sí una parte, la de población más vulnerable, la persona más mayores, las personas con patologías, las embarazadas... pero habrá que verlo.

- ¿Se están haciendo en Andalucía estudios o recogida de información de cara a mejorar las vacunas?

- Nosotros estamos colaborando colaborando con los ensayos clínicos, por ejemplo con la vacuna española, la vacuna de Hipra, Málaga está colaborando en ese ensayo incluyendo pacientes. Investigación propia como tal, que nosotros estemos creando una vacuna, no tenemos ahora mismo esa tecnología para poder hacerla. Todo estos recursos e investigadores están ahora mismo en en el Instituto Carlos III, en el CSIC, y ellos son los que están desarrollando, fundamentalmente, está vacuna.

- ¿Con qué momentos se queda?

- Son varios y con algunos todavía se me ponen los pelos de punta cuando los pienso. Me acuerdo mucho del principio, la vacunación en las residencias. La vacunación de nuestros abuelos en los automóviles, eso me pareció una cosa impensable, ver como iban a vacunarse en su propio coche llevados por el hijo o por el nieto porque daba miedo que fueran a los centros de salud. Y ya para terminar,  la campaña de vacunación de los niños en una fase de la campaña que estamos ya todos un poco cansados y ver a niños de 8, 9,10 y 11 años vacunarse con con una ilusión, al contrario de lo que pudiéramos pensar, sin miedos, pensando en sus abuelos, en la Navidad. Eso ha sido otro momento precioso.

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