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La prole simbólica del músico que no tuvo hijos

  • Homenaje. Una placa recuerda la casa en la que vivió y murió Manuel Pérez Tejera, músico fundador de una banda que forma parte de las entrañas cofrades y taurinas de Sevilla

Casa Tejera rinde honores en la calle donde nació Belmonte a un amigo y admirador de Joselito el Gallo. Manuel Pérez Tejera (1888-1971) murió sin descendencia biológica, pero de su semilla artística brotaron 60 hijos, los componentes de la banda Tejera que dirige su sobrino-nieto José Manuel Tristán.

Vestido de músico y con la Reina de Todos los Santos en la calle. Así murió Manuel Pérez Tejera el 7 de noviembre de 1971, el año que en la calle Guadiana sus herederos abren la tienda de venta y reparación de instrumentos musicales. A la muerte de Tejera, sus sobrinos José y Manuel se hacen cargo de la banda y de la tienda, respectivamente. Los dos menesteres de los que ahora se ocupa José Manuel, el hijo de José, el sobrino de Manuel.

El día que salió a la calle la Reina de Todos los Santos se descubrió la placa en la casa de Peris Mencheta esquina con Palacios Malaver en la que vivió y murió Manuel Pérez Tejera. Junto a la iglesia de Ómnium Sanctórum en la que esta familia de músicos ha celebrado bautizos, comuniones, bodas y entierros.

El fundador de la banda Tejera estudió en los Altos Colegios y empezó a tocar el bombardino. "El colegio tenía una relación muy fluida con la hermandad de las Cigarreras". Hay nebulosas en torno a una biografía que está por escribir de un coetáneo de Aníbal González, Martínez Barrio, Pastora Pavón o el mismo Peris Mencheta, que rotula la calle y dirigía un periódico, El Noticiero Sevillano, que se debió hacer eco, como El Liberal de José Laguillo, del encargo musical que Joselito le hizo al maestro Tejera para dar solemnidad musical a la Monumental de San Bernardo, el coso gigantesco de tan corta vida. Ahí nace la génesis taurina de la banda, que forma parte del paisaje de la Maestranza.

La banda de Tejera no llevó al principio el apellido que la metió en las entrañas de la ciudad. "Antes de la guerra se llamaba banda Obrera, después fue sucesivamente banda de la Falange y banda de la Cruz Roja". En 1935, López Farfán, compositor que vivía en la vecina calle González Cuadrado, le entregó una partitura de su marcha Semana mayor. Dos centauros del desierto, en el argot del Far West. "Hay dos marchas muy relacionadas con esta casa, Rocío y Soledad, dame la mano, de Font de Anta".

La tercera generación está a punto de dar el relevo a la siguiente con una circunstancia novedosa. Por primera vez llevará la batuta una mujer, María del Mar Tristán, la hija mayor de José Manuel, 23 años, que toca en la agrupación la flauta travesera. En la banda, dirección artística de Manuel Hidalgo, hay electricistas, carpinteros, quiosqueros, representantes, con un progresivo rejuvenecimiento y mayor presencia de estudios musicales.

La Hermandad de las Penas de San Vicente ha pedido la medalla de la ciudad para Manuel Pérez Tejera, el vecino de esta casa donde hubo una fonda y una administración de lotería. José Manuel Tejera cumplió en febrero 50 años. Tomó el testigo de la banda en noviembre de 2006, el día que se recogió la Reina de Todos los Santos.

El día de la Inmaculada, la banda de Tejera actúa en Huelva; en Navidad ofrecerán un repertorio de polkas y valses en el centro de Sevilla. Ya disponen de su particular programa de Semana Santa: Domingo de Ramos, con la Cena; Lunes Santo, Penas de San Vicente; Martes Santo, Santa Cruz; Miércoles Santo, Cristo de Burgos; Jueves Santo, Valle; Viernes Santo, Albaida del Aljarafe por la mañana, Montserrat por la tarde; Sábado Santo, Santo Entierro de Dos Hermanas; Domingo de Resurrección, Valencina de la Concepción y por la tarde la cita de todos los años en la Maestranza, la deuda de afecto que Pérez Farfán contrajo con Joselito, su compañero de tertulia en Las Maravillas.

En Casa Tejera, los instrumentos más vulnerables son los de viento: clarinete, saxofón. "El rey sigue siendo el tambor".

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