Sevilla

Otro fin de semana con menores extranjeros durmiendo en comisaría

  • Al menos siete adolescentes pasaron el sábado y el domingo en la sala de reuniones del cuartel de la Policía Nacional en Blas Infante

  • La Policía ha dado de orden de no trasladarlos a los centros y éstos no tienen personal para ir a recogerlos

La sala de reuniones del cuartel de la Policía Nacional, llena de menores inmigrantes.

La sala de reuniones del cuartel de la Policía Nacional, llena de menores inmigrantes. / M. G.

Otro fin de semana con menores inmigrantes durmiendo en comisaría. Al menos siete adolescentes pasaron la noche del sábado y el domingo en la sala de reuniones del cuartel de la Policía Nacional en el Cortijo de Cuarto. El problema es el mismo de hace unas semanas: la Policía ha dado orden de que no se traslade a los menores de vuelta a los centros de acogida y éstos carecen de personal durante los fines de semana para recogerlos.

Esto provoca imágenes como la que acompaña esta información, o la publicada por este periódico hace unas semanas, en las que se veía a dos menores extranjeros no acompañados (MENA) tirados en el suelo de otra habitación del mismo cuartel, en una zona no habilitada para ello, sin que hubiera previsto un plan de comidas y en condiciones nada idóneas para unos menores de edad.

Los menores no acompañados están viviendo en centros de acogida en régimen abierto, por lo que es habitual que salgan, sobre todo los fines de semana. Muchos de ellos suelen dirigirse a las comisarías para que sean los patrulleros los que se dediquen a trasladarlos de vuelta a las instalaciones en las que residen. Así se ha procedido durante meses, con las consiguientes quejas de los propios policías, que consideraban que estaban ejerciendo más de taxistas que de agentes de la autoridad.

Desde principios de diciembre el protocolo ha cambiado. La Jefatura Superior ha ordenado que, "bajo ningún concepto", se sigan haciendo estos traslados y que ha de ser el personal del centro el que acuda a las comisarías a recoger a los menores. Durante el fin de semana, no hay trabajadores disponibles en los centros ni vehículos para ello, con lo cual los chicos terminan pasando horas, y hasta días, en sedes policiales, tirados en el suelo y sin comer.

Este problema ocurre habitualmente durante los fines de semana en el cuartel de Blas Infante con los menores que llegan a las instalaciones para ser trasladados a su centro de residencia. Los menores suelen repartirse por distintas dependencias policiales y colocarse en lugares en los que no se atienda al público, o en los que no molesten ni interfieran el trabajo policial.

El pasado fin de semana se llevaron a la sala de reuniones o briefings. En otras ocasiones, como ocurrió con dos chicos que estuvieron en diciembre, terminaron en el precalabozo, por donde pasan todos los detenidos de la jornada. 

La presencia de los menores en comisaría obliga, además, a retirar policías de las calles para que se encarguen de su custodia. Esto merma aún más el escaso número de efectivos de la Policía Nacional disponibles durante los fines de semana. 

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