Calle Rioja

“España la han creado sus reyes”

Moreno Alonso, Pérez Maura, Gutiérrez Alviz, Sánchez Saus y Campos Campayo con el libro ‘La Corona en España’.

Moreno Alonso, Pérez Maura, Gutiérrez Alviz, Sánchez Saus y Campos Campayo con el libro ‘La Corona en España’. / José Ángel García

El día que se presentaba el libro en los Pinelo, el rey Juan Carlos I había llegado a Sanjenjo; y su hijo, Felipe VI, estaba en Ronda. España de norte a sur. En la capital de los maestrantes que tanto le gustaba a Hemingway y a Orson Welles, Rafael Sánchez Saus, uno de los coautores de La Corona en España (La Esfera de Los Libros), le entregó un ejemplar al jefe del Estado, protagonista del último capítulo y del subtítulo del libro: De los Reyes Godos a Felipe VI.

Manuel Campos Campayo es el joven coordinador de este novedoso libro, una iniciativa de la Fundación Villacisneros. Catorce autores de nueve Universidades diferentes (Barcelona, Oviedo, Salamanca, Alcalá, Sevilla, Cádiz…), todos historiadores salvo el letrado Leopoldo Calvo-Sotelo Ibáñez-Martín, hijo del presidente del Gobierno en cuya investidura se cruzó la intentona golpista del teniente coronel Tejero. La intervención de Juan Carlos I para abortar esa conjura llevó a los alcaldes de las principales capitales españolas, la mayoría de izquierda, a proponer para el monarca el premio Nobel de la Paz.

“España la han creado sus Reyes”, dice categórico Rafael Sánchez Saus, catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Cádiz, académico de Buenas Letras y colaborador del Grupo Joly. “Salvo siete años de República, España nunca ha dejado de ser monárquica, no hay otra España”.

La puesta en cuestión de la institución monárquica, hija de un “gran desconocimiento” (Campos Campayo) viene del trienio liberal del que este año se cumple su bicentenario. “Todas estas ideas de republicanismo, de anarquía, de populismo vienen de entonces”, dice Manuel Moreno Alonso, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Sevilla, autor del capítulo La Corona ante el torbellino revolucionario (1808-1833). “Representaban muy poco a la sociedad española, una minoría que terminó peleándose entre ellos en el trienio constitucional”.

Ramón Pérez Maura moderó el acto. Dice que “de padres a hijos la monarquía española es la más antigua de Occidente y la segunda más antigua del mundo después de Japón”. Se citan dos comienzos: el establecimiento del godo Ataúlfo en Barcelona el año 415 o la coronación en 789 de Bermudo I como rey de Asturias. La comparó con una Monarquía más moderna, la inglesa. “En el funeral de Isabel II los independentistas escoceses doblaban la cerviz; 650 miembros de la Cámara de los Comunes, 756 de la Cámara de los Lores juraron lealtad al nuevo rey de palabra y por escrito y nadie dijo que por obligación moral o alguna tontería de ese tipo”.

Historia de la Corona “desde los visigodos a los posmodernos”, en palabras de Benigno Pendás, autor del prólogo. Se abre con los reyes godos a cargo del profesor Luis García Moreno. Cuentan que en su primer encuentro en el Pardo, lo primero que hizo Franco fue preguntarle a un Juan Carlos todavía infante la lista de los reyes godos. “Don Ramón Carande decía que era más importante saberse la lista de los reyes godos que aprender Hacienda Pública. En clase preguntó si alguien se la sabía. Levantó la mano Antonio Muro Orejón, le dio matrícula de honor”.

Sánchez Saus desmontó algunos de los tópicos sobre la Monarquía española. “Siempre estuvo asentada en el consentimiento del pueblo, desde la época goda. Eso no ocurría en la monarquía inglesa ni la francesa. Los reyes no entraban en la ciudad hasta que no juraban los Fueros”. Otra característica es que “en España nunca ha habido una guerra de conquista de un reino sobre otro, de Cataluña y Aragón, de León con Castilla. Cuando se intentó terminó en fracaso, como Castilla sobre Portugal, que acabó en Aljubarrota”. Y no entiende que las feministas no ponderen “el importantísimo papel de las reinas medievales en España”. Y no se refería sólo a Isabel la Católica cuya efigie señaló Ramón Tamames en su comparecencia en el Congreso. “Doña Urraca, Petronila en Aragón, Berenguela en Castilla. No hay nada parecido en ningún país europeo”.

Moreno Alonso reclama “un debate historiográfico sobre la Monarquía, no un debate de taberna o de cuatro lanzados que opinan sobre la Historia. Y la Historia no es opinable”. En el libro están todas las disciplinas: Medieval, Moderna, Contemporánea y la historia de la actualidad. Desmemoria histórica. Una sucesión de reinados con dos paréntesis republicanos hasta llegar a Felipe VI. Y su padre que estaba navegando en Sanjenjo. Rey con una triple legitimidad: la de Franco nombrándolo en julio de 1969, la semana que el hombre llegó a la Luna, heredero a título de rey; la de don Juan de Borbón, su padre, renunciando a sus derechos sucesorios el 14 de mayo de 1977 en el palacio de la Zarzuela; y la legitimidad del pueblo español, certificada en el referéndum de la Constitución del 6 de diciembre de 1978.

En la coronación de Jorge V de Inglaterra en 1911, las Monarquías precedían a las Repúblicas. Y la veteranía era un grado. Por eso, el káiser Guillermo mandó a un edecán para no ir detrás de Alfonso XIII. “En 1914 sólo había en Europa dos Repúblicas, San Marino y Suiza. Todo cambia con el final de la Primera Guerra Mundial. Empiezan a aparecer repúblicas con los modelos de Francia y Estados Unidos”.

El cantonalismo en la Primera República y los nacionalismos en el tiempo presente. “Los grandes demonios de Europa”, según Sánchez Saus. “No ha habido ningún nacionalismo español porque pertenecemos a la nación más antigua de Europa, a diferencia de Francia o de Italia. La Monarquía está en las entrañas de nuestra historia, por eso los españoles no somos ni monárquicos ni nacionalistas”. Este profesor de la Universidad de Cádiz que le regaló un ejemplar a Felipe VI en Ronda estudia la herencia Goda y la impronta Franca.

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