LORCA y Falla organizaron en 1922 el Concurso de Cante Jondo de Granada para romper todos los puentes que separaban lo culto de lo popular. En ese concurso en el que sorprendió un jovencísimo Manolo Caracol destacaron dos guitarristas, Ramón Montoya (1880-1949) y Manolo de Huelva (1892-1976). Su música sonará mañana jueves (22:00) en los Veranillos Flamencos del Alamillo en un concierto de guitarra ofrecido por un músico nacido un siglo después, Alejandro Hurtado (San Vicente de Raspeig, Alicante, 1994).

Este intérprete alicantino de 27 años, nacido el mismo año que Carlos Sainz, está llamado a formar parte de la Fórmula 1 de la Guitarra española. El concierto lo presenta como un homenaje a Rodrigo de Zayas (Madrid, 1935). Este músico y humanista, alma del Taller Zyriab con su esposa, Anne-Marie Perret, le abrió su archivo a Alejandro Hurtado para que conociera partituras de aquellos maestros.

La música que sonará, cinco palos de Ramón Montoya (Granaína, Tangos, Minera, Farruca, Rondeña) y otros tantos de Manolo de Huelva (Soleares, Seguiriyas, Alegrías, Serrana, Bulerías), la ofrecerá con las guitarras que aquellos legendarios artistas cedieron como legado a Virginia Harrison y Marius de Zayas, padres de Rodrigo de Zayas.

La guitarra de Montoya se llama La Leona y data de 1916. La de Manolo de Huelva se construyó en 1937. Le acompañarán Laura Román, al cante, y Antonio Gámez, al toque.

Un guitarrista alicantino por cuyas venas corre sangre andaluza. "Mi padre es cordobés, pero mis abuelos, originarios de un pueblo de Córdoba, Palenciana, emigraron a Alicante cuando tenía 16 años; mi madre es de Cehegín, Murcia". Su padre, albañil de profesión, canturrea y es muy aficionado a los toros. El joven guitarrista a punto estuvo de apuntarse a una Escuela Taurina. Convivía en casa con discos de Juanito Valderrama, la Niña de los Peines, Antonio Molina.

Con 10 años, la edad a la que empieza sus estudios en el Conservatorio de su pueblo e

Acompañó a Mayte Martín y desde agosto lo hará con Miguel Poveda

n Guitarra Clásica, "no había formación académica para guitarra flamenca", da su primer concierto en un acto de su colegio. Intepreta por soleá y por bulerías. Va iniciando su magisterio: Roberto Savater, que ahora está en el Conservatorio de Jerez; David Cerreduela, de la escuela madrileña de Caño Roto, que tocó con Enrique Morente… hasta que en 2013 se traslada a Córdoba, la tierra de su familia paterna, para empezar sus estudios en el Conservatorio, ya en guitarra flamenca.

Durante cuatro años acompañó a la guitarra a la cantaora Mayte Martín. Con ella realizó dos visitas musicales a Sevilla: en 2019, al Teatro Távora, con el disco que la artista hizo a partir de poemas de Manuel Alcántara, y en enero de 2020 en el Teatro de la Maestranza. "Mi intención era venirme a vivir a Sevilla. Cuando llevaba una semana en el piso llegó la pandemia y me volvía Alicante. Ni siquiera había firmado el contrato".

Fue en una de sus actuaciones con Mayte Martín donde lo conoció Rodrigo de Zayas. Le abrió las puertas de su archivo y las de su familia en una hospitalidad artística que esta noche cobra forma de concierto en el Cortijo del Alamillo. Cree en la autonomía musical de la guitarra, pero no desdeña las compañías. El 14 de agosto, en Segovia, empezará a acompañar en su gira al cantaor Miguel Poveda.

Se formó en Córdoba, reside en Alicante y mañana tocará en la ciudad en la que no pudo instalarse por culpa de la pandemia. Está totalmente centrado en su formación, que vivió las fases autodidacta y académica. La música le ha devuelto a sus raíces. Este mismo año ha actuado en solitario en el Teatro Real de Madrid y en el Auditorio Nacional, en ambos casos con la interpretación de El concierto de Aranjuez, de Joaquín Rodrigo.

En los estudios de grabación cordobeses de Hanare preparaba su primer disco en solitario, pero este regalo del destino al dar con las guitarras de Ramón Montoya y Manolo de Huelva le hizo aparcar ese proyecto y centrarse en la grabación del disco titulado Maestros del Arte Clásico Flamenco. En la portada, Ramón Montoya y Manolo de Huelva en sendas caricaturas de Marius de Zayas. Dentro, estos guitarristas aparecen fotografiados, respectivamente, por los hermanos Martinotto en Grenoble 1936, y por el propio Marius de Zayas en Sevilla 1954. En la contraportada del disco, aparece Alejandro Hurtado sujetando la Leona, “era como la llamaba la gente cada vez que salía Ramón Montoya a tocarla" y la guitarra de Manolo de Huelva, genio nacido en Riotinto con el nombre de Manuel Gómez Vélez.

Nieto de tratantes de ganado, Ramón Montoya se hizo un virtuoso en el manejo de los caballos, de lo que dio fe en circos ambulantes de su familia. Con el dinero que le dio su padre para comprarse un caballo, se compró la primera guitarra. En un café cantante de Sevilla creó la Farruca. Tuvo una segunda guitarra llamada Pepita Jiménez, ambas hechas por el lutier Santos Hernández.

Manolo de Huelva, de tierra de mineros, acompañó a la guitarra a Manuel Torre, Antonio Chacón, la Niña de los Peines y Tomás Pavón. En 1922 fue tocaor oficial del Concurso de Cante Jondo de Granada. Fiel exponente del abrazo de lo clásico y el flamenco, tocó en los tugurios de la Alameda, en las salas nobles y hasta en el Palacio de la Magdalena de Santander, sede de los cursos de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.