Apps, pulseras y códigos QR que facilitan la búsqueda de los 'niños perdidos' en las playas
Vivir en verano
Es importante que una persona se quede al lado de la toalla por si el menor vuelve por sus propios medios
En el caso de iniciar la búsqueda, lo ideal es hacerlo en la dirección del oleaje
La tecnología aporta su grano de arena para erradicar la típica estampa veraniega de niños desorientados por la orilla. Centenares de ayuntamientos activan, cada año, el protocolo del niño perdido en la playa. Apps, tablets y smartphones irrumpen en el escenario con ingeniosas soluciones tecnológicas
Este fenómeno ha dado pie a toda una industria. En la actualidad se comercializan una gran variedad de apps, pulseras electrónicas, geolocalizadores e incluso pulseras con códigos QR que permiten a cualquier otro bañista obtener el teléfono móvil de los padres escaneándola con cualquier Smartphone.
En España más de 1.000.000 ciudadanos se desplazan a las playas en los días claves de verano. En su actividad, Cruz Roja registra cada temporada 2.500 desapariciones, pero el dato global podría ascender a más de 10.000 al año, ya que la vigilancia de cada playa corre a cargo de distintas organizaciones y entes locales. En algunas comunidades se pierden hasta 4 niños al día, mientras que en zonas de gran afluencia playera como la Costa Brava, la Costa del Sol o la Costa Dorada la cifra supera con facilidad los 10 menores cada 24 horas.
Las autoridades suelen activar el protocolo del niño perdido, un procedimiento ampliamente implantado mediante el que se recogen todos los datos que el menor sea capaz de facilitar, como nombre de sus padres o el hotel en el que están alojados. A continuación se utiliza la megafonía para avisar a los tutores y si el niño no aparece en 60 minutos se llama al 112, algo poco usual ya que la mayoría de niños aparecen antes de media hora. Sin embargo estos son casos extremos, ya que distintos ayuntamientos intentan evitar el fenómeno repartiendo, cada año, miles de brazaletes identificativos.
Canals, municipio de la Comunidad Valenciana, divulga un decálogo de consejos. Entre ellos figura la importancia de dejar a un familiar junto a la toalla para que el niño le pueda localizar en caso de que logre regresar por sus propios medios.
También se recomienda buscar al desaparecido en la dirección del oleaje ya que los niños con flotadores suelen sufrir el desplazamiento lateral de la corriente y al salir del agua en línea recta están totalmente desorientados, o iniciar la búsqueda en dirección contraria al viento, ya que los niños buscan el contacto de la brisa contra su cara de manera instintiva debido a que reduce la ansiedad del momento.
Se recuerda que no es tan importante permanecer "pegado al niño" como tratar de no perder el contacto visual.
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