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Sevilla

Las marcas del hachís

  • Los clanes de la droga marcan sus paquetes con pegatinas para identificarlos ante posibles robos

Distintos logos en las tabletas de hachís.

Distintos logos en las tabletas de hachís. / M. G.

Kinder Bueno, Le Petit Marseillais, FBI, CIA, Paris, Atlas, Critical++, Marijuana Golf son algunas de las marcas que la Policía Nacional y la Guardia Civil se han encontrado al intervenir tabletas de hachís. Son pegatinas que los traficantes colocan dentro de sus paquetes para identificar la droga.

Lo hacen por una cuestión de pertenencia o de delimitar el territorio, pero sobre todo tiene una función más útil: saber si el hachís es el suyo en el caso de que éste sea sustraído por una banda rival o decomisada por las Fuerzas de Seguridad.

Este tipo de marcas, que antes podían ser algún dibujo, una letra o una simple figura geométrica en la tableta o pastilla ha evolucionado hasta convertirse en pegatinas con cierto diseño. No deja de ser llamativo el uso de los logos del FBI y de la CIA o el de la marca Kinder Bueno acompañada de unas hojas de marihuana. También es curioso que se utilice la imagen oficial de una firma de jabones como es Le Petit Marsellais, aunque algo tuneado.

El hachís es la droga más consumida en Sevilla y son varias las organizaciones que se dedican a su distribución tanto en la capital como en la provincia. La mayor parte del hachís que entra en España lo hace por el Estrecho de Gibraltar, en concreto por el barrio de la Atunara, en La Línea de la Concepción, desde donde luego se distribuye no sólo al resto del país, sino también por toda Europa.

El río Guadalquivir y los polígonos industriales

Las mafias locales compran la droga a los narcos de La Línea y se encargan de distribuirlas en Sevilla. Pero no todo entra por el Estrecho. También se utiliza el río Guadalquivir como vía de entrada de la droga en España. Para ello se utilizan lanchas semirrígidas muy potentes, con las que se remonta el río Guadalquivir a una velocidad imposible de seguir para los barcos de la Guardia Civil o el Servicio de Vigilancia Aduanera.

Además, la Guardia Civil de Sevilla no dispone de embarcaciones para la vigilancia del río, por lo que, una vez metidos en el Guadalquivir, los narcos suelen trabajar con ciertas facilidades. Generalmente alijan en Isla Mayor, en el polígono industrial Príncipe de Gales, donde existen varias naves que se utilizan como guarderías de la droga.

Otras organizaciones deciden trasladar la mercancía a otras zonas próximas al río como Lebrija, La Puebla, Coria o Dos Hermanas. Suelen utilizar para ello naves industriales que alquilan en distintos polígonos. Hace unos años, la Policía Nacional encontró tres toneladas de hachís en una nave del polígono La Red, en Alcalá de Guadaíra.

Esta droga pertenecía a la misma organización a la que se le decomisaron 52 toneladas en Córdoba, en la que fue la mayor operación contra el tráfico del hachís en toda Europa. También en Sevilla Este se recuperaron a finales de la década pasada once toneladas de hachís. La droga se guardaba en un garaje subterráneo de un bloque de oficinas.

El año pasado cayó medio cuartel de la Guardia Civil de Isla Mayor en una operación antidroga, en la que cayeron también varios traficantes locales.

Los vuelcos o robos de droga

Una organización especializada en el transporte de hachís por el río es la de los Lanas, asentada en el Aljarafe, que fue desmantelada también hace unos meses. Algunos de sus miembros se vieron implicados en un tiroteo para tratar de impedir un vuelco. Con este nombre se conoce en el argot policial el robo de droga entre narcotraficantes.

Este tipo de robos son muy frecuentes, de ahí que los narcos recurran a marcar la droga para identificarla en caso de sustracción. En Sevilla hay bandas especializadas en vuelcos, como la del Torna, que actualmente se encuentra fugado y se cree que está en Marruecos.

Este tipo de grupos se dedica a robar hachís –o cualquier otra sustancia– por encargo. Generalmente lo hacen vestidos de policías, y a veces se les ha intervenido material oficial de la Policía Nacional o de la Guardia Civil, así como placas muy parecidas a las reales, chalecos y otras prendas de ambos cuerpos.

En muchos de los barrios de Sevilla hay organizaciones dedicadas a la venta de hachís. Palmete, Los Pajaritos, La Bachillera y el Polígono Norte son algunos en los que más se mueve este negocio ilícito.

Recientemente se ha detectado que algunas partidas de hachís vienen con cortes de heroína, una droga mucho más potente y peligrosa. De esta forma, los narcos provocan una mayor adicción entre sus clientes.

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