Sevilla

Okupas violentos que trafican con droga atemorizan a los vecinos de González Cuadrado

  • Viven desde hace 37 días en el edificio que acoge el transformador eléctrico de Endesa y denuncian que ni la compañía ni la Policía actúan de forma contundente para acabar con esta pesadilla

  • Protagonizan peleas a gritos muy violentas hasta la madrugada, golpes y destrozos en los que arrojan objetos por las ventanas a la vía pública, incluso durante el día, y amenazan de muerte a los vecinos 

  • Los “problemas de convivencia” en el Arenal entre vecinos y personas sin hogar

Las peleas violentas de los okupas de González Cuadrado (1)

Desde hace 37 días, un grupo de okupas violentos, unos toxicómanos y otros dedicados a la venta y consumo de droga, se han instalado ilegalmente en el edificio de la calle González Cuadrado 42, en el Casco Norte de Sevilla, que alberga un transformador eléctrico propiedad de Endesa. Son una terrible pesadilla para los vecinos: organizan duras peleas de las que salen heridos, dan gritos desgarradores mientras se pegan unos a otros, además de romper todo tipo de objetos y arrojarlos a la calle. 

Endesa asegura que está siguiendo el protocolo que le ha recomendado la Policía Nacional para afrontar la ocupación de un edificio de su propiedad: denuncia policial la semana pasada, a la que seguirá petición de desalojo y, finalmente, demanda de desahucio

Las familias alquiladas que había en esta calle se han marchado por estos hechos y hay gran preocupación entre los dueños de varios apartamentos turísticos en la zona

En los últimos días también están amenazando de muerte a los residentes de la zona por asomarse a la ventana y grabar las escenas. Los vídeos que acompañan esta noticia dan testimonio de la terrible situación que sufren los residentes, que padecen desde hace un mes ansiedad y toman pastillas para dormir. El grupo de okupas lo integran de 3 a 15 hombres y mujeres, según los días. Uno de ellos es un preso de permiso carcelario, aseguran los vecinos. Todos son habituales de esta zona de Sevilla y acuden a comer al comedor del Pumarejo.

Los vecinos denuncian que ni la Policía Nacional ni Endesa han actuado hasta ahora de forma contundente para acabar con esta situación de película de terror, a pesar de que a pocos metros hay una guardería y de que por este punto pasan a diario los escolares de los colegios cercanos para ir al Teatro Alameda o la piscina de la calle Crédito. "Los vecinos estamos desprotegidos y abandonados", avisan.

Los residente se están movilizando, han sumado al temor el sentimiento de indignación y están dispuestos a denunciar a Endesa por "daño moral" a los vecinos

Las familias alquiladas que había en esta calle se han marchado por estos hechos y hay gran preocupación entre los dueños de varios apartamentos turísticos en la zona.

Los residentes se están movilizando, han sumado al temor el sentimiento de indignación y están dispuestos a denunciar a Endesa por "daño moral" a los vecinos. 

La actuación de la Policía y de Endesa

Según los vecinos, los agentes vienen hasta dos veces en el día, piden el DNI de los okupas y les conminan a que se comporten bien. Ni siquiera han procedido a efectuar detenciones cuando uno de ellos presentaba heridas sangrantes por la paliza que le acaban de dar. 

Endesa ha asegurado este lunes que está siguiendo el protocolo que le ha recomendado la Policía Nacional para afrontar la ocupación de un edificio de su propiedad. El primer paso lo dio a finales de la semana pasada presentando denuncia en la Policía de la ocupación. Los vecinos lamentan que Endesa haya actuado ahora cuando llevan más de un mes llamando a diario al centro de atención al cliente de Endesa para denunciar lo que sucedía en su edificio.

El segundo paso que va a dar la compañía es pedir a la Policía Nacional que se persone en el edificio y proceda al desalojo. Si esa segunda vía no prospera, entonces presentará una demanda de desahucio en los tribunales para que el juez ordene el desalojo del edificio.    

Respecto a la preocupación de los vecinos por el daño que puede sufrir la instalación eléctrica, Endesa asegura que ha revisado la instalación y está en perfecto estado, por ahora.

Más de un mes de ocupación

La ocupación empezó de forma pacífica hasta que con el paso de los días estos okupas fueron sustituidos por otros enormemente violentos. El pasado lunes 30 de mayo se agredieron de tal forma entre ellos que algunos corrieron despavoridos a las puertas de los vecinos para pedirles que les abrieran porque querían matarlos.

El martes 31 de mayo la situación empeoró con el lanzamiento de objetos pesado por las ventanas hacia la calle, uno de los días en que llegó la Policía y volvió a marcharse. El jueves pasado, dos jóvenes que se metieron a vivir con ellos tuvieron que salir escoltados por la Policía porque habían sido amenazados por los demás okupas.  

El viernes 3 de junio, los vecinos denuncian que algunos okupas intentaron forzar la puerta metálica que aísla el transformador eléctrico del resto de estancias del edificio. Eso fue a las 2.03 de la madrugada. Los residentes temen que logren entrar y provoquen consecuencias irreparables.

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