Sevilla

Las multas por beber en la calle caen hasta una media de 30 al mes

  • El dispositivo que cada noche se encarga de aplicar la ley ‘antibotellón’ reparte a 30 policías por el centro, Nervión y Sevilla Este. El Ayuntamiento tolera las concentraciones en la Cartuja y los alrededores del Casino

Las multas por incumplir la ley antibotellón se han reducido al mínimo en los últimos meses en Sevilla. De las 345 sanciones con las que se cerró el primer fin de semana de vigencia de esta norma, en otoño de 2006, se ha pasado a una media actual de menos de diez denuncias cada jueves, viernes y sábado. La Policía Local de Sevilla suele cerrar cada mes con unas 30 denuncias y, por norma, sólo se sanciona en último extremo cuando alguien se niega a dejar de beber en la calle.

En el centro apenas se celebran botellonas y sólo hay pequeños focos en la Alameda de Hércules y calles aledañas. No se trata de grandes concentraciones de jóvenes como ocurría hace unos años, sino de grupos pequeños de personas que se reúnen para beber en la calle. Las imágenes de mediados de la década actual en las que aparecían cientos de jóvenes bebiendo en lugares como la plaza del Salvador, la Alameda, la plaza del Pan, la Alfalfa o la plaza del Museo han pasado ya a la historia, en buena parte debido al fuerte dispositivo policial que cada noche patrullas estas zonas.

Pese a que la ley prohíbe tajantemente el consumo de alcohol en todo el casco urbano, el Ayuntamiento tolera en cierta medida la celebración de botellonas más grandes en zonas de la ciudad alejadas de las viviendas. En verano es frecuente encontrarse con numerosos jóvenes bebiendo en la Isla de la Cartuja –desde la puerta de Isla Mágica hasta la avenida Américo Vespucio–, en la orilla próxima al río Guadalquivir en la calle Torneo y en las inmediaciones de la terraza Chile, junto al Casino de la Exposición. La Policía Local suele acudir a estos puntos bien entrada la madrugada, ya que se trata de lugares alejados de las zonas residenciales, y generalmente se tolera

La prioridad en el dispositivo especial antibotellón de la Policía Local son las zonas próximas a las viviendas. Cada noche de jueves, viernes y sábado salen entre 25 y 30 agentes dedicados en exclusiva a aplicar la ley antibotellón. El dispositivo está formado por tres equipos, cada uno de ellos integrado por dos furgones y un patrullero. En cada furgón viajan cuatro policías y en el coche otros dos, con lo que cada equipo suele ser de diez agentes. El turno comienza a las ocho de la tarde y se mantiene hasta aproximadamente las cuatro de la madrugada.

El primero de estos equipos cubre la zona del centro. Desde las ocho de la tarde los policías mantienen su presencia en la Alameda de Hércules para garantizar que no se celebren botellonas y controlar la forma en la que los distintos bares de la plaza dispensan bebidas. Luego, sobre la medianoche, los vehículos policiales se desplazan a la plaza del Salvador y desalojan al público que todavía queda consumiendo bebidas en ella. El recorrido de este equipo continúa después por la calle Pérez Galdós y la Alfalfa hasta asegurar que ningún cliente de los bares de esta zona bebe alcohol en la vía pública. Finalmente, ya cerca de las tres de la madrugada, los agentes suelen desplazarse hasta la Isla de la Cartuja para disolver las botellonas que se celebran en esta zona.

El segundo de los dispositivos se destina a Nervión. Los agentes municipales patrullan toda la zona de bares de copas de la Buhaira, Viapol, la plaza Blanco White y la calle José María Moreno Galván. Si a lo largo de este itinerario se recibe alguna llamada de un vecino alertando de la existencia de una botellona a través del servicio de emergencias 112, los agentes atienden primero esta incidencia y luego continúan su recorrido establecido.

El tercero de los equipos se encarga de atender la zona de Sevilla Este, Alcosa y Torreblanca. En invierno es habitual que se celebren botellonas en distintos polígonos industriales, a las puertas de discotecas ubicadas en estos recintos. Otro de los focos de grandes concentraciones de jóvenes bebiendo en la calle es la avenida de Carrero Blanco y la explanada de la Feria. En los últimos meses este lugar –en el que el Ayuntamiento llegó a permitir botellonas– está menos concurrido, desde que hace aproximadamente un año fuera atropellado mortalmente un joven de 17 años cuando trataba de huir de una pelea en la que varios amigos suyos ya habían resultado heridos.

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