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La estela quijotesca del nuevo arzobispo de Sevilla

  • Pastor. Saiz Meneses nació en un pueblo de la Manchuela, fue párroco en varios de la Mancha, viene a la ciudad donde Cervantes empezó el Quijote y se formó donde lo termina

El nuevo arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses.

El nuevo arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses. / m. g. .

Con la Iglesia hemos topado. La frase del Quijote sirve para describir la trayectoria quijotesca del nuevo arzobispo. José Ángel Saiz Meneses (Sisante, Cuenca, 1956) no nació en un lugar de la Mancha del que no quiera acordarse; vino al mundo en un lugar de la Manchuela conquense, cuarto hijo de una familia de agricultores. Hilo capicúa, nacido en el 56, en el 65 su familia emigró a Cataluña. Ya tiene algo en común con Juan Manuel Moreno Bonilla, el presidente de la Junta, malagueño nacido en Barcelona como hijo de emigrantes.

Ancha es Castilla en el caso del nuevo arzobispo de la diócesis hispalense. Nació en un pueblo de Cuenca, se ordenó sacerdote en Toledo (julio de 1984), se licenció en Teología en Burgos, hizo la mili en León y fue capellán soldado en el hospital de Valladolid. En su trayectoria no hay Castillas nueva y vieja y viene a la Novísima, Andalucía. ¿El destino del Quijote? En sus inicios sacerdotales, fue párroco en tres pueblos de Toledo (uno de ellos, Anchuras de los Montes, metáfora del Sermón de la Montaña) y cuatro de Ciudad Real. Hombre leído y versado, que además de Teología estudió Filosofía y Psicología en Barcelona, no se lo imagina uno en un donoso escrutinio con el barbero de alguno de esos pueblos haciendo expurgo de los libros sobrantes.

Nace en Cuenca, se ordena en Toledo, hace Teología en Burgos, es capellán en Valladolid

En el vigésimo aniversario de su primer destino episcopal, octubre de 2001, un mes después de la caída de las Torres Gemelas, nombrado por Juan Pablo II obispo auxiliar de Barcelona, llega a Sevilla, la ciudad donde Cervantes empezó a escribir el Quijote. Su aprendizaje de la fe lo inició en Barcelona, en un Seminario Menor, donde el ingenioso hidalgo vive unas aventuras que están en los capítulos 60 y 61 de la segunda parte. "Tendieron don Quijote y Sancho la vista por todas partes: vieron el mar, hasta entonces dellos no visto…".

De Sisante a Tarrasa. De un pequeño pueblo de la Cuenca de Zóbel y Perales a la tercera ciudad más poblada de Cataluña, después de Barcelona y Hospitalet de Llobregat. Obispo de Tarrasa desde 2004, con una población de cerca 225.000 habitantes. Llega a Sevilla después de haberse curtido en el mundo rural de su infancia y el industrial de su adolescencia.

De Valladolid a Guadalajara y de Guadalajara a Cuenca. De Medina de Rioseco a Sigüenza y de aquí a Sisante. Castilla sigue siendo el granero de los pastores andaluces, que siguen haciendo su particular trashumancia en pos de sus ovejas, las dóciles y las descarriadas. En 1906 murió el último obispo andaluz de la diócesis de Sevilla, Marcelo Spínola. El año que se funda el Terrassa Fútbol Club. En la dicotomía de Betis y Sevilla, el relevo episcopal pone fin a cuatro décadas de pastores colchoneros. Amigo Vallejo y Asenjo son incondicionales del Atlético de Madrid. El segundo concluye su mandato con la undécima Liga de los de Simeone.

29 de abril de 1979. El que el 12 de junio será nuevo arzobispo de Sevilla tenía 22 años. Fue la última vez que el Terrassa (entonces Tarrasa en la nomenclatura castellana) visitó la ciudad. Fue el canto del cisne. Venció 1-2 en el campo del Betis. Hugo Cabezas marcó el gol local. Cortés y Planas hicieron los del equipo catalán. Biosca, un mundialista en Segunda, vio la tarjeta amarilla. Pese a su victoria, Terrassa acompañó a Jaén, Baracaldo y Racing de Ferrol a Segunda B. Pese a su derrota, el Betis regresaba a Primera. Un triunfo rotundo del fútbol andaluz: Málaga y Almería le acompañaban en el ascenso. El Sevilla subió a Primera la temporada 74-75, justo antes de que llegara a Segunda el Terrassa.

Al nuevo arzobispo de Sevilla le gusta oír Las cuatro estaciones de Vivaldi. Sus películas favoritas son Un hombre para la eternidad, sobre la vida de Santo Tomás Moro, Braveheart y Gladiator. Marcelo González lo ordenó sacerdote en Toledo. De la tierra del Greco viene a la de Velázquez, Murillo y Valdés Leal, cuyos fastos del cuarto centenario le cogerán a Saiz Meneses en el Palacio Arzobispal, junto a Matacanónigos. Igual su paisano José Luis Perales le ha contado que fue remero en la plaza de España cuando estudió en la Universidad Laboral, hoy la Pablo de Olavide. Son las cinco de la tarde, comienza la reunión, la partida de canasta, la charla de Religión.

En Barcelona llevó la Pastoral Universitaria y la Pastoral Penitenciaria. Un doble máster de experiencia para moverse con solvencia en la vida. Con la Iglesia hemos topado. Y con Sevilla. El mes de abril del 79 que el Terrassa venció al Betis llegó a la alcaldía Luis Uruñuela. Desde entonces han pasado cuatro obispos y siete alcaldes. Pero un solo Quijote, un solo Sancho Panza.

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