Sevilla

Nueva oleada de robos de catalizadores de coches en Sevilla

Visita al taller de Sevilla líder en la reposición de catalizadores. / Antonio Pizarro

Sevilla está sufriendo una nueva oleada de robos de catalizadores de coches. Bandas organizadas de delincuentes se están dedicando otra vez a sustraer estas piezas de los tubos de escape de los vehículos, muy cotizadas porque contienen en su interior metales cuyo precio se ha incrementado en los últimos años. Son el rodio, el paladio y el platino. 

Los catalizadores son una pieza del sistema de escape de los coches cuya función pasa por modificar químicamente los gases para reducir las emisiones contaminantes. Sin catalizador, el vehículo puede circular pero emitiendo un elevado nivel de gases tóxicos. Y, por ejemplo, no puede pasar la ITV.

En las últimas semanas se han registrado más de medio centenar de robos en el Aljarafe, en municipios como Bormujos, Camas o Palomares del Río, entre otros. También hay muchos delitos similares en Sevilla capital, con zonas como Sevilla Este entre las más afectadas.

El catalizador de un vehículo y su función. El catalizador de un vehículo y su función.

El catalizador de un vehículo y su función. / Departamento de Infografía

Los ladrones van provistos de máquinas radiales o sierras portátiles, con las que cortan directamente los tubos de escape para sustraer los catalizadores. Lo hacen accediendo directamente a los bajos de los vehículos aparcados en la calle. A veces utilizan gatos hidráulicos para elevar los vehículos. La coincidencia de varios delitos muy concentrados en una misma zona apunta a la existencia de una banda de delincuentes especializada en estos robos.

En la mayoría de los casos, los ladrones cortan de forma rápida, causando daños más graves si es necesario. Suelen ser expertos en extraer las piezas en poco tiempo. Los catalizadores son luego comprados por terceras personas, que les quitan el revestimiento cerámico y les extraen los metales.

Éstos se funden y se envían a China, donde hay una gran demanda y se utilizan para fabricar nuevos elementos con estos materiales. Pero antes han de ser comprados de forma ilícita por algún chatarrero en Sevilla. Y es en esta parte de la cadena donde ahora se centran las investigaciones policiales, pues si nadie los comprase, raramente se seguirían robando.

Revestimiento cerámico de un catalizador. Revestimiento cerámico de un catalizador.

Revestimiento cerámico de un catalizador. / Antonio Pizarro

Los delincuentes buscan sobre todo los coches más antiguos, cuyas piezas contienen más cantidad de metal. Los nuevos siguen llevando estos elementos, pero en menor medida, por lo que son menos preciados para los delincuentes. Entre los coches más afectados están los Volkswagen Golf, Lupo, Polo o New Beatle, los Seat Arosa y León y los todoterrenos. Buscan sobre todo coches altos, en los que sea más fácil acceder a los bajos.

También se están sustrayendo catalizadores de híbridos, como los Toyota y los Lexus. En estos casos, las reparaciones son más costosas y suelen prolongarse en el tiempo, pues se precisan las piezas originales del fabricante, que a veces tardan en llegar hasta cinco meses.

Este periódico visitó esta semana el taller Escapes San Jerónimo, que trabaja para la firma Duramás, el negocio líder en Sevilla en la reposición de catalizadores y todas las piezas relacionada con el sistema de escape de gases de los vehículos. El lunes, dos agentes de la Guardia Civil visitaron el taller porque habían detenido a dos personas con dos catalizadores sustraídos dentro del coche, y querían identificar a los dueños para devolverles las piezas.

Extracción de metales de un catalizador. Extracción de metales de un catalizador.

Extracción de metales de un catalizador. / Antonio Pizarro

Uno de los colectivos más perjudicados es el de los taxistas, que están sufriendo numerosos robos de catalizadores. "El perjuicio que se les causa es enorme, pues no pueden trabajar con el escape libre. Muchos de los taxis afectados son modelos híbridos, para lo que es necesario la pieza original, por lo que en este taller se les coloca una tubería para que puedan seguir trabajando provisionalmente y no tengan que estar meses parados", explicó Juan José Fernández, responsable del taller.

Una tendencia que han observado los profesionales de este negocio es que hay ahora muchas tentativas, señal inequívoca de que ya no sólo son delincuentes muy especializados los que se dedican al robo de catalizadores. También hay ya ladrones sin formación ni conocimientos de mecánica que tratan de cortar el catalizador y termina cortando otra pieza del escape o causando daños al vehículo sin sustraer finalmente este elemento.

Hasta hace poco, los seguros solían cubrir hasta cierto punto estos robos, pues si los coches eran antiguos y la reparación costaba más que el vehículo, solían declararlos como siniestro total. "Sin embargo, ante el aluvión de robos que se ha producido, la mayoría de las compañías ya se hacen cargo de la reparación completa", añade Fernández.

Catalizador cortado. Catalizador cortado.

Catalizador cortado. / Antonio Pizarro

Los catalizadores llevan una referencia escrita, en base a la cual se sabe qué cantidad de paladio, rodio y platino hay dentro. Ese número de referencia puede consultarse en internet y sirve para que el comprador ilícito fije luego la cantidad que paga a los ladrones. Las cantidades son muy variables, y oscilan desde los 50 euros hasta los 700 euros por pieza.

El robo de catalizadores es algo recurrente en Sevilla. En la década de los dos mil se sustraían los de los Renault Clío. Esa primera oleada se frenó y los ladrones se centraron en el robo de otros metales, como el cobre, que se encareció enormemente por aquellas fechas. Se llegaron a sustraer kilómetros de cables del tendido ferroviario, provocando a veces incidencias en el servicio de trenes. La subida de precio del paladio ha vuelto a disparar los hurtos de catalizadores en los últimos dos años.

El precio de los metales contenidos en los catalizadores. El precio de los metales contenidos en los catalizadores.

El precio de los metales contenidos en los catalizadores. / Departamento de Infografía

Hace un año hubo un incremento importante de los robos, que este otoño se ha visto repetido. Probablemente se deba a la cercanía de la Navidad y la necesidad de hacer dinero rápido de los delincuentes para estas fechas.

A lo largo de este último año, las Fuerzas de Seguridad han desarrollado varias operaciones contra los robos de catalizadores, con más de una veintena de detenidos en Sevilla y varias bandas desarticuladas. 

A principios de octubre, la Policía Nacional desmanteló una organización especializada en el hurto de catalizadores, en una operación que se desarrolló en Sevilla y Málaga. Los sospechosos formaban una banda itinerante, a la que se pudo imputar hasta 53 robos por toda Andalucía y también en la Comunidad Valenciana. En la capital andaluza se les intervinieron cinco catalizadores, herramientas para el corte de los mismos, 7.700 euros y joyas.

Unos días después, la Policía Local detuvo a cuatro personas que estaban robando catalizadores en el barrio de Heliópolis. Fueron sorprendidos cuando se disponían a darse a la fuga con dos de los convertidores que acababan de sustraer.

A finales del año pasado, nueve personas fueron detenidas por la Policía Nacional por robar unos 130 catalizadores en Sevilla, Dos Hermanas, Alcalá de Guadaíra y Córdoba. Se les intervinieron cinco sierras radiales de alta potencia, 20 discos cortadores y cinco catalizadores. Esta banda utilizaba vehículos de alquiler para desplazarse. Cortaban las piezas de los vehículos más antiguos y eran capaces de robarlas en menos de cinco minutos. Los cortadores recibían entre 20 y 50 euros por catalizador.

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