La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Sánchez aguanta más que el telexto
Sólo los mejores entre los mejores lograrán hacerse con una de las 300 Becas Talentia que oferta para este 2010 la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia y que cubren los gastos de matrícula, estancia y viaje para la realización de programas máster, MBA, Doctorado y de especialización profesional en cualquier universidad del mundo. Para optar a una hay que ser andaluz o residir en la comunidad, dominar dos idiomas y presentar un proyecto viable y de interés para Andalucía.
Los que han conseguido o intentado conseguir una de estas becas saben que el proceso de selección es duro. Desde que se creó este programa han sido 425 los estudiantes becados de los que 150 están aún completando su formación en las universidades de Oxford, Cambridge, Columbia, Tokio o La Sorbona, entre otras muchas.
Es el caso del sevillano Rafael Martín, que en diciembre de 2009 partió hacia Lausanne (Suiza) para estudiar un máster en administración de negocios (MBA) becado con una Talentia. Con 32 años, es ingeniero en Telecomunicaciones por la Universidad de Sevilla y en 2003 puso en marcha junto a cuatro compañeros de la facultad una consultoría tecnológica y servicios basados en Software Libre llamada Emergya. Después de siete años, la empresa "creció hasta tener una plantilla de más de 50 personas y una facturación de 2,5 millones de euros". Esto fue lo que, cuenta Rafael, le impulsó a ampliar su formación y "mejorar mis habilidades de gestión y mis conocimientos sobre administración de empresas". Se decantó por el IMD Business School de Lausanne y tras un proceso de admisión "muy duro con una tasa de aceptación del 10%" logró plaza. Sólo quedaba la financiación y fue en este punto cuando pensó en optar por una Talentia ya que su objetivo "es volver a Andalucía a continuar con mi empresa, algo que encaja con la filosofía de estas becas".
También los planes del arquitecto malagueño Rafael Urquiza Sánchez representaban el propósito de la Junta de contribuir con estas ayudas al crecimiento económico y al bienestar social de Andalucía cuando en junio de 2008, cuando tras varios años trabajando en distintos estudios, se marchó a la Universidad de Melbourne (Australia) para estudiar un máster que le permitiera "descubrir una arquitectura de mayor nivel" y crear en un futuro su propia empresa. En esta aventura, que duró hasta octubre de 2009, lo acompañó su esposa, Lucía Pamín. Ambos obtuvieron una beca Talentia y "no paramos hasta que conseguimos plaza en la misma universidad".
El proyecto de retorno de este joven de 29 años era poner en marcha un estudio de arquitectura digital basado en las mismas tecnologías que usan arquitectos de prestigio internacional como Norman Foster. Ni un año después de su vuelta de Australia, esta idea es ya una realidad con lem3a, el estudio que dirige en Málaga y cuya actividad abarca también la investigación y la formación en nuevas tecnologías.
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