El Ateneo de Sevilla acogió este lunes una mesa redonda sobre el pasado, presente y futuro del Monumento a Cervantes en el que el director del distrito Casco Antiguo, Luis Duarte, anunció que esta escultura de homenaje de la ciudad al insigne escritor quedará libre para siempre de contenedores de basura después de la Semana Santa.

Duarte agregó que el monumento, situado en la calle Entrecárceles, se rodeará de un espacio más amplio para los peatones y explicó que el lugar de la escultura no puede moverse a otro emplazamiento, puesto que se localiza frente a la Cárcel Real en la que Cervantes estuvo preso y donde concibió El Quijote, su obra universalmente conocida.

El Ateneo acogió una mesa redonda sobre el pasado, presente y futuro del monumento

La escultura es obra de Sebastián Santos Rojas, de quien es hijo Sebastián Santos Calero, catedrático de Bellas Artes de la Universidad de Sevilla, escultor y uno de los participantes de la mesa redonda de ayer. Otros intervinientes en el acto fueron Rogelio Reyes Cano, escritor, catedrático de Literatura de la Universidad de Sevilla, académico y experto cervantista; Rafael Raya Rasero, escritor, autor del libro Sevilla en dos centenarios cervantinos 1916-2016 y miembro de la Asociación Internacional de Cervantistas; el periodista de Diario de Sevilla y escritor Francisco Correal Naranjo; y Fernando Mendoza Castells, arquitecto, escritor y premio nacional de conservación de bienes culturales.

La mesa redonda fue presidida por José María Cabeza, vocal de arquitectura, ingeniería y defensa del patrimonio histórico-artístico del Ateneo de Sevilla.

Al acto acudieron también por parte del Ayuntamiento los ediles del PP Beltrán Pérez e Ignacio Flores, así como ediles de Ciudadanos entre ellos Lorenzo López.

El monumento a Cervantes de Sevilla es obra de Sebastián Santos Rojas de 1974. Se sitúa sobre un pedestal de mármol una escultura en bronce de medio cuerpo del escritor, que sostiene con su mano izquierda un ejemplar del Quijote contra su corazón, mientras con la derecha agarra la empuñadura de su espada, que simboliza su condición de militar en la batalla de Lepanto. Al parecer el escultor se inspiró en el retrato cervantino que existe en la Real Academia Española en Madrid.