Novedad editorial
Nuevo libro del catedrático José León-Castro
Coronavirus
La pandemia vuelve a golpear las residencias de mayores de la provincia, pero de una forma diferente que en acometidas anteriores. Aunque los contagios se han disparado en las últimas jornadas y el estado de salud de los usuarios centra todas las atenciones, el impacto más dañino ahora no es el de las vidas que arrebata el virus, afortunadamente gracias al efecto de las vacunas, sino el asistencial. Las bajas entre el personal que trabaja en la atención de los mayores en estos centros se multiplican y la búsqueda de sustitutos para no mermar la calidad de la misma supone una "dificultad añadida" al día a día en una "situación muy complicada".
En Sevilla, según datos oficiales a los que ha tenido acceso este periódico con fecha de ayer 17 de enero, los casos positivos confirmados entre los trabajadores de residencias de mayores y centros sociosanitarios se elevan a 312. A ellos, hay que sumar 31 más, también en aislamiento, por síntoma de sospecha. Es decir, en total, 343 empleados de baja que hacen muy complicado el día a día en la atención de los mayores y que en apenas dos semanas casi se han triplicado, teniendo en cuenta que el lunes día 3, el personal de baja por ser positivo o con síntomas sospechosos eran 126.
Otra cara distinta la representa la progresión exponencial en el número de infecciones también entre los mayores y que, por lo tanto, requieren de una mayor atención y seguimiento por parte del personal geriátrico, de ahí la importancia de cubrir las plantillas al cien por cien. Los últimos datos elevan a 469 los ancianos positivos en Covid en los centros residenciales de la provincia, en los que hay otros 46 con síntomas compatibles con la enfermedad. Una cifra que se ha disparado desde el día 3, cuando sólo se contabilizan 52 contagios entre los residentes.
Desde la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, de la que depende la gestión de estos centros de titularidad pública, aseguran a este periódico que "todas las bajas se están cubriendo" por lo que descartan problemas de personal pese al elevado volumen de contagios entre los trabajadores. No obstante, las organizaciones de mayores y dependientes avisan de que esta situación está poniendo contra las cuerdas el día a día en las residencias.
"Está siendo un momento muy difícil. Son bajas que hay que cubrir para mantener la atención de la mejor forma posible, pero eso implica un trabajo añadido muy importante porque hay que dedicar mucho tiempo a hacer entrevistas, realizar pruebas de detección del virus o formar a los que llegan sobre el funcionamiento interno y todas las medidas preventivas. Incluso se dan casos que una vez formados e incluidos en la dinámica, también resultan positivos y se convierte en una nueva baja a cubrir", afirma el presidente de la asociación andaluza de centros de mayores, Lares Andalucía, Fernando Acosta. "No sólo es un esfuerzo físico", añade. Acosta destaca, igualmente, el "esfuerzo económico" al que esta situación está llevando a las residencias.
Aunque desde Lares Andalucía destacan que se está "sustituyendo todo" en pro de la calidad asistencial de los mayores, sí destacan el "problema" que supone encontrar personal de enfermería porque, sostiene, "todos los que hay están trabajando en el SAS", por lo que se está recurriendo a la contratación de auxiliares.
En la misma línea, se expresa el presidente del Foro Andaluz de Dependencia (FADE), Gabriel Almagro. "Cubrir las bajas se está convirtiendo en nuestro mayor problema en estos momentos, pero, hasta ahora se están cubriendo", destaca. Almagro pone en evidencia la mayor contagiosidad de Ómicron y el efecto que esto supone en los centros de mayores, donde cada día entran y salen empleados y se mantienen las visitas. "Esto nos está suponiendo un elevado coste, pero nos estamos manteniendo porque la atención de los mayores está por encima de todo. Aún así estamos aumentando las medidas para evitar que se siga propagando el virus como el uso de doble mascarilla entre el personal", recalca.
Más críticos se muestran desde la Federación de Organizaciones Andaluzas de Mayores (FOAM) que denuncian que bajas de trabajadores "se notifican por miles" y "no hay repuesto para cubrirlas". "Se ha tratado de reorganizar turnos o duplicar los equipos, pero la mayoría de los trabajadores están extenuados tras la gran carga laboral soportada después de 22 meses luchando contra la pandemia en unas condiciones que no siempre son las adecuadas, la falta endémica de personal que lastra a las residencias de mayores se ve agudizada ahora con la variante ómicron y esta situación es totalmente inasumible porque esto dará lugar a que flaqueé la atención a los usuarios", afirma su presidente Martín Durán.
Como posibles soluciones, desde FOAM insisten en "la apertura de dos bolsas de trabajo para la atención sociosanitaria, una para trabajadores cualificados y otra para empleados sin titulación; evacuar residentes contagiados para evitar la propagación; exigir mascarillas FFP2 para todo el personal y las visitas, así como el pasaporte Covid para los visitantes y la vacunación al personal de la residencia; continuar estrictamente con la observancia de las medidas no farmacológicas como la distancia de seguridad y el lavado de manos; y la revisión de ratios y salarios de los trabajadores". Asimismo, precisa que, debido "a la constancia de la falta de observación del cumplimiento de las medidas no farmacológicas cuando el residente sale fuera de la residencia", con las consecuencias que ello conlleva para el resto de usuarios, "no veríamos mal que al menos durante un corto espacio de tiempo y de forma excepcional se suprimieran las salidas de las residencias".
También te puede interesar
Lo último
Oro negro | Crítica de danza
El cuerpo como territorio
Zahir Ensemble | Crítica
Series y vientos clásicos
CONTENIDO OFRECIDO POR HABITAT
CONTENIDO PATROCINADO POR A MERCADORIA
Contenido ofrecido por Universidad Loyola
Contenido ofrecido por SIBARI REPUBLIC