Las plantaciones de marihuana funden hasta diez fusibles al día en Sevilla
El Polígono Sur, Torreblanca, Palmete, Padre Pío y La Plata concentran el 57% del total de las incidencias por sobrecargas en la red eléctrica en Sevilla
Los empleados de Endesa se ven obligados a trabajar encapuchados y con escolta policial
El tráfico de marihuana se estanca en Sevilla tras varios años de auge
Las plantaciones de marihuana han llegado a fundir hasta diez fusibles al día en cada centro de transformación eléctrica de determinados barrios de Sevilla, como el Polígono Sur, Torreblanca, Palmete, Padre Pío o La Plata. En estas zonas hay 39 de los 3.200 centros de transformación que Endesa tiene en la capital andaluza. Únicamente esas 39 instalaciones concentran más de la mitad de las incidencias de las red eléctrica de toda la ciudad. En concreto, el 57% de las averías que se registran.
Cada una de las plantaciones de marihuana que hay en estas zonas demanda una potencia equivalente al consumo de 80 viviendas, lo que sobrecarga la red de manera excesiva y provoca interrupciones del suministro, además del continuo riesgo de incendios y explosiones. "Esta sobrecarga a la que está expuesta la red de distribución no tiene ninguna justificación ni explicación técnica, ya que la capacidad de las instalaciones es muy superior a la que teóricamente se necesitaría, incluso si los usuarios en situación legal, con contrato en vigor e instalaciones interiores conforme a la normativa, utilizasen todos sus suministros a la máxima potencia. En esa situación aún habría capacidad en los centros de transformación para suministrar a 1,8 veces más clientes en las mismas condiciones", apuntan fuentes de Endesa.
La potencia total contratada en los 39 centros de transformación más afectados por el fraude es sólo del 34% y asciende a 44.410 kilovoltamperios (KVA). Únicamente el 57% de los 15.503 suministros a los que abastecen tienen contrato en vigor. La diferencia de la potencia de electricidad que circula por los transformadores que dan servicio a estas zonas de Sevilla y la que miden los contadores de las viviendas con contrato es de 3,54 veces mayor, lo que, según Endesa, "da una idea del volumen de enganches ilegales y de la cantidad de energía que demandan".
Además, esta energía se demanda las 24 horas del día y los 365 días del año. "Con ello provocan situaciones de gran riesgo eléctrico al sobrecargar la red. Para evitar que esta sobrecarga provoque incendios, esta infraestructura dispone de protecciones, como los fusibles, que absorben la sobretensión y evitan males mayores. En estas zonas se han registrado picos de diez fusibles fundidos al día por centro de transformación", apuntan las fuentes de la compañía.
Cada vez que se funde un fusible hay que reponerlo para poder tener continuidad en el suministro, pero para poder realizar su cambio hay que esperar a que el centro de transformación baje de temperatura, para que los técnicos puedan manipular la red. Esto supone que el cambio de un fusible pueda suponer una media de dos horas, desde que Endesa tiene conocimiento hasta que se ejecuta.
La compañía también ha detectado una mayor sofisticación de las infraestructuras eléctricas empleadas para el cultivo de marihuana. Estas instalaciones demandan potencias compatibles con una industria, "lo que evidencia la enorme carga eléctrica que soporta la red de distribución, que está diseñada y autorizada administrativamente para abastecer viviendas, no polígonos industriales".
Las zonas afectadas por cortes o incidencias de suministro eléctrico comparten a menudo un denominador común: el fraude eléctrico que cometen unos pocos y que perjudica a los clientes con contrato. Los enganches ilegales que se han registrado en estos barrios de Sevilla se llevan a cabo, añade la empresa, con materiales no adecuados y sin cumplir ningún tipo de norma de seguridad. Las viviendas que se encuentran enganchadas ilegalmente carecen de los sistemas de protección básicos que toda vivienda debe tener. "La única protección que funcionaría es la de las redes de Endesa, que también son boicoteadas, eliminando así la seguridad para las personas y el entorno".
Las mismas fuentes inciden en el grave riesgo de seguridad que supone la manipulación de las instalaciones, en forma de electrocuciones o incendios. "A esto hay que sumar la integridad de los operarios de Endesa, que no pueden ir libremente a hacer su trabajo ordinario, pues reciben amenazas y coacciones de los que intentan impedir que se corten los enganches ilegales". Las reparaciones en la red de distribución han de hacerse bajo el auxilio de la Policía Nacional y de la Policía Local. Los técnicos acuden con el rostro cubierto, por indicación expresa de los agentes de la autoridad, para que no se les pueda reconocer en las intervenciones de corte de suministros fraudulentos.
En el año 2022, Endesa realizó 40.950 inspecciones en la provincia de Sevilla. En el 27% ellas se detectó fraude. En lo que va de 2023 se han hecho 3.998 revisiones, con un 25% de fraude. La empresa colabora con las Fuerzas de Seguridad para realizar actuaciones conjuntas en la lucha contra el fraude eléctrico, derivado de las plantaciones de marihuana. En lo que va de año se han llevado a cabo siete intervenciones, con 269 cortes.
La primera de ellas se produjo el 24 de enero en la zona de la Plata, donde se detectaron 26 enganches de 34 suministros inspeccionados. Es decir, un 76% de fraude. Tres días después, en el Polígono Sur se retiraron 54 de 75 enganches, un 72% de suministros irregulares. El 9 de febrero, en La Plata, otra intervención se saldó con 18 cortes de 88 puntos inspeccionados. Los días 10, 15 y 24 de febrero se sucedieron tres operaciones en las Tres Mil Viviendas, todas ellas con altos niveles de fraude. En la última e ellas se detectaron 65 enganches ilegales de 66 suministros inspeccionados. Es decir, un 98,4% de fraude. La última intervención fue el 2 de marzo en Palmete.
Cada vez que se llevan a cabo estas intervenciones, se consiguen bajar las cargas de los centros de transformación de forma considerable, pero en la mayoría de las ocasiones esas cargas vuelven a aumentar a los pocos días de su intervención, lo que demuestra que los defraudadores son reincidentes.
Para tratar de rebajar el nivel de fraude, Endesa está regulando los contadores en estos barrios, cosa que hace con el apoyo de la Policía Local. Igualmente, trabaja con los servicios sociales y AVRA (Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía, propietaria de la mayoría de los pisos del Polígono Sur) para regularizar el suministro eléctrico.
La compañía dispone de un bono social, que permitiría a muchos de los vecinos de estas zonas contar con bonificaciones para que la luz no les cueste prácticamente nada. Sin embargo, todavía son muy bajos los porcentajes de vecinos que cuentan con estos bonos. En el Polígono Sur es del 9,75% de los clientes, en Torreblanca del 13% y en Palmete del 11%.
Una de las principales críticas de colectivos como el de Barrios Hartos, que lideró una serie de movilizaciones contra los cortes de luz el pasado verano, era la presencia de electrodependientes en estos barrios, a los que las interrupciones del suministro podía suponer un grave riesgo para sus vidas. Endesa tiene identificados 65 electrodependientes en Sevilla, de los que 35 viven en barrios vulnerables. De ellos, 14 residen en la zona del Cerro, Amate, La Plata, Padre Pío y Palmete; 8 en el Polígono Sur y 2 en Torreblanca.
La empresa recuerda que la inversión media por cliente destinada en estos barrios es de 133 euros por año, en contraposición con la media de inversión destinada por Endesa en barrios más acomodados de la ciudad, como Los remedios o Nervión, donde es de 24 euros al año. En el caso del Polígono Sur, la compañía destinó en 2022 cerca de 2,5 millones de euros en actuaciones de mejora en la calidad y seguridad de los suministros eléctricos. El año pasado se hicieron 21 obras para reforzar 23,3 kilómetros del circuito de media y baja tensión.
En Torreblanca, el plan de refuerzo que se ha llevado a cabo en los últimos dos años ha supuesto un aumento de la capacidad de las redes en un 60%. En total, los técnicos de Endesa han actuado en ocho kilómetros de líneas de media tensión tanto aérea como subterránea, duplicando su capacidad para evitar la saturación registrada en las líneas de distribución. En Cerro-Amate y Palmete se han llevado a cabo once obras con 1,7 millones de euros de inversión.
Endesa puso en marcha un plan especial en el verano de 2022, cuando firmó un acuerdo de colaboración con el Ayuntamiento de Sevilla para la cesión de terrenos en los que instalar 12 nuevos centros de transformación en los barrios de la capital afectados por la sobrecarga de la red, como Su Eminencia, el polígono industrial El Pino, el Polígono Sur, Torreblanca, La Plata y Ciudad Jardín.
También te puede interesar
Lo último