El gas de la risa, peligro de bomba en las comisarías
El CSIF denuncia ante la Fiscalía al jefe de la Policía Local por el riesgo de explosión al almacenar botellas de óxido nitroso
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El sindicato CSIF ha denunciado al jefe de la Policía Local de Sevilla, Antonio Luis Moreno, ante la Fiscalía de Sevilla por el peligro que supone tener almacenadas en comisaría botellas de óxido nitroso. Este compuesto, que se conoce popularmente como gas de la risa, está muy de moda entre los jóvenes, que lo consumen como una droga. En los últimos meses, han sido varias las intervenciones de bombonas y botellas de óxido nitroso tanto de la Policía Local como de la Nacional en la capital andaluza. El problema es que no existe un protocolo para deshacerse de ellas, y almacenarlas en las comisarías entraña un grave riesgo de explosión.
En su denuncia, los delegados de CSIF explican que todo surge tras la intervención de medio centenar de botellas de óxido nitroso el 28 y 29 de enero de 2025. "La Policía carecía de protocolos de actuación y lugar de almacenamiento", apunta el escrito del sindicato, que solicitaba "instrucciones precisas" a la Jefatura a la hora de tratar con este producto. El texto recuerda que en la ficha del mismo puede leerse que debe manipularse de forma segura con equipos de protección individual y máscaras, evitar el contacto con los ojos, la piel o la ropa y una serie de medidas e indicaciones para evitar deflagraciones.
El 7 de marzo, tras no responder a anteriores comunicaciones, la Jefatura de la Policía Local contestó asegurando que "el procedimiento de trabajo ante la incautación del citado material consiste en el depósito del mismo en las dependencias de cualquier punto de Lipasam". Sobre el lugar en el que se almacenan las botellas, la Jefatura indicaba que no tenía conocimiento de que existiera "almacén alguno" en la sede policial. Por último, recordaba que la eliminación de las botellas "es competencia de Lipasam".
Tras esta respuesta, CSIF insistió en aclarar una serie de dudas, como quién debía transportar el óxido nitroso desde el lugar de la intervención hasta el punto limpio de Lipasam, a dónde llevarlo si la incautación se producía en horario nocturno o si Lipasam tenía la cualificación medio ambiental para el tratamiento de este producto. El 13 de marzo, los delegados sindicales se reunieron con el gerente de Lipasam, Manuel Torreglosa, que les indicó que no tenían "ningún acuerdo firmado con la Policía Local y que nadie se había puesto en contacto con ellos para explicarles el asunto" y que "si un patrullero iba a un punto limpio y depositaba allí las botellas no existiría ningún control sobre las mismas y se tratarían como un residuo sólido más".
Ante esto, el sindicato elevó un escrito a la Inspección de Trabajo y la Seguridad Social, en el que denunciaba la situación de "desprotección" que sufrían los policías. La Policía intentó guardar las botellas en un almacén que tiene en el estadio de la Cartuja, pero finalmente se almacenaron en una sala del distrito Nervión, junto al armero y la zona fría en la que los agentes manipulan sus armas reglamentarias.
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