La huelga del metal colapsa la ciudad y sus accesos en hora punta

La huelga del metal colapsó ayer los accesos a la ciudad y a los polígonos industriales a hora punta, en el conflicto laboral abierto por el bloqueo en la negociación del convenio colectivo. Las vías más saturadas de coches fueron las grandes avenidas de la ciudad y los accesos a Sevilla por la carretera de Madrid y por el Alamillo. Pequeñas caravanas de vehículos que se desplazaban desde distintos puntos de la provincia a la manifestación cuyo punto de partida estaba en República Argentina colapsaron la entrada a la ciudad. En el acceso por la A-4, por ejemplo, dos coches de participantes en la huelga recorrieron la autovía en paralelo a una velocidad apenas superior a los diez kilómetros por hora, por lo que ningún coche podía adelantarlos y las retenciones en este punto fueron más que considerables.

Dentro de la capital andaluza, los ciudadanos tardaron aproximadamente el doble en cubrir sus desplazamientos ordinarios. Desde Nervión, por ejemplo, hubo quien empleó más de una hora en llegar hasta la isla de la Cartuja, un trayecto que suele cubrirse en apenas veinte minutos. Esto motivó que fueran muchos los conductores que buscaran vías alternativas y trataran de dar rodeos por el interior de los polígonos industriales. La ronda del Tamarguillo fue otra de las vías más colapsadas y no se podía avanzar desde el centro comercial Los Arcos hasta prácticamente la rotonda del Carrefour Macarena, en un atasco que discurría a lo largo de más de cinco kilómetros.

En la zona norte de la ciudad, la segunda ronda, el Alamillo, la Glorieta Olímpica, Torneo y su prolongación por Jiménez Becerril y las inmediaciones de San Lázaro estaban completamente colapsadas entre las ocho menos cuarto y las diez de la mañana. En el sur de la ciudad hispalense, las avenidas de la Palmera y de la Paz fueron las más afectadas.

Durante la jornada de protestas, un millar de trabajadores -según fuentes policiales- se concentraron en la sede de la Confederación de Empresarios de Sevilla tras la manifestación que partió de República Argentina. Para los sindicatos UGT y CCOO la huelga fue un "éxito rotundo" y señalaron que el seguimiento fue del 90% en el sector con una participación de 5.000 empleados. Muy distintos son los datos aportados por la Federación de Empresarios del Metal (Fedeme) que afirmó que el seguimiento fue "casi nulo" en la provincia y del 10% en la capital.

El secretario general de UGT-Sevilla, José Figueroa, subrayó ayer que la jornada se desarrolló "sin incidentes" e insistió en la necesidad de que la patronal "se siente y negocie para que sus plantillas no se vean obligadas a volver a la carga".

Los empresarios, por su parte, mostraron su "decidida disposición al diálogo" con los representantes de los trabajadores para "buscar, a través de la negociación, el mejor entendimiento y un acuerdo asumible por las empresas metalúrgicas sevillanas cuyo futuro se encuentra ya en peligro".