"Un edificio construido sin despilfarro"

Vázquez Consuegra defiende la inversión en una arquitectura "alejada de excesos".

Contreras, Zoido, Sáez y Vázquez Consuegra contemplan el auditorio de Fibes un día antes de acoger su primer espectáculo.
D. J. G. / Sevilla

12 de septiembre 2012 - 05:03

Un edificio sobrio, de buenos y pocos materiales, con mucha luz y sin ningún exceso. Estas palabras fueron las que principalmente empleó el arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra para definir el nuevo Fibes que abre hoy su puertas a la ciudad. Precisamente la capital hispalense, los valores de su arquitectura más tradicional, ha sido la que ha estado presente a la hora de diseñar unas instalaciones en la que elementos tradicionales como la iluminación natural y los espacios donde conviven lo público y lo privado abandonan su expresión más clásica por una forma vanguardista .

Vázquez Consuegra defendió la inversión realizada en este edificio, "en cuya construcción -aseguró- no hay el más mínimo asomo de despilfarro económico". En este sentido, el arquitecto defendió que "lo importante de toda inversión es que se realice en su destino, como ocurre aquí, con una arquitectura comprometida con los valores cívicos y alejada de las modas y de los excesos". Durante su intervención, el autor del nuevo Fibes destacó de estas instalaciones -en forma de L- los bordes "desdibujados" entre lo privado y lo público, a lo que hay que añadir la "gran versatilidad" de todos sus espacios. Respecto a la primera de las características, el elemento que mejor la ejemplifica es la rampa de acceso que salva el desnivel con el viario, "un lugar de encuentro" que el arquitecto asemeja al zaguán de las casas sevillanas o al compás de los conventos. Esta zona también podrá ser usada para proyecciones. Lo público y lo privado conviven, además, en la configuración del propio hall, bajo el que discurre una carretera, "una forma de unir la ciudad con el edificio", como ocurre con la gran cristalera del vestíbulo expositivo, "que mete a Sevilla Este en este espacio".

Pero, si hay un elemento que predomine por encima de todos en la obra de Vázquez Consuegra, ése no es otro que la luz, cuya presencia hace casi innecesaria el uso de la iluminación artificial hasta el ocaso. Una luz que incide, incluso, en el auditorio, "joya" de esta instalación tanto por la versatilidad antes referida -puede albergar espectáculos y también servir para congresos -, su capacidad -hasta 3.557 asistentes- y su revestimiento, combinando los acabados en plata y negro con la gran lámpara de polietileno blanca cuyo diseño es maleable.

La sobriedad del nuevo Fibes es otra de las constantes. Son pocos materiales los que se han usado en su construcción. El suelo es de filita, una piedra parecida a la pizarra que tiene distintas texturas, en algunas zonas es más porosa y en otras, completamente lisa. A la hora del revestimiento predomina el aluminio (con distintos acabados) y el hormigón blanco. El escaso color empleado sólo sirve para diferenciar las estancias.

Vázquez Consuegra tampoco ha querido renunciar a uno de los elementos más propios del caserío sevillano: el patio. El nuevo Fibes también cuenta con este elemento distribuidor, sobre el que se alzan palmeras y bajo el cual se encuentra el aparcamiento subterráneo de cinco plantas y sin pilares con cabida para 900 vehículos. Este parking cuenta con luz natural y ocupa una extensión de 25.000 metros cuadrados.

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