patrimonio | el futuro de dos inmuebles de alta catalogación en el casco histórico

La casa palacio de los Moreno de la Cova será rehabilitada como hotel

  • Urbanismo recibe un proyecto de la nueva propiedad del inmueble que plantea una inversión de casi 2,2 millones.

  • El edificio cuenta con el segundo nivel de protección en el PGOU.

Casa  palacio  Guzmán el  Bueno

Casa palacio Guzmán el Bueno / Juan Carlos Vázquez

Una de las principales casas palacio del barrio de Santa Cruz recobrará la vida gracias a un proyecto de rehabilitación que ya está en manos de la Gerencia de Urbanismo. Una sociedad promotora (Pasión Mudejar S.L) se ha hecho con el histórico inmueble, sito en el número 4 de la calle Guzmán el Bueno, de alta valor patrimonial al anclar sus orígenes nada menos que en el siglo XIV. La finca está calificada con la letra B en el vigente Plan General de Ordenación Urbana, equivalente al título de protección global. Con una protección urbanística superior sólo se encuentran edificios como la Catedral o el Real Alcázar. Es decir, se trata del máximo nivel de protección reservado a un edificio civil que no sea uno de los grandes monumentos de la ciudad.

La empresa proyecta la rehabilitación integral de la casa y el jardín, así como la renovación de sus instalaciones con el objetivo de que acoja un uso hotelero que no modifique su superficie construida ni altere las características morfológicas y ambientales de la casa, pues la referida normativa patrimonial lo impide al ser muy restrictiva.

El proyecto plantea quince habitaciones de entre 28 y 61 metros cuadrados

El solar sobre el que se asienta la casa tiene una superficie de 1.599,50 metros cuadrados. En este solar, la casa propiamente dicha ocupa un área de 916,68 metros cuadrados que incluye los cuatro patios: el principal de 123,20 metros cuadrados, un apeadero abierto de 21,5 metros cuadrados y dos patios más de servicio, uno vinculado a las cocinas y otro a la cochera, este último cegado en la actualidad y que será recuperado en la futura rehabilitación.

La casa edificada tiene una superficie construida total de 2.201 metros cuadrados a la que hay que añadir 29,34 metros cuadrados de la primera crujía en planta alta, así como dos habitaciones que miran hacia la fachada, que tuvieron que ser demolidas cautelarmente por deficiencias estructurales sin resolver. Hoy existe una terraza sin uso ocultada por un pretil alto. Para completar la parcela la casa cuenta además con un frondoso jardín de dos niveles con 481,71 metros cuadrados oculto en el interior de la manzana.

El proyecto de rehabilitación precisa que se han estudiado con la propiedad las posibilidades de la casa y se concluye que podría acoger quince habitaciones con superficies que irían desde los 28,4 metros cuadrados a 61,80 metros cuadrados. La inversión estimada para convertir esta casa palacio en un hotel es de 2,2 millones de euros. El mayor gasto se destina a la restauración de las estructuras y la instalación de la climatización. La catalogación propuesta del futuro establecimiento hotelero es de dos estrellas, una calificación baja que permite una mayor capacidad de maniobra.

La casa, por su antigüedad, características morfológicas y un alto número de elementos constructivos y decorativos, tiene un alto valor patrimonial. El alto nivel de protección urbanística exige la conservación de las características arquitectónicas originales, aunque sí considera compatible un cambio de uso del inmueble siempre y cuando se respeten los valores que han hecho al inmueble la consideración de edificio protegido.

Este inmueble está considerado en el estudio histórico que avala el proyecto como uno de los "mejores testimonios de la tipología de casa palacio sevillanas, ajustándose en líneas generales a un modelo tipológico que procede de los palacios islámicos. Se trata de una casa de al menos finales del siglo XIV, con documentación de algunos alfarjes y de restos de pavimentos de finales del XV". El mismo documento describe que con posterioridad se ejecutaron importantes reformas en los siglos XVI, XVII y XIX, quedando constancia de estas fechas en el dintel que figura en la puerta de entrada: 1560, 1654 y 1856.

El informe destaca varias fechas en la historia de la casa. En 1560 se produce la transformación renacentista, lo que aparece recogido en la portada de mármol que decora la fachada de la casa. En 1654, casi un siglo más tarde que las reformas renacentistas, se producen nuevas reformas en el inmueble. Otras reformas menores en el mobiliario se hacen en el siglo XVIII, cuando perviven algunos emplomados y cristales de una de las ventanas de la casa vinculada con la zona de servicio. Durante el siglo XIX, siempre según el informe de los historiadores, se produjo una importante remodelación de la casa con nuevos paños cerámicos, suelos, artesonados y carpinterías que cambiaron el aspecto del inmueble. Muchos de estos materiales fueron fabricados especialmente para la casa.

La casa fue comprada por Félix Moreno Ardanuy, abuelo del último propietario, en 1943. Su hijo, Félix Moreno de la Cova (1911-1999), ingeniero agrónomo, fue alcalde de Sevilla, casado con Carmen Maestre y Lasso de la Vega. Heredaron la casa dos hermanas suyas, Serafina y Enriqueta Moreno de la Cova.

El último propietario, que no llegó a vivir en la casa, ha sido Félix Moreno de la Cova Maestre, casado con Isabel de Solís Beaumont Martínez Campos.

El Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH) dependiente de la Junta de Andalucía destaca de esta casa la "disposición organizativa que se ajusta con exactitud al modelo tipológico de la casa palacio sevillana, alcanzando, sin lugar a dudas, una de sus cotas más brillantes".

La Comisión de Patrimonio de la Delegación Provincial de Cultura ha autorizado el proyecto de reforma de la casa catalogada del número 7 de la calle Guzmán el Bueno, en pleno barrio de Santa Cruz. Este inmueble es propiedad del constructor José Antonio Camúñez, también conocido por su vinculación con el mundo del fútbol. Camúñez confirmó a este periódico en su momento sus planes para hacer de su vivienda un hotel "exclusivo" y de "atención muy personalizada". La finca tiene en la actualidad 1.800 metros cuadrados, distribuidos en tres plantas, lo que hace posible una oferta de 18 habitaciones tras una obra de 24 meses de duración estimada.

Los últimos propietarios del inmueble han sido Félix Moreno de la Cova e Isabel Solís

La Junta de Andalucía autorizó en 2013 la rehabilitación en hotel de una casa muy próxima, en Guzmán el Bueno número 7. Se trata en este caso de un proyecto con todas las bendiciones que aún no se ha llevado a cabo. La Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento emitió todos los informes favorables a la petición de licencia realizada entonces por la sociedad Emelca Controlux, S. L, de la que figuraba como administrador único y apoderado el empresario José Antonio Camuñez. El proyecto presentado era de reforma parcial de vivienda unifamiliar y ampliación por remonte. El inmueble está catalogado en el vigente Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) con la letra C, equivalente al título de protección parcial en grado primero, un nivel considerable pero inferior al de la casa conocida tradicionalmente como de los Moreno de la Cova. Los valores histórico-artísticos del edificio motivaron una referencia de la casa en el prestigioso tratado Arquitectura civil sevillana, considerado una referencia en la materia.

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