El PSOE denuncia que los contenedores de biorresiduos están sirviendo para recoger la basura común en Sevilla
El contenedor marrón, de menor tamaño, está sirviendo en muchos casos para asumir la basura de los contenedores grises cuando estos se llenan por la ‘reestructuración’ acometida por Sanz para tener menos en las calles
Separar los biorresiduos, la asignatura pendiente de Sevilla
El Grupo Municipal Socialista ha denunciado que el gobierno de José Luis Sanz ha generalizado por toda la ciudad los contenedores de biorresiduos sin la correspondiente campaña informativa sobre cómo usarlos y sin que la empresa Lipasam tenga ni la capacidad ni los acuerdos necesarios para tratar de una forma adecuada este tipo de residuos. Y añade que, al mismo tiempo, que están sirviendo para echar cualquier tipo de basura en aquellas calles donde se ha reducido el número de contenedores dedicados a restos (tapa gris).
"Es todo un engaño. Y lo peor de todo es que están jugando con la buena voluntad de los vecinos y vecinas a la hora de reciclar", ha lamentado la concejala socialista Myriam Díaz, miembro del concejo de administración de Lipasam por el PSOE municipal, quien ha visitado junto con el también concejal socialista Juan Tomás de Aragón algunas zonas de Sevilla Este y Triana donde la reducción de contenedores de tapa gris –«que el equipo de Sanz ha definido eufemísticamente como una reestructuración o reorganización"– provoca que los de biorresiduos, que son generalmente más pequeños, terminen por recoger cualquier basura cuando colapsan los destinados a restos.
El contenedor de biorresiduos comenzó a implantarse en determinados barrios de Sevilla, entre ellos Sevilla Este, y de forma paulatina durante el último mandato municipal socialista, en cumplimiento de la normativa europea. Pero esta implantación se hizo al principio informando a los vecinos y vecinas, quienes disponían de una tarjeta electrónica personal para abrir el contenedor marrón y arrojar en él solamente los residuos para los que estaba reservado (los alimentos desechados y los restos de poda), con el objetivo de que después fueran tratados para reutilizarlos como abono.
"A la vez que se informaba, se concienciaba al vecindario sobre el buen uso y, evidentemente, sobre el reciclaje y la economía circular. Pero esta labor ha desaparecido y el contenedor de biorresiduos se está utilizando para absorber bolsas de basura que corresponden a los contenedores de tapa gris", ha remarcado la concejala del Grupo Municipal Socialista.
La eliminación de contenedores grises
Por su parte, Juan Tomás de Aragón ha explicado que, además de esa falta de información sobre el correcto uso, el problema se ha agravado desde agosto pasado, cuando el equipo de José Luis Sanz aprovechó el verano para acometer una reestructuración de los contenedores, con puntos de concentración donde se reúnen todos los tipos (gris, marrón, amarillo, azul y verde) y eliminando fundamentalmente contenedores grises.
"A retirar contenedores lo han llamado reestructuración. Se hizo también sin consultar ni informar al vecindario, como hecho consumado, de manera que los vecinos tenían que buscar los nuevos puntos de los contenedores. La consecuencia es que se colmatan antes y, por otro lado, las personas mayores tienen que hacer un recorrido mayor para depositar la basura", ha apostillado.
A todo esto se agrega que el destino final de los biorresiduos no es el que debería: su posterior reutilización e inclusión en la economía circular. "En consecuencia, el interés de este equipo de gobierno por la sostenibilidad, el medio ambiente y la economía circular es mero maquillaje, además de un engaño a los ciudadanos para tapar deficiencias en su gestión. El tratamiento diferenciado no se está dando y los contenedores grises y marrones se utilizan de manera indiferente2, según ha resumido Myriam Díaz.
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