Un simple código, el binario, con su combinación de ceros y unos ha logrado que cualquiera, con la única ayuda de un ordenador, pueda tener acceso al universo que encierran las nuevas tecnologías. Sin embargo, la mayoría de los usuarios desconoce el potencial que internet o las redes sociales tienen en la esfera cultural y social pero también los riesgos que entrañan. Resolver dudas y dar a conocer lo que se cuece en Sevilla y en el resto de España en lo que a cultura digital se refiere es el objetivo del espacio que la Asociación Átomos y Bits de Artistas, Arquitect*s e Investigador*es Digitales de Andalucía ha levantado en la Cartuja y que hasta mañana reúne a hackers, artistas y usuarios en general.

Cuenta Susana Serrano, una de las organizadoras, que internet, "como la calle", debe ser "un espacio público y social". A su juicio, se hace necesario "una mayor formación y actitud crítica" ante la expansión de las nuevas tecnologías y en ello están volcados desde que hace poco más de un año y medio pusieron en marcha la asociación.

Ahora, iniciativas como la emisora de radio El Taburete Metafísico Sin Patas, que retransmite desde Sevilla a todo el mundo por internet, o el proyecto para reconvertir en un centro de nuevas tecnologías el Pabellón de Europa se dan a conocer en este medialab -como se denominan este tipo de espacios-, en el que también hay talleres de intercambio de experiencias en los que puede participar público de todas las edades.

Las redes sociales tienen un papel destacado en este encuentro, ya que se han popularizado tanto que "no somos nadie sin un perfil" en una de ellas. Lo cuenta Spideralex, una de las impulsoras de N-1, una red libre (no comercial y sin ánimo de lucro) nacida en Andalucía y que pretende ser una alternativa que garantice la privacidad de los usuarios y fomente el uso social de estas herramientas. Pero también tienen hueco lo último en arquitectura o videojuegos así como cualquier iniciativa individual y anónima.