La familia de un hombre fallecido el 6 de septiembre de 2016 en el Hospital Virgen Macarena pide cuatro años de prisión para una enfermera que será juzgada por homicidio por imprudencia grave, al haber administrado a la víctima cloruro potásico de forma inadecuada.

La acusación particular eleva así la pena solicitad por la Fiscalía, que pide para la acusada, M.E.G.P., tres años de prisión, según ha informado el abogado Francisco Garoña que representa a la familia. Además reclama que la enfermera que no puede ejercer durante seis años (la Fiscalía pide la inhabilitación durante cuatro) y que indemnice a la viuda de la víctima con 302.500 euros en concepto de daños y perjuicios (el Ministerio Público pide que indemnice con 180.000 euros a la viuda y con 22.000 euros a cada una de las hijas de la pareja).

El SAS,  responsable civil subsidiario

El juez de refuerzo del Juzgado de Instrucción 6 de Sevilla ha dictado recientemente el auto de apertura de juicio oral contra la profesional sanitaria para enviar el caso al Juzgado de lo Penal que por reparto corresponde para su enjuiciamiento. El caso también se dirige contra el Servicio Andaluz de Salud (SAS) como responsable civil subsidiario y contra la compañía de seguros de la encausada como responsable civil directo.

En el auto de apertura de juicio oral, el instructor requiere a la acusada una fianza de 225.000 euros a fin de asegurar las responsabilidades pecuniarias que pudieran imponérsele, todo ello con el apercibimiento de que, "de no prestarla, se le embargarán bienes en cantidad suficiente para asegurar la suma señalada". Asimismo, también requiere al SAS y a la compañía aseguradora de la acusada como miembro del Colegio de Enfermería para que, en concepto de responsable civil subsidiario y para el supuesto de que la acusada no preste la fianza exigida, abonen los 225.000 euros para asegurar la responsabilidad civil que pudiera derivarse de la causa.

No diluyó la medicación en el suero

Los hechos sucedieron el 6 de septiembre de 2016 después de que la víctima fuera intervenida quirúrgicamente sin complicaciones y, según el escrito de acusación de la Fiscalía, tenía prescrito la administración por vía intravenosa de 10 milogramos de cloruro potásico diluido en 500 mililitros de suero fisiológico.

Sin embargo, "con olvido de las más elementales reglas de la praxis de enfermería", según el fiscal, la acusada "no diluyó" la ampolla de cloruro potásico en el suero y además se lo inyectó a "una velocidad superior a la estipulada (no más de 10 ó 15 segundos), lo que le produjo al paciente una inmediata parada cardiorespiratoria que le causó la muerte pese a los denodados intentos de reanimarle realizados por los facultativos".