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Día Mundial del Riñón

La pandemia afianza las terapias domiciliarias para enfermos renales

  • El Hospital Macarena ha incorporado recientemente la hemodiálisis domiciliaria como nueva alternativa al tratamiento renal sustitutivo

Un paciente manipula la nueva máquina de hemodiálisis domiciliaria.

Un paciente manipula la nueva máquina de hemodiálisis domiciliaria. / H. U. V. M.

La medicina avanza día a día a pasos agigantados, siendo uno de los objetivos el bienestar del paciente. Coincidiendo este año con la celebración del Día Mundial del Riñón, el Servicio de Nefrología del Hospital Virgen Macarena ha incorporado recientemente a su cartera de servicios la hemodiálisis domiciliaria para tratar a sus pacientes desde su propio hogar sin que tengan que desplazarse al centro hospitalario. Una apuesta clave en tiempos de pandemia y que complementa otra terapia a distancia, ya en marcha en el centro de manera previa a la crisis sanitaria producida por el Covid-19, como es la diálisis peritoneal. 

"Las terapias domiciliarias son una apuesta clara en nuestra unidad porque estamos convencidos de sus ventajas. La supervivencia es similar, la posibilidades trasplantes también es similar y, además, da autonomía al paciente porque se hemodializa en casa con una técnica sencilla, que incluso puede hacer de noche, por lo que permite liberar al paciente durante el día y poder hacer su actividad normal, adaptando el tratamiento a la vida de cada persona", explica la doctora Mercedes Salgueira, responsable del Servicio de Nefrología del Macarena.

La responsable del Servicio de Nefrología, Mercedes Salgueira junto a su equipo. La responsable del Servicio de Nefrología, Mercedes Salgueira junto a su equipo.

La responsable del Servicio de Nefrología, Mercedes Salgueira junto a su equipo. / H. U. V. M.

Respecto a la relación del Covid-19 y el paciente renal, la doctora reconoce que las personas afectadas por esta patología tienen un factor de riesgo adicional. Una afirmación que constata Juan González como paciente en hemodiálisis desde hace unos cinco años y positivo en Covid aunque ya, "cien por cien recuperado", según sus propias palabras. "Aunque me confiné en casa, tenía que salir a la hemodiálisis cada dos días. Fue precisamente en la primera sesión a la que fui después de confirmar mi contagio cuando me empezaron a dar unos espasmos musculares, al estilo de ataques epilépticos, y en Urgencias del hospital me dijeron que el virus me había dejado el calcio muy bajo y de ahí esa reacción. Durante el resto de sesiones tuve que complementar la terapia de diálisis con unas ampollas de calcio y magnesio y ahora sigo con un tratamiento oral, pero ya estoy como nuevo", afirma.

De momento, el centro ha adherido a su primer paciente a la recién incorporada hemodiálisis domiciliaria, pero el interés despertado entre los pacientes les ha llevado a contar ya con "lista de espera", según matiza la doctora Salgueira. El uso de esta terapia requiere de un aprendizaje por parte del paciente sobre el funcionamiento de la máquina en cuestión, que se dirige a través de un pequeño aparato que funciona como una tablet, y que permite realizar en su domicilio el mismo tipo de diálisis que se haría en el hospital, una hemodiálisis tradicional, con la ventaja de poder adaptar el tratamiento su propio horario. 

La diálisis peritoneal es otra técnica a distancia de la que se beneficia el 16% de los pacientes

Por otro lado, la diálisis peritoneal sí lleva muchos años implantada en el Macarena, con "muy buenos resultados", según la responsable de Nefrología del centro, que destaca cómo la pandemia ha afianzado el uso de esta terapia de la que se benefician actualmente 60 de los 360 pacientes globales y con un aumento del 16% de beneficiados en el último año. "Es todo un reto que, con las complicaciones actuales, uno de cada cuatro pacientes que inició tratamiento renal sustitutivo durante el año 2020 en nuestra unidad lo hiciera en diálisis peritoneal", señala la doctora. En este caso, el paciente requiere de la colocación de un catéter en el abdomen del paciente a través del cual se introduce el líquido que hace la diálisis con la sangre del paciente, utilizando la membrana peritoneal como membrana de intercambio. 

Carolina Rodríguez es paciente renal trasplantada hace 15 años y, desde el años pasado se beneficia de esta terapia domiciliaria de la que sólo ve ventajas. "La experiencia es buenísima. En mi caso la hago por la noche y, la verdad, que la libertad de movimiento que tengo gracias a esta terapia no tiene precio", afirma. El poder gestionar su propio tiempo, pasando de los horarios rígidos de las unidades de hemodiálisis a la flexibilidad horaria propia y adecuando la terapia a su propio estilo de vida, es clave en su día a día. "La diálisis es necesaria, pero es un complemento en mi vida, no me impide desarrollar mi día a día. No organizo mi vida en función de la diálisis, sino que organizo la diálisis en función de mi vida", resume la paciente.

Precisamente, los beneficios de estas terapias a domicilio han sido impulsados este año en el propio lema elegido por la Sociedad Española de Nefrología (SEN) para la celebración hoy del Día Mundial del Riñón que, precisamente, pretende llamar la atención sobre la necesidad de incorporar a los pacientes en el abordaje de su propia enfermedad, dándoles participación activa en el manejo y tratamiento de la misma. "El lema Vivir bien con la enfermedad renal cabe perfectamente en el fomento de la diálisis domiciliaria porque el problema de los pacientes en terapia es que su vida se ve muy artefactada, no sólo por los síntomas de la enfermedad, sino porque los horarios de la diálisis clásica le obligan, incluso, a dejar de trabajar o hacer una vida social social plena", afirma.

Vídeo de la campaña de la Sociedad Española de Nefrología (SEN) por el Día Mundial del Riñón 2021.

Los datos

Un 10% de la población tiene algún grado de enfermedad renal crónica. Una cifra que se prevé que aumente en los próximos años debido al envejecimiento de la población, ya que, aunque esta patología puede afectar a personas de cualquier edad, es mucho más prevalente en mayores de 60 y 70 años. En el Macarena, la unidad de Nefrología ha constatado en el último año un aumento en la prevalencia de pacientes que requieren tratamiento renal sustitutivo con un 13,5% de pacientes que requieren tratamiento renal sustitutivo respecto al año 2019. Además, también se ha experimentado un aumento progresivo de los los ingresos hospitalarios por esta patología en los últimos 9 años de un 91%, pasando de 372 ingresos en el año 2012 a 934 en 2020. También en consultas externas se ha incrementado la actividad, en torno a un 27%, y las solicitudes desde Asistencia Primaria se ha multiplicado por 10 en este mismo periodo.

Los pacientes en tratamiento renal sustitutivo han aumentado en un 13,5% respecto al año 2019

Por otro lado,  la consulta de Enfermedad Renal Crónica Avanzada, ha experimentado un aumento de pacientes prevalentes de un 30% en los últimos cinco años. A lo largo del año se ha trabajado activamente y de forma coordinada con Asistencia Primaria en la estrategia de manejo de pacientes mayores con enfermedad renal crónica que eligen tratamiento conservador de su enfermedad. Se trata de un ambicioso programa multidisciplinar, con la participación de los equipos de Nefrología, Asistencia Primaria, Cuidados Paliativos, Farmacia y Trabajadores Sociales, del que se benefician 207 pacientes.

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