La Inspección de Trabajo investiga la falta de personal en la cocina del Hospital Virgen del Rocío
El organismo estatal inicia diligencias tras una denuncia del sindicato FAC-USO por una situación "crítica"
El hospital reconoce la merma en la plantilla y la puesta en marcha de medidas "para garantizar una cobertura adecuada"
María Elisa Cordero Matía es la nueva directora médica del Virgen del Rocío

La Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social en la provincia de Sevilla ha iniciado diligencias tras una denuncia presentada por el sindicato FAC-USO ante la “crítica situación” que atraviesa el personal de la Unidad de Alimentación del Hospital Universitario Virgen del Rocío.
La denuncia se presentó ante el organismo dependiente del Ministerio de Trabajo y Economía Social el pasado 11 de abril, obteniendo respuestas cinco días después, con fecha del 16 de abril, a través de un escrito al que ha tenido acceso este periódico y en el que la Inspección del Trabajo ordena la realización de “actuaciones inspectoras”, que concluirán o no en la adopción de las medidas oportunas, siempre y cuando se pueda verificar lo que exponen los denunciantes.
Según la organización sindical, la falta de cobertura de puestos está llevando a los profesionales a un “agotamiento extremo”, agravado por el trato recibido por la plantilla ante las circunstancias actuales.
En este contexto, la secretaria de Organización de FAC-USO Sanidad Andalucía, Esther Rodríguez Clemente, advierte de “una serie de vulneraciones de los derechos de los trabajadores” en materia de prevención de riesgos laborales. Entre ellas, destaca la presentación por parte del sindicato de tres factores de riesgo por el alto nivel de riesgos psicosociales provocados por la falta de profesionales en los servicios, avalados por informes médicos y expuestos en el comité de salud del centro.
Además, se denuncia una “falta de organización en las plantillas”. Según recoge la denuncia presentada ante la Inspección del Trabajo se estarían haciendo “modificaciones en los cuadrantes sin previo aviso”, “turnos que no respetan las 12 horas reglamentarias entre los mismos”, “denegación de permisos” y una “total arbitrariedad en la gestión del personal”. “Como consecuencia, los técnicos superiores en alojamiento están viendo duplicada su carga de trabajo al tener que realizar simultáneamente las tareas de dos puestos con siete bajas sin cobertura, mientras los pinches de cocina acumulan 29 bajas sin cubrir en el servicio”, detalla la organización sindical, que insiste en que “en el ámbito sanitario, la prevención de riesgos laborales adquiere una especial relevancia debido a la exposición a diversos factores de riesgo, como los biológicos, químicos, físicos y psicosociales”. “Una adecuada gestión de la prevención no solo repercute en el bienestar de los profesionales, sino también en la calidad de la atención prestada a los pacientes”, concluye FAC-USO.
Desde el hospital reconocen “el elevado índice de bajas” en el personal de la Unidad de Alimentación denunciadas por el sindicato. “Es un reto como consecuencia natural de la exigencia física del trabajo y del envejecimiento progresivo de la plantilla”, afirman las fuentes consultadas. Sin embargo, apuntan a la puesta en marcha de medidas “para garantizar una cobertura adecuada y asegurar la continuidad del servicio en las mejores condiciones”.
En el centro defienden que su cocina “es la más grande de toda Andalucía y un ejemplo de compromiso con la salud pública”. “Este servicio proporciona alimentación de calidad a más de 1.300 pacientes cada día, garantizando no solo una nutrición adecuada como parte del tratamiento hospitalario, sino también el bienestar de los pacientes. Los menús son confeccionados por un equipo de dietistas y bromatólogos para asegurar una alimentación saludable y equilibrada”, explican. “Detrás de esta labor hay un equipo humano de 278 pinches, 24 técnicos de alojamiento y 32 cocineros que trabajan en turnos de mañana y tarde, los siete días de la semana, los 365 días del año”, añaden.
Asimismo, argumentan la “modernización” a la que se están sometiendo las infraestructuras de una cocina con casi tres décadas de historia. “Se han presentado proyectos que contemplan la mejora de la cubierta, la adquisición de nueva maquinaria y otras actuaciones clave”, explican. “Todas estas mejoras se están llevando a cabo con rigor, planificación y absoluta transparencia, cumpliendo cada uno de los procedimientos que exige la gestión pública”, sentencian.
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