Calle Rioja

La expulsión de los mercaderes del templo

La homilía es la libertad de cátedra de los sacerdotes. La lectura del Evangelio de San Juan era la misma, cuando Jesús echa a los mercaderes del templo, a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas y a los cambistas de dinero. Antero Pascual y Pedro Juan Álvarez Barrera tienen en común que sus primeros destinos pastorales fueron en pueblos de la Sierra Sur, El Saucejo y Casariche, respectivamente. El primero pasó por Roma para terminar su tesis doctoral sobre Antropología de la Teología y está como quien dice recién llegado a la parroquia de San Pedro, que está de aniversario: la fecha 1624 en su fachada recuerda los cuatrocientos años de la terminación de este lateral, coincidiendo con la visita a Sevilla del rey Felipe IV.

A Álvarez Barrera le quedan un par de años para alcanzar sus bodas de plata como párroco de Ómnium Sanctórum, que también está de conmemoración: un repostero junto a su torre y campanario recuerda los 775 años de la erección de esta iglesia por Fernando III. Siete siglos y tres cuartos de historia que van a coincidir con el cierre por obras del templo. El domingo 12 de mayo se celebrará la última misa. Esta Semana Santa sus dos hermandades de penitencia harán su estación saliendo de la iglesia de la calle Feria, pero mientras duran las obras, el Carmen Doloroso llevará sus titulares a la iglesia de los Terceros, sede de la hermandad de la Cena; y los Javieres, a Santa Marina, en la calle san Luis, donde está el Resucitado. El Cristo de esta hermandad del Martes Santo irá a la vuelta de su estación de penitencia directamente al taller del restaurador José María Leal, en la calle Pedro Miguel. La tercera hermandad que tiene su sede en la parroquia, la Reina de Todos los Santos, se trasladará a la Casa Parroquial de la calle Arrayán.

Los turistas han ocupado el lugar de los vendedores de bueyes, ovejas y palomas

Dos exégesis del Evangelio igualmente fieles al espíritu de la cuaresma, pero con exposiciones muy diferentes. El párroco de San Pedro ofició la misa de ocho del sábado en San Juan de la Palma, que pertenece a su protectorado pastoral. Había muchísima gente, porque a continuación tendría lugar un concierto de música a beneficio de la causa de los trasplantes con presencia de dos bandas, una de Utrera y el Carmen de Salteras. Acudió el doctor José Pérez Bernal, que en el argot del padre Leonardo Castillo, es todo un costalero para Cristos vivos… y resucitados con su incansable dedicación a ese territorio de la generosidad, la misericordia del anonimato.

Antes, en San Juan de la Palma el sábado y en Ómnium Sanctórum el domingo, se oyó la lectura del Éxodo. Un Dios “celoso” que castiga por tres o cuatro generaciones a quienes le ignoran pero es magnánimo con hasta mil generaciones con aquellos que le obedecen. Amargura el Domingo de Ramos, los Javieres el Martes Santo, el Carmen Doloroso el Miércoles Santo. Ya tenemos media Semana Santa sin movernos de la calle Feria. Uno de los dos párrocos hizo una observación muy pertinente: con tanta variedad iconográfica como existe en la Semana Santa de Sevilla, donde están Caifás, Pilatos, Judas, Longinos, Herodes, Nicodemo y san José de Arimatea, no hay un solo misterio inspirado en esa escena de la expulsión de los mercaderes del templo. Nos gusta más, argumenta el párroco de Ómnium Sanctórum, un “Jesucristo descafeinado de máquina con sacarina”, no el que con un azote de cordeles echa a los vendedores de un templo que tardó 46 años en construirse. Esa escena se puede ver en la puerta de la calle Alemanes que da acceso al Patio de los Naranjos, en el relieve de Mercadante de Bretaña que impresiona cuando uno se acerca por Hernando Colón, a mitad de camino entre las gradas de la Catedral y los palcos de la Semana Santa.

La misa de Ómnium Sanctórum la preside el titular del Carmen Doloroso, Nuestro Padre Jesús de la Paz. Termina la Eucaristía y empiezan las visitas de cuaresma. La gincana de las iglesias. Pepe y José Manuel son gemelos consortes. Están casados con Aurora y Nati, hermanas gemelas. Los concuñados están haciendo una turné por iglesias de Sevilla. Dos perfiles diferentes. Uno de ellos lleva casi medio siglo saliendo de nazareno con la Carretería. El otro sólo salió una vez, “con 64 años”, con túnica, antifaz y capirote en la hermandad de los Estudiantes. Fue tan intenso que la podría convalidar por el maratón de salidas que ha hecho su concuñado. José Manuel es sevillista “acérrimo” y Pepe se proclama “bético ubérrimo”, ese epíteto que aparece en el poema de Rubén Darío que está en la puerta de acceso al parque de María Luisa, “ínclitas razas ubérrimas…”. Los Gemelos Consortes son incondicionales de la Abnegación de San Bernardo, que saldrá en procesión el 16 de marzo, víspera del pregón de Juan Miguel Vega.

El concierto de San Juan de la Palma lo presentó Paco Robles, vecino de esa plaza, equidistante entre el palacio donde nació Antonio Machado y la iglesia donde su hermano Manuel se casó con Eulalia Cáceres, protagonistas de ese viaje en coche desde Burgos a Colliure con un chófer falangista del libro El querido hermano de Joaquín Pérez Azaústre. Poetas cuya andadura ha recogido en un documental que muy pronto verá la luz. Burgos está muy presente cada Miércoles Santo en la iglesia de San Pedro, con ese Cristo de Juan Bautista Vázquez el Viejo que algunos confunden con el Cristo de Velázquez (bautizado en esa iglesia) del poema de Miguel de Unamuno.

Los turistas han ocupado el lugar de los vendedores de bueyes, ovejas y palomas. Los cambistas cambiaron el denario por el euro, nada que ver con los numismáticos que cada mañana de domingo se colocan en la plaza del Cabildo junto a filatélicos y otros coleccionistas. Utrera y Salteras llegaron a la calle Feria esquina con Regina, en ese tramo de Viriato que pasó a denominarse Madre María de la Purísima. En San Juan de la Palma hay un retrato de la monja que cogió el testigo de Ángela Guerrero en las hermanas de la Cruz. La religiosa que nació en el mismo bloque de viviendas del barrio de Salamanca de Madrid donde murió Gustavo Adolfo Bécquer, poeta bautizado en la iglesia de san Lorenzo.

Hay una metáfora periodística de los vendedores de bueyes, ovejas y palomas: el hartazgo de los ganaderos y agricultores que se ven ninguneados por los burócratas comunitarios. En los despachos de mullidas moquetas y sofisticados soportes digitales han decidido ponerle puertas al campo, que es la savia de las ciudades, su oxígeno. Libertad de cátedra en dos homilías de la calle Feria, nombre que remite a mercado, a cambalache, a trato, desde Regina hasta la Resolana. Hasta Extramuros, donde las flechas indican la posición del arco. Un paseíllo de tiempo entre la estatua de Joselito y la casa donde nació Juan Belmonte. En el Evangelio de San Juan se habla de bueyes, no de toros. Aires rocieros de Pentecostés, cincuenta días por los Cuarenta de la Cuaresma con su dieta espiritual: oración, limosna y ayuno. Ayer fue 3 del 3, número trinitario. Alfredo Landa, nacido el 3 del 3 del 33, hubiera cumplido 91 años.

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