Seguridad Ciudadana

Los días del bumping

  • Las fiestas de primavera son periodos de máxima alerta en el caso de los robos en viviendas. Los ladrones se especializan en entrar en casas sin forzar las cerraduras.

Las fiestas de primavera son uno de los periodos de mayor riesgo del año en cuanto a robos en domicilios, uno de los delitos más extendidos en los últimos años en la provincia de Sevilla. La Policía y la Guardia Civil tienen detectada la presencia de varias bandas itinerantes que se han desplazado recientemente a Sevilla para asaltar viviendas. En el caso de la capital, se están llegando a registrar una media diaria de una decena de robos, la mayoría de ellos mediante el método conocido como bumping, con el que los ladrones son capaces de abrir una puerta sin forzar la cerradura.

Muchas de estas bandas cuentan con personas con amplios conocimientos de cerrajería. La mayoría proceden del Este de Europa y manejan a la perfección la técnica para abrir las puertas sin forzarlas. Básicamente, lo que hacen los ladrones es insertar una llave que entre totalmente en la cerradura y la golpean con un objeto, de manera que se separan los pistones. Esto permite que la llave gire y se abra la puerta. Evidentemente, así explicado parece fácil pero requiera de bastante técnica para poder hacerlo en cuestión de minutos y sin levantar sospechas. Contra este método, la única defensa posible es colocar una llave antibumping, que hasta hace poco eran muy caras pero que ahora se están abaratando.

En Sevilla se han dado casos en toda la ciudad que hacen pensar a los investigadores que hay entre tres y cuatro bandas operando en los últimos meses en la capital. Recientemente se han robado varios pisos por la zona de Santa Aurelia. Las bandas suelen desplazarse a la ciudad y no pasan en ella más de una semana. Suelen actuar cada día en barrios distintos para no llamar la atención demasiado. El primer día lo dedican a labores de vigilancia y de información y al día siguiente vuelven para robar. La mayoría de los delitos se cometen de día y siempre cuando las viviendas están vacías. A los delincuentes no les interesa robar con personas dentro. Conocen el Código Penal español y saben muy bien que un robo con fuerza está mucho menos castigado que un robo con violencia e intimidación.

Las bandas suelen estar compuestas por tres o cuatro personas. Buscan principalmente pisos altos, en los que están más tranquilos y no hay trasiego de personas por las escaleras. Uno de los delincuentes se queda en la puerta de la calle vigilando ante una posible presencia de la Policía y controlando quién entra y sale del bloque. Otro suele quedarse arriba, en el rellano de la planta en la que estén robando, con el ascensor atrancado para retrasar la subida o bajada de los vecinos. También se encarga de tapar las mirillas de las puertas de los vecinos con cinta aislante. El experto en cerrajería es quien abre la puerta en cuestión de minutos, mientras que puede haber un componente más (o ser el mismo cerrajero) el que entre después en el piso y se lleve los objetos de valor.

El robo se produce en cuestión de minutos. Los ladrones buscan principalmente joyas de oro, dinero en metálico y artículos electrónicos, como ordenadores, tabletas o teléfonos móviles, a los que puedan darle una salida fácil en el mercado negro. Las joyas son también muy fáciles de revender, sobre todo debido al incremento del precio del oro en los últimos años. De esta manera, también supone una dificultad añadida para la Policía poder imputarle a una banda todos los robos que ha cometido, ya que en muchas ocasiones se deshacen de los objetos sustraídos en cuestión de horas.

Previamente al robo hay un cierto estudio de la vivienda. Tratan de saber en qué momento estará vacía. Para ello suelen hacerse pasar por trabajadores o vendedores, suelen ir bien vestidos para no levantar sospechas y van llamando a los pisos para comprobar si hay gente o no. Muchas veces los inquilinos optan por no abrir a personas que van ofreciendo productos, cuando en realidad es conveniente hacerlo, ya que así los ladrones entenderán que la vivienda está habitada y no entrarán en ella al día siguiente.

En Semana Santa los delincuentes aprovechan que hay más viviendas vacías en Sevilla, ya sea porque sus habitantes se han marchado de vacaciones o porque están viendo cofradías. Es, por tanto, un periodo de alto riesgo para este tipo de delitos. Pese a ello, la mayoría de los grupos operativos de la Policía Nacional están bajo mínimos en estas fechas, ya que la mayoría de los agentes disponibles son movilizados para el dispositivo de Semana Santa. De esta forma, los grupos que tienen que llevar la investigación de estos delitos, como pueden ser los de Robos, Atracos o Policía Científica, que hace las inspecciones oculares de todos los pisos en los que se denuncian estos sucesos, están desde el Domingo de Ramos con déficit de personal.

En la provincia de Sevilla, según los datos del Ministerio del Interior, se registraron a lo largo del año pasado 4.299 robos con fuerza en viviendas. Esto supone una caída del 2,1% en relación con el ejercicio de 2012, cuando el número de asaltos a domicilios fue de 4.391. En cualquier caso, la media es de casi doce robos diarios, que sigue siendo elevada y supone una preocupación para las Fuerzas de Seguridad.

El director general de la Policía, Ignacio Cosidó, destacó la alarma que generan este tipo de delitos entre la ciudadanía, ya que supone una invasión de la intimidad como ninguna otra modalidad delictiva. Lo hizo en su última visita a Sevilla hace apenas dos semanas, cuando presidió la toma de posesión del nuevo jefe superior de Policía en Andalucía Occidental, Francisco Perea. En su discurso, Cosidó encomendó al nuevo máximo responsable de la Policía Nacional en las provincias de Sevilla, Córdoba, Cádiz y Huelva que redoblara la vigilancia contra los robos en vivienda.

También se incluyen en la estadística de los robos en vivienda los que se cometen en los trasteros. La Policía ha desmantelado varios grupos organizados especializados en entrar en trasteros reventando las puertas de los mismos. Estos ladrones buscan principalmente bicicletas, que se han convertido en unos de los bienes más preciados, dada la facilidad para la reventa.

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