"Sevilla será una ciudad blindada desde esta noche y durante toda la jornada del sábado". Así lo expuso este viernes el comisario general de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional, Juan Carlos Castro, que atendió a la prensa en las puertas del estadio de la Cartuja en las vísperas de la final de la Copa del Rey que enfrentará al Real Madrid y al Osasuna a partir de las diez de la noche de este sábado.

Castro detalló las líneas maestras del dispositivo de seguridad del partido, que lleva el nombre de operación Osma. "El estadio tendrá poco menos de 55.000 espectadores, que se reparten en un 40% para cada equipo y el resto para la Federación como organizadora del evento. Nuestro objetivo es que el partido se desarrolle en las mejores condiciones de seguridad y que se hable sólo de fútbol".

El comisario explicó que la final está considerada como un partido de alto riesgo, al que hay que añadir la asistencia del Rey Felipe VI. Además, está vigente el nivel 4 del plan antiterrorista. Por ello, se están realizando todas las gestiones para proteger a ambos equipos y a sus seguidores.

La Policía espera que vengan unos 12.000 seguidores en autobús y otras 8.000 personas en ferrocarril a través de trenes chárters contratados con las empresas Renfe e Iryo. Unos 2.000 aficionados más llegarán en vuelos chárters al aeropuerto de San Pablo. 

Policías nacionales en la Cartuja, este viernes.

En cuanto a los ultras de ambos equipos, Castro detalló que los Ultras Sur del Real Madrid mantienen una ideología de extrema derecha, mientras que los Indar Gorri del Osasuna son de extrema izquierda y con vinculaciones con el movimiento abertzale. "Entre ellos no se llevan especialmente bien", apuntó el comisario, que recordó que ambos grupos se enzarzaron en 2014 en una reyerta "con algún herido" en las inmediaciones del estadio Santiago Bernabéu. Se espera que vengan unos 200 ultras sur y el grupo Indar Gorri al completo, que son unas 600 personas.

La Policía también vigilará especialmente a los radicales del Sevilla y del Betis, que tampoco "se llevan especialmente bien" con los ultras del Real Madrid y del Osasuna. "Tomaremos medidas para que no haya peleas, reyertas, etcétera". Para ello, en el dispositivo participarán 1.400 policías, de los que mil han venido expresamente de Madrid y otros 400 proceden de la Jefatura Superior de Policía en Andalucía Occidental y de la Comisaría Provincial de Sevilla. 

La semana pasada se detectó la venta de entradas falsas y fue detenida una persona con 400 entradas y 12.000 euros. Este hombre fue detenido posteriormente vendiendo entradas en otras localidades. "Se trata de una falsificación burda, fácilmente detectable a simple vista, por lo que esperamos que los que hayan comprado estas entradas no pasarán". 

Sobre los controles de seguridad que habrá en la ciudad, el comisario de Seguridad Ciudadana expuso que el estadio tiene un perímetro que estará vigilado por la Policía y seguridad privada. Los agentes también se desplegarán por los alrededores de las estaciones de trenes y autobús, y también en el apeadero de la Cartuja, adonde llegarán un par de trenes de Pamplona. 

La Policía utilizará el sistema de drones y antidrones durante el partido, así como el helicóptero estará apoyando desde el aire todo el dispositivo.