Las obras del centro comercial Nueva Galería han condenado a vivir en un callejón insalubre sin luz ni ventilación a las familias de tres bloques (9, 10 y 11) de la Plaza de los Luceros, en la barriada del Parque Alcosa. "El edificio en construcción se tiene que tirar porque la culpa es del Ayuntamiento, que es quien ha dado licencia", es la frase que más repiten los vecinos afectados. El encargado de la obra se resiste a entrar en la polémica y sólo dice que el inmueble tiene autorización municipal y que si se demuele a él le tienen que pagar lo hecho.

El malestar del barrio se refleja en una veintena de pancartas que cuelgan de los balcones con mensajes del tipo "lapidados a menos de 1,90 metros" o "señor alcalde, nos han condenado a vivir en la oscuridad". La ausencia de luz natural en los pisos afecta a todos, especialmente a los habitantes de los bajos, y está causando depresiones en las personas más mayores y ansiedad en el resto debido al encajonamiento al que los han condenado de por vida. El centro comercial ha acabado con las vistas que los vecinos tenían a la plaza y, cuando la obra concluya, sólo verán una pared con altura equivalente a las tres plantas de sus pisos.

La madre de Álvaro y Manuela, gemelos de 9 años, comenta angustiada el frío y la humedad que hay en las viviendas porque la obra del centro comercial les ha robado toda la luz del sol. "Tengo la luz encendida todo el día y mis hijos se quieren ir a vivir a casa de la abuela porque les da miedo pasar por el callejón", protestaba ayer esta madre, vecina de la segunda planta.

Los ánimos están muy caldeados tras cinco meses de obras y ante el silencio municipal a los cinco escritos de protesta enviados por la vecindad, sobre todo desde que en el último mes los tabiques de ladrillo han crecido a ritmo de vértigo porque la constructora tiene orden de tener listo el centro comercial el próximo mes de junio. Los vecinos insisten en que no van a permitir que la obra siga robándoles su espacio.

Ayer, uno de los puntales de la obra cayó sobre la ventana de un segundo piso y rompió la cerámica del alféizar, lo que da una idea de la cercanía de los dos edificios. Lo más grave es que este encierro impide para siempre cualquier rescate en caso de emergencia. El esqueleto del centro comercial se ha levantado a tan sólo 1,80 metros de los balcones de los pisos y, en el mejor de los casos a 2,30 metros, cuando la distancia reglamentaria debería alcanzar los seis metros, según los vecinos.

Según la Coordinadora de entidades y vecinos del Parque Alcosa (La Fea), el origen del problema es que Urbanismo cambió la calificación de la parcela en la aprobación provisional del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para convertirla en "servicio terciario en edificación compacta", frente a la calificación de "servicio terciario en edificación abierta" que tenía en la aprobación inicial del plan urbanístico. Este cambio permitió al propietario del suelo duplicar los locales comerciales previstos inicialmente.

Según la coordinadora vecinal, el abogado de Urbanismo admitió el miércoles a una representación de los afectados que en efecto hubo "un error de planeamiento" entre lo que reflejaba el documento de aprobación inicial y el provisional del PGOU. Los vecinos se preguntan ¿por qué ese error no se detectó cuando Urbanismo revisó el expediente para conceder la licencia de obras del centro comercial entre finales de 2006 y principios de 2007? El delegado de Urbanismo Emilio Carrillo aún no se ha pronunciado al respecto, pero podría hacerlo hoy. Entre tanto, la vecindad ha convocado una manifestación de protesta el próximo jueves por todo el barrio. El edificio, de dos plantas, lo construye Fersumar y Cuman comercializa los locales.