La apuesta del alcalde, Juan Ignacio Zoido, de exponer en el Ayuntamiento de Sevilla las piezas originales del Tesoro del Carambolo se ha encontrado con un importante obstáculo. Aunque Zoido ya ha nombrado incluso a un comisario para la exposición, el arqueólogo Fernando Amores, y se ha previsto incluso una partida para acondicionar y proteger la Sala del Apeadero, el plan de seguridad presentado por el Ayuntamiento de Sevilla el pasado diciembre no ha recibido el visto bueno de la Comisión de Bienes Muebles del Consejo Andaluz de Patrimonio Histórico, un órgano consultivo de la Junta de Andalucía.

La citada comisión está formada exclusivamente por expertos de reconocido prestigio en este campo, no por políticos: el propio Fernando Amores, Reyes Escalera, Carmen González, Fernando Martín, Luis Méndez, María Fernanda Morón de Castro, Benito Navarrete, Yolanda Romero y Esther Fernández de Paz, que actúa como presidenta. A la reunión del pasado 26 de enero, asistieron siete de sus nueve miembros.

Este informe de la Junta de Andalucía no es el único necesario. Tanto el préstamo como el traslado de estas valiosas piezas requiere de un complejo procedimiento administrativo derivado de la necesidad de que las tres Administraciones implicadas en la custodia del Tesoro del Carambolo den su autorización: el Ayuntamiento, como titular de las joyas; la Junta, como gestora del Museo Arqueológico y el Ministerio de Cultura, del que depende ese espacio, y que todavía no se ha pronunciado. La licencia, por lógica, se complica, dada la firmeza del dictamen de la Comisión de Bienes Muebles, negativo y aprobado por un amplísimo respaldo de estos expertos, que actúan todos en calidad de técnicos.

Según ha podido saber este periódico, la negativa se argumenta en la insuficiente seguridad que ofrecen las dependencias municipales para autorizar el traslado de este ajuar fenicio, que actualmente está custodiado en la caja fuete de un banco. La idea es que la instalación se haga en la planta baja del Consistorio. Entre otros elementos, se han barajado informes que recuerdan recientes robos en el centro de la ciudad. El último tuvo lugar la pasada Navidad, a escasos metros del Ayuntamiento, en una joyería de la Plaza Nueva. También se ha considerado la vulnerabilidad que presenta dicho tesoro por el material del que está hecho, tres kilos de oro de 24 quilates, pues fundirlo es una operación que podría realizarse en un espacio muy corto de tiempo, lo que permitiría cortar casi de inmediato cualquier investigación y pista en la búsqueda de las joyas, la colección más preciada del Ayuntamiento de Sevilla.

Hasta ahora, el gobierno de Zoido había trabajado con el empeño de que la muestra se realizase antes de que acabar el mandato. Inicialmente, la intención del alcalde era exponer el Tesoro del Carambolo desde mediados de febrero hasta junio de 2015. La fecha no estaba definida, pero estaba condicionada al regreso de tres de las 21 piezas que lo componen y que fueron prestadas al Metropolitan Museum de Nueva York para la muestra From Assyria to Iberia: crossing continents at the down of the classical age, que culminó el 4 de enero. Una cesión que empezó a negociarse en 2010.

La exposición fue anunciada el 31 de marzo del año pasado por el alcalde, como un gran proyecto que, sin duda, garantizaría una gran expectación de público. Zoido lleva varios años trabajando en esta idea, con el convencimiento de que el tesoro debería ser expuesto temporalmente en el Consistorio para que visitantes de todo el mundo pudieran venir a contemplarlo a la capital.

La controversia, y no es la primera vez que surge, está en el lugar elegido. El tesoro no se expone en el Museo Arqueológico de Sevilla porque el coste de mostrarlo al público sería de unos 150.000 euros al año. En dicho espacio se muestra de manera permanente una réplica, que no será remplazada por el tesoro original hasta que no se acometa la ampliación del museo, paralizada por los recortes presupuestarios desde hace cinco años. El proyecto prevé instalar el ajuar en una cámara acorazada que garantice su seguridad.

El tesoro original fue expuesto en el Arqueológico a final de 2009, un año después de la fecha prevista y tras posponerse en cuatro ocasiones. En esa ocasión se conmemoró los 50 años de su hallazgo en el cerro de Camas. Ahora, Zoido quiere recordar otra efemérides, pues este año se cumple medio siglo de su adquisición por parte del Ayuntamiento de Sevilla.