Sevilla

Las estafas informáticas casi duplican ya a los robos convencionales en Sevilla

Las estafas informáticas casi duplican ya a los robos convencionales en Sevilla

Las estafas informáticas casi duplican ya a los robos convencionales en Sevilla / Daniel Rosell

Las denuncias por estafas informáticas no sólo superan ya a las de robos convencionales, sino que suponen casi el doble del total de éstas. Así figura en las estadísticas de criminalidad recién publicadas por el Ministerio del Interior, correspondientes a los primeros nueve meses del año 2023. En este periodo se registraron en Sevilla capital 5.781 estafas informáticas, mientras que el número de robos con violencia fue de 1.445 y el de robos con fuerza 1.694. Las estafas cibernéticas son el segundo tipo delictivo más común en la capital andaluza, sólo superado con mucha diferencia por los hurtos, que fueron 13.215.

Otros robos que también están en auge son los de vehículos, que pasaron de 1.011 a 1.292, con una subida del 28%. Pero ni sumando estas sustracciones al total de robos tradicionales se le acercan a las cifras alcanzadas por las estafas. De hecho, la cibercriminalidad sube en Sevilla un 18%, mientras que la delincuencia convencional crece un 11%. En total, el balance de criminalidad indica un repunte del 12%.

En el conjunto de la provincia la proporción es todavía mayor en favor de la cibercriminalidad. Se denunciaron 11.916 estafas informáticas entre enero y septiembre de 2023, mientras que el total de robos con violencia e intimidación fue de 1.893 y el de robos con fuerza en domicilios, establecimientos y otras instalaciones de 3.890. En la provincia crecieron más los timos cibernéticos, un 26%, que en la capital, que subieron un 18%, en relación con el mismo periodo del año anterior.

En una introducción al balance, el Ministerio del Interior explica que desde el año 2016 se refleja, "como hecho asociado a la penetración y el uso de internet en España (en especial en las crecientes formas de comercio y y compras on line), un incremento de las modalidades de criminalidad agrupadas bajo el concepto de cibercriminalidad, sobre todo un fuerte incremento de las estafas cometidas por medios informáticos". 

Estos timos representan el 90% de toda la cibercriminalidad y el 17% de toda la delincuencia registrada de enero a septiembre en España. En todo el país presentan un incremento del 23%. Para comprender mejor la evolución de la ciberdelincuencia y su impacto sobre el conjunto de las estadísticas, Interior detalla que en apenas seis años estos delitos crecieron un 379%. En España se registraron 70.178 casos en 2016, mientras que esa cifra se disparó hasta los 335.995 en el año 2022.

El timo del hijo en apuros es actualmente el más denunciado en Sevilla. La Policía Nacional observó ya hace algo más de un año un inusual incremento de este tipo de estafa que consiste en simular, por parte del delincuente, ser el hijo de la víctima a la que engaña, con el objeto de solicitarle dinero con carácter urgente. De ese modo y a través de la aplicación Whatsapp, desde un número de teléfono diferente al de la persona a quien suplantan, hijo o hija, se dirigen al destinatario de la estafa, que es alguno de los progenitores, en términos como: "mamá, éste es mi nuevo número de móvil".

Le informa que se le ha estropeado el móvil o bien que ha pedido prestado a un amigo su teléfono. A continuación, le explica que le ha surgido un problema grave, motivo por el cual le solicita con urgencia varias transferencias a cuentas bancarias ajenas. En estos delitos, los usuarios menos familiarizados con las nuevas tecnologías, pueden ser un blanco fácil para la ciberdelincuencia. En algunos casos estos timos pueden llegar a superar los 2.000 euros.

El auge del comercio electrónico ha provocado también el repunte de las estafas en las compras por internet o aplicaciones de telefonía móvil. Unos de los timos de reciente detección en Sevilla se dio este verano en la venta de aires acondicionados y aparatos de climatización online. Los estafadores crean webs en las que ofrecen una serie de productos a precios muy competitivos y con suculentas ofertas, con las que buscan atraer a los compradores. Después, piden el pago a través de transferencias bancarias o mediante bizum. A los pocos días, la web desaparece y el cliente se queda sin aire acondicionado y sin dinero. Luego crean otra página similar y repiten la estafa. Y así sucesivamente.

Los alquileres vacacionales son otro clásico. A través de portales de anuncios se ofertan alquileres de inmuebles muy atractivos y a un buen precio. Cuando el usuario interesado contacta con el anunciante, éste suele decir tiene muchas personas que están interesadas y que si no se quiere perder hay que enviarle una señal, mediante bizum o transferencia bancaria inmediata, y también pide una fotografía del DNI para formalizar el contrato.

La Policía lleva meses pidiendo que se tenga cuidado con los mensajes con enlaces sospechosos, que e desconfíe de las ofertas que son demasiado ventajosas para ser verdad. Es necesario ser conscientes de los precios de mercado y no dejarse guiar por ofertas demasiado suculentas. La comunicación y el pago siempre debe hacerse dentro de la plataforma. Si piden que se haga un depósito o una transferencia bancaria, si dan una factura en PDF o en papel u ofrecen un descuento por pagar fuera de la plataforma, se debe desconfiar.

También hay que sospechar de un tono urgente o de incoherencias por parte del anfitrión. Los estafadores suelen intentar apresurar o presionar a los interesados para reservar. No se deben enviar fotos del documento nacional de identidad u otra información privada, pues no se sabe para qué lo pueden emplear posteriormente.

Los delitos contra la libertad sexual, excluidos los que se computan de manera on line, también experimentaron un fuerte repunte. De 231 casos registrados entre enero y septiembre de 2022 se ha pasado a 292 en el mismo periodo del año en curso. Esto supone una subida del 26%. De estos delitos, crecen de forma preocupante las agresiones sexuales con penetración, que pasan de 40 a 59, es decir, un repunte del 47,5%.

Explica Interior que este aumento (superior al del resto de España, que es del 12%), "debe ponerse en relación con las activas políticas de concienciación y de reducción de la tolerancia social y personal frente a este tipo de hechos delictivos, que se traducen en una mayor disposición de las víctimas a denunciarlos y a poner sus casos en manos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, lo que reduce los niveles de infradenuncia existentes en relación con estos tipos penales".

En cuanto a la criminalidad convencional, se observa una subida de prácticamente todos los delitos, en consonancia con la tendencia al alza de los últimos balances trimestrales. Los robos con fuerza subieron un 36%, pasando de 1.244 a 1.694. De ellos, 824 ocurrieron en domicilios, lo que supuso un incremento del 25%. Buena parte de culpa de este aumento la tienen bandas organizadas como la mafia georgiana, que cuenta con los mejores especialistas en el robo de viviendas. El pasado verano, la Policía desmanteló siete células de esta organización criminal en la capital andaluza.

El delito más común sigue siendo el de los hurtos, que creció un 10%. De los 11.994 casos denunciados entre enero y septiembre de 2022 se ha pasado a los 13.215 de este año. Este delito está muy relacionado con el turismo. A medida que hay cada vez más turistas en la ciudad, también proliferan las bandas organizadas de carteristas que buscan la forma de apropiarse de bolsos, carteras, teléfonos móviles, cámaras de fotos y cualquier objeto que puedan revender después fácilmente. En Sevilla operan a diario varias bandas de carteristas, la mayoría de ellas de procedencia rumana y bosnia, que funcionan como un gran clan familiar y se infiltran en los grupos de turistas que visitan el centro y la zona monumental de la ciudad.

Los robos con violencia e intimidación experimentaron un repunte del 8%. De 1.337 episodios se ha pasado a 1.445 entre un año y otro. En este apartado se encuadran los robos a punta de navaja (conocidos en el argot policial como sirlas) los tirones, los atracos con armas de fuego y cualquier modalidad que implique una situación de riesgo o amenaza para las víctimas. En los últimos meses se han dado en Sevilla varios casos de asaltos mediante la técnica del mataleón, una maniobra peligrosa que consiste en provocar la asfixia de una persona para dejarla temporalmente aturdida.

Las sustracciones de vehículos son uno de los delitos que más ha crecido, con un 27%. Evolucionan de 722 casos a 918. La mayoría de vehículos que se roban en Sevilla son motocicletas y ciclomotores. En los últimos meses se ha dado una oleada de robos en vehículos, por parte de delincuentes que destrozaban los cristales para acceder al interior y robar algo del mismo.

En cuanto a los delitos más graves, los homicidios y asesinatos, se mantuvieron en las mismas cifras que el año anterior. Hubo cinco casos consumados en los primeros nueve meses del año y 30 en grado de tentativa. El tráfico de drogas también creció un 15%, si bien este incremento está vinculado al aumento de la presión policial.

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