La literatura pinta, el periodismo dibuja

Mestizaje. Con el pretexto de un viaje de Gerona a Sevilla, Javier Cercas reivindica el espacio de la prensa, prefiere Larra a Galdós y Clarín y espanta complejos y prejuicios

1. Manuel Salinas prepara exposición en México. 2. Carmen Laffón celebra hoy su santo. 3. Concha Ybarra hizo el cartel de las fiestas primaverales. 4. Ricardo Suárez se ha borrado de 'artista'.
1. Manuel Salinas prepara exposición en México. 2. Carmen Laffón celebra hoy su santo. 3. Concha Ybarra hizo el cartel de las fiestas primaverales. 4. Ricardo Suárez se ha borrado de 'artista'.
Francisco Correal

16 de julio 2015 - 05:03

AJosé Luis Sanz, alcalde de Tomares, le resulta familiar este viaje de Gerona a Sevilla que a Javier Cercas le ha valido ganar la decimoquinta edición del premio Joaquín Romero Murube por un artículo que publicó en El País ya ha sido reconocido por un jurado del Abc. "Este libro ha sido realizado a medio camino entre Girona y Tomares", empieza el profesor Ángel Duarte el capítulo de agradecimientos de su libro El republicanismo. Cercas es extremeño de nacimiento, raigambre que comparte con dos de los presentes en el acto, el ex alcalde Juan Ignacio Zoido y el arabista Rafael Valencia, a quien confundieron con el empresario taurino Ramón Valencia.

Cuatro alcaldes en el redondel que acercan cuatro décadas de la historia de la ciudad: Fernando Parias Merry, Manuel del Valle Arévalo, Juan Ignacio Zoido y Juan Espadas, que parece conocer bien la obra de Cercas. Un artículo es la anatomía de un instante, parafraseando el libro donde noveló el 23-F. A este novelista le deberían dar la Copa Libertadores: en Soldados de Salamina contó con la complicidad inestimable del chileno Roberto Bolaño; en el artículo premiado, su cicerón, por utilizar una palabra tan del gusto de Alejandro Rojas-Marcos, fue el peruano Fernando Iwasaki.

Estaba la Sevilla políglota, trasiego de idiomas y países, de Antonio Rivero Taravillo y Aquilino Duque, que recordaba emocionado que en la anterior edición fue chófer de Rafael de Cózar de Sevilla a Bormujos.

Espadas le tomó el relevo a Zoido en los discursos. Antonio Romero y Rafael Ruiz, Los del Río, escuchan emocionados la confidencia de una azafata: "Me llamo Macarena". El nombre con el que Clinton exorcizó los efectos de Mónica. Marta Carrasco hizo de choferesa de pintores: Carmen Laffón, que hoy es su santo; Manuel Salinas; Concha Ybarra. La cena era una pinacoteca: también estaban Ricardo Suárez, que ha decidido proclamarse "no artista", y Florencio Aguilera, feliz porque volverá a escucharse música en el Palacio de la Jabonería de Ayamonte, donde veranea Damían Álvarez, presidente de la Audiencia de Sevilla.

María del Mar Sánchez Estrella compartió mesa, entre otros, con el académico y dermatólogo Ismael Yebra y el sociólogo y experto en blogs Luis Rull Jr. El nuevo equipo municipal mantiene en su puesto al director del festival de cine, José Luis Cienfuegos. "Vino en su coche desde Gijón para conocer el proyecto y después aceptó". La ex delegada de Cultura acudió a una edición del festival de Berlín donde Pedro Almodóvar regaló a la audiencia uno de sus mítines. Sánchez Estrella compartió velada berlinesa con Agustín Almodóvar, el hermano productor del cineasta.

Los pintores. Los ex alcaldes. Los médicos. Estas cosas tienen aire de arca de Noé. A los ex pregoneros de Semana Santa los representaban Enrique Osborne y Joaquín Caro Romero, el primero del nuevo milenio. Florencio Aguilera le preguntaba a Antonio Burgos por sus gatos. Jacobo Cortines soñaba con la Lebrija de su infancia. El jurado lo presidió Andrés Amorós, crítico taurino y editor de Cortázar. Cercas prefiere a Larra antes que a Clarín y Galdós. Pese al sitio de Gerona. Un apellido que se repetía: el abogado Francisco Baena Bocanegra y el ex ministro Javier Arenas Bocanegra. En su pueblo, Olvera, el PSOE recuperó la Alcaldía por un solo voto. Un homenaje al señor Cayo de Delibes. Ha vuelto como alcalde, el sueño de Zoido, Francisco Párraga, amigo de Kiko Veneno con el que coincidió en la Fundación Luis Cernuda. El munícipe que mantuvo un cordial pulso con don Eduardo Arenas cuando el padre de Javier, aquel personaje singular al que Caballero Bonald, compañero de curso, atribuía fama de empollón en sus Memorias, cobraba la luz en Olvera Setenil y Torre Alháquime.

Novios, esposos, amantes, concubinas. Periodismo y literatura mantienen un extraño idilio. Javier Cercas, Alejandro Dumas de los tres mosqueteros a los que no intimidó Tejero -Suárez, Carrillo, Gutiérrez Mellado- aboga por la larga vida del papel de la prensa, de la prensa de papel. Y lo rubricó en la tierra de María Santísima donde un día vio a un tipo exhibiendo las bondades del ateísmo, ese credo tan secular.

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