Un año después del tiroteo en las Tres Mil sólo tres 'Perlas' siguen en prisión

La juez de Instrucción número 20, que investiga el tiroteo en las Tres Mil Viviendas en el que falleció en agosto del año pasado una niña de siete años, ha puesto en libertad a otro miembro del clan de Los Perla, Raúl Z. L., que estaba en prisión provisional por su presunta implicación en estos hechos.

Este último imputado fue puesto en libertad el pasado 17 de julio, después de la que la instructora estimara el recurso de reforma presentado por el abogado Manuel Castaño, que representa a seis imputados, de los cuales todos han quedado ya en libertad provisional.

Con la excarcelación de este último procesado, sólo quedan en prisión tres de los 14 imputados en la causa. Se trata de María del Carmen B. H., la Perla, matriarca del clan; su marido, Antonio G. M., el Coleta; y el hijo de ambos, Antonio José G. B., que están implicados por haber efectuado los disparos que presuntamente acabaron con la vida de la joven.

El juzgado citó recientemente a declarar a los 14 procesados, a los que se imputan delitos de homicidio, contra la salud pública, encubrimiento y tenencia ilícita de armas. Todos los imputados se acogieron a su derecho a no declarar en la declaración indagatoria, salvo la matriarca del clan, la Perla, quien insistió en que no participó en el tiroteo en el que falleció la menor Encarnación Silva Salguero porque, según dijo, estaba en su casa y no acompañó a los otros miembros de su familia que acudieron para pedir explicaciones por el secuestro del hijo de la Perla.

Frente a este testimonio, la Fiscalía cuenta con la declaración de un testigo protegido, que presenció el tiroteo y que en septiembre pasado afirmó que en el momento en que se produjeron los disparos María del Carmen B. H. estaba presente e incluso empuñaba una de las armas de fuego. El testigo llegó a afirmar incluso que la matriarca intervino en el tiroteo y efectuó "numerosos disparos". Según esta persona, cuya identidad permanece secreta por motivos de seguridad, la Perla alcanzó con sus disparos toda la fachada del inmueble y en una ráfaga se le fue tanto la mano que su hijo se acercó y le dijo: "Mamá, ya está bien, que vas a matar a las personas de arriba".