Un interesante documental de 38 minutos de duración sobre el modelo singular y adaptado que se aplica en los 15 centros educativos del Polígono Sur demuestra que es posible tener profesores, familias y alumnos de Infantil, Primaria, Secundaria y adultos plenamente motivados por más complejo que sea el entorno social. Sólo hace falta diseñar un plan educativo adecuado a las necesidades y demandas de la población de diversas etnias de esa zona, en este caso los seis barrios del Polígono Sur, e invertir fondos en formar específicamente al profesorado.

Bajo el título Un barrio que educa, el documental demuestra que las buenas prácticas educativas logran "transformar este barrio y generar la esperanza de que puede tener un futuro mejor", en palabras de Mar González, comisionada para el Polígono Sur, la institución que ha elaborado el filme. En la película, realizada por la empresa sevillana Intermedia Producciones y que puede verse en la web poligonosurelbarrioestuescuela.wordpress.com, se cuentan las experiencias de sus tres escuelas infantiles, ocho colegios de Infantil y Primaria, tres institutos de Secundaria y el centro de educación permanente de adultos. El Polígono Sur lo conforman Murillo, La Oliva, Antonio Machado, Paz y Amistad, Letanías y Martínez Montañés, zonas con especiales necesidades recogidas en su plan integral.

El IES Antonio Domínguez Ortiz, comandado por Patricia Jiménez, organiza una Semana de la Ciencia desde hace nueve años a la que asisten todos los centros de la zona y donde los alumnos proyectan sus capacidades en inglés, lengua, tecnología, matemáticas, ciencias naturales, física y química, y emplean destrezas orales y escritas para exponer su aprendizaje.

En el CEIP Paz y Amistad los alumnos están fascinados con el scratch, una herramienta informática de programación procedente de EEUU que permite "trabajar los contenidos educativos del colegio con otra metodología más innovadora, motivadora y lúdica", explica su director, Fran Gallego. Con esta herramienta los alumnos han diseccionado hasta el detalle las enseñanzas de El Principito en la asignatura de lengua y elaborado una guía turística en conocimiento del medio, relata Patricia Flor, jefa de estudios.

En el CEIP Fray Bartolomé de las Casas, los alumnos aprenden con tareas relacionadas con la vida real. En matemáticas, por ejemplo, calculan el área de una portada de Feria y en lengua tienen que construir un texto con sentido de 20 líneas con una lista de palabras relacionadas con la Feria, cuenta su director, José Luis Romero.

Para motivar a los alumnos de Secundaria, el IES Joaquín Romero Murube dispone desde hace tres años de un huerto de agricultura ecológica "donde los alumnos vuelcan los conocimientos prácticos relacionados con las competencias básicas y ven cómo se hace realidad lo que están aprendiendo en el aula", destaca el director Javier González. La instalación del huerto se ha completado desde las distintas asignaturas: en Tecnología han puesto las vallas y un sistema de goteo; en Biología han estudiado la textura de la tierra; en Sociales han hecho un pluviómetro y un termómetro; en Física y Química han experimentado con una planta de aloe vera hasta obtener cremas y cosméticos para manos y cabello; en Francés e Inglés han escrito los carteles con los nombres de los cultivos; y en Lengua han redactado un periódico sobre el huerto.

Otra iniciativa exitosa de este mismo centro es el certamen teatral ,que ha logrado que los alumnos se interesen por la lectura y la literaturade forma más amena, y les ha dotado de herramientas que no tenían: "La expresión oral y corporal y, lo más importante de todo, ha sido un canalizador de emociones y sentimientos maravilloso", señala el centro.

En las escuelas infantiles Gloria Fuertes y La Mía, la escolarización de los pequeños de 0 a 2 años es clave para fijar las bases de la socialización, la autonomía personal, los hábitos de conducta y el aprendizaje de cara a la escolarización futura, explican sus directoras, María del Carmen Junquero y María del Carmen Rodríguez.

El CEIP Manuel Canela, apunta su director, Carlos Cristóbal León, celebra una Semana de la Naturaleza para que los alumnos y padres conozcan su entorno más próximo y lo sepan cuidar, además de concienciarse de las acciones que lo dañan. La asociación Amigos de los Jardines de la Oliva que dirige Jacinto Martínez realiza un itinerario botánico por este barrio, que tiene la más variada riqueza vegetal de la zona.

En el CEIP Zurbarán los alumnos se motivan redactando un periódico con las tareas más significativas del curso y se encuadernan para la biblioteca los trabajos que no se publican. En el CEIP Nuestra Señora de la Paz, la motivación del baile y la coreografía varios días a la semana, además de otras actividades más educativas, ha reducido al mínimo los conflictos a la hora del recreo, y así lo certifican los alumnos y la maestra Cristina Jiménez.

Otra iniciativa de éxito es la que lleva a cabo el CEIP Manuel Altolaguirre con la prevención de problemas de convivencia mediante talleres de pintura y música donde los alumnos expresan sus emociones, aprenden a relajarde y el autocontrol, así como habilidades sociales. El objetivo es sacar la potencialidad que hay en los alumnos y sus familias, asegura su director, Juan Ramón Carballo.

En el IES Polígono Sur el claustro de profesores desarrolla e innova medidas para mejorar la diversidad de alumnado de secundaria que hay en el barrio, relata su director, José Cava. La profesora Kechu Aramburu, filóloga y ex diputada de los parlamentos andaluz, español y europeo, transmite a sus alumnos nacidos en el Polígono Sur que "pueden lograr altas metas trabajando con esfuerzo, empatía y valores muy significativos en su vida" y explica que "los resultados mejoran considerablemente si el centro va a lo que interesa al alumno y forma parte de su cotidianidad, sin darle el libro de texto al uso. Y eso hacemos: se abre el currículum para adaptarlo a lo que ellos necesitan".

El centro de adultos del Polígono Sur también aplica distintas líneas de enseñanza según las demandas y necesidades del barrio, como la formación que requieren los alumnos de 25 a 45 años de talleres de empleo y dar a los mayores conocimientos para un envejecimiento activo.

Las familias gitanas del colegio Manuel Giménez Fernández, que dirige Sergio Armario, participan activamente en la educación de sus hijos y la asociación Akerdi convierte los recreos de los niños en un momento para los juegos colaborativos y de convivencia, así como un taller de alfabetización para las madres que les permite ayudar a sus hijos con las tareas del colegio.

El CEIP Andalucía cuenta su experiencia como comunidad de aprendizaje, y cómo profesores, padres y alumnos diseñan a principio de curso los "sueños" que quieren para el curso, que son los objetivos que intentan cumplir.

En el CEI La Providencia, que dirige Josela Gil, los padres participan en la coeducación de sus hijos y asisten varias horas con ellos a las aulas donde se produce el aprendizaje. "Es más unión la que hay entre padres, hijos y profesores. No es soltarlo, me voy y después lo recojo. Esto no es una guardería, es un centro de enseñanza", cuenta Fátima, madre de un alumno. La educación está transformando sus vidas.