Otra forma de ahuyentar las palomas

La Hispalense pone en marcha un método para atraer a rapaces · El Ayuntamiento de Sevilla prevé poner en marcha el proyecto

Enrique Figueroa muestra la caja que se ha diseñado para que aniden en ella los cernícalos.
Enrique Figueroa muestra la caja que se ha diseñado para que aniden en ella los cernícalos.
Diego J. Geniz

06 de abril 2012 - 05:03

Las palomas se han convertido en un problema bastante serio no sólo para edificios monumentales, sino también en aquellos que sin tener esta catalogación reciben a diario a cientos de personas. Distintas instituciones han puesto en marcha en los últimos años varios métodos para intentar ahuyentar a esta ave, conocida como las ratas del aire por su capacidad de propagarse y los daños que pueden llegar a ocasionar. El último ejemplo, en este sentido, ha sido el sistema de electrificación que se colocará en la puerta de la Asunción de la Catedral hispalense para que las palomas no perjudiquen más a las figuras labradas en piedra que se restauraron hace tres años.

La Universidad de Sevilla, dentro del Plan Estratégico de Sostenibilidad que desarrolla desde hace casi dos años y medio, pondrá en marcha una acción de conservación de la biodiversidad que, por un lado, persigue atraer a Sevilla aves rapaces -cuya presencia es cada vez más exigua- y, por otro, disminuir la población de palomas. Este método se está poniendo en práctica de forma experimental en la Facultad de Química, dentro del Campus de Reina Mercedes, una de las sedes universitarias más afectadas por las deyecciones de palomas. El sistema, muy similar al que se usa en los aeropuertos para evitar que este tipo de aves entorpezcan las operaciones de despegue y aterrizaje de aviones, consiste en atraer a las azoteas del edificio a cernícalos y lechuzas que ahuyenten a las palomas.

Enrique Figueroa, catedrático de Ecología y responsable de este proyecto, explica al respecto que Sevilla sufre "una marcha biológica de aves depradadores", debido, en parte, a "la nueva arquitectura". "En los nuevos edificios las rapaces no encuentran sitio para asentarse, ya que no hay hueco, ni vegetación cercana", señala Figueroa. Condicionantes que sí reúne la Facultad de Química -amplia azotea, zonas verdes en el Campus y comida garantizada en el cercano puerto- donde habita desde hace meses una pareja de cernícalos. La intención ahora es que esta especie se reproduzca, motivo por el cual José Luis López e Isidro Álvarez -colaboradores del proyecto- han diseñado unas cajas de corcho que simulan nidos naturales.

El precio de estas cajas varía según el tipo de anclaje que necesite para el lugar donde se coloque. El coste medio oscila entre 25 y 35 euros. El corcho, además, resiste más que la madera, ya que no se pudre, lo que permite que este mecanismo se pueda seguir usando durante 30 años. Además de cernícalos, los colaboradores de este proyecto también han diseñado una caja-nido para que habite en él la lechuza, otra ave rapaz cuyos ejemplares son cada vez más difícil de ver en Sevilla.

Este método ya ha dado resultado. En la Facultad de Química se han encontrado restos de palomas, lo que significa que han sido presa de los cernícalos. "Esto provoca que la población disminuya y se marche a otro lugar", explica Figueroa, quien muestra sus reparos sobre el método empleado en la Catedral: "La paloma es un ave bastante inteligente. Si nota que existe un peligro en la Puerta de la Anunciación se concentrará en otro punto de la Catedral, por lo que para que fuera efectivo este sistema tendrían que electrificar todo el templo". Además, este catedrático de Ecología advierte que dicho método puede afectar a otras especies que habitan la Catedral. Jilgueros, verdecillos, mosquiteros comunes, golondrinas, colirrojos tizón... y así hasta diez especies distintas que pueden ser ahuyentadas también del templo metropolitano.

El proyecto universitario, que se desarrollará también en la Facultad de Física, Biología y Matemáticas que se encuentran en Reina Mercedes, ha despertado el interés del Ayuntamiento. En concreto, el departamento de Parques y Jardines está pendiente de los resultados que se obtienen con las cajas-nido de la Facultad de Química para poder aplicar el sistema en los edificios municipales y complementar así el sistema verde del Ayuntamiento, que también persigue el mantenimiento de la biodiversidad. Según Figueroa, es la primera vez que una universidad pone en marcha un sistema similar.

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