HOY cumple 35 años y se regala un viaje a Bilbao al concierto que mañana da Ringo Starr, uno de los cuatro evangelistas de su biblia musical. Miguel Ferrera (Cantillana, 1983) nació en el pueblo de Ocaña dos meses y medio antes de que el artista muriera abrasado en sus alas de sol.

–¿Se dedica al diseño gráfico por la huella de Ocaña?

–Se abrió un museo de Ocaña en Cantillana y he participado, pero si soy diseñador gráfico, que no artista, esa vocación artística tiene mucho que ver con mi padre, licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla. Desde que tengo uso de razón vivo entre cuadros, lienzos y témperas.

–¿Y su madre?

–Ha sido maestra de escuela.

–¿Le dio clase?

–En Cantillana hay dos colegios, ella venía de uno de Villaverde del Río y yo estaba en el otro. Yo no quise cambiar de colegio porque allí estaban mis amigos. Los que siguen siendo mis amigos. Con los que desde 1998 nos dedicamos a hacer versiones de los Beatles, aunque nos llaman para muchas bodas y nos prostituimos con Duncan Dhú, la movida madrileña y Chiquilla, de Seguridad Social, que nos la piden siempre.

–¿Cómo se llama su grupo?

–The River. En mi pueblo hay dos ríos, el Viar y el Guadalquivir. El Viar desemboca en Cantillana. El río pasaba por debajo del pueblo hasta que desviaron el meandro.

–El paisaje de Curro Jiménez...

–Recuerdo después de misa ir a casa de mi pueblo a ver la serie. Estaba inspirado en un personaje de mi pueblo, Andrés López el Barquero. Una marca de lejía de Cantillana se llama el Barquero por él. Le hice el diseño.

–¿Le piden cosas en el pueblo?

–Me considero diseñador gráfico de pueblo porque soy de pueblo y porque el 75 de los trabajos que hago son para mi gente. Trabajos de diseño gráfico para teatro, campañas de Navidad, Semana Santa. Logos para un carpintero, la fábrica de lejía. La gente se toma más en serio lo del diseño.

–¿Le afectan los cambios en el gobierno municipal?

–He recibido encargos de las alcaldías del PP, del PSOE, que ha gobernado casi siempre, y de Izquierda Unida cuando tenía las delegaciones de Deportes y Desarrollo Económico.

–¿Sus referencias pictóricas?

–El impresionismo y evolucioné al por-art, a Normand Rockwell. Con quince años, mis padres me llevaron al D’Orsay y al Louvre. De niño leía cuentos con ilustraciones de Matisse y Van Gogh.

–¿Su primer trabajo de diseño?

–La revista del centenario del Betis. Después de eso, monté mi estudio en Cantillana.

–¿Sus pasiones?

–La música, obviamente, y la cocina. Hice un libro, La cocina de Cantillana. 100 recetas con solera. Lo diseñé, recopilé las tapas, las fotografié y la mayoría las probé. Con textos de Miguel Cañavate.

–¿El hit-parade gastronómico?

–Alcauciles rellenos, albur en adobo, como el que pescaba Manolito elPez, el último pescador de Cantillana, el que todavía venden en el bar El Tropezón. Y de postre, naranja, cultivo estrella.

–¿Cómo vive la alternancia entre la gran ciudad y el pueblo?

–De los 15 a los 24 años viví en Sevilla, hice el bachiller artístico en el pabellón de Chile y un año de Historia del Arte.

–¿Y la religiosidad popular?

–En Cantillana hay dos hermandades de Gloria, la Pastora y la Asunción. Es un matriarcado, tú eres de la que es tu madre. Las hermandades las fundan mujeres, los hermanos mayores eran mujeres, los rosarios de mujeres.

–La iconografía de Ocaña...

–Tiene muchas vírgenes y muchas mujeres vestidas de negro. Ocaña era asuncionista como yo. En su entierro, la banda municipal iba detrás del féretro.

–¿La gente se sigue casando?

–Hemos hecho más de doscientas bodas. En septiembre se casa mucha gente en Sevilla, son las fiestas de mi pueblo y no nos las perdemos por nada del mundo. La Asunción es el 15 de agosto y la Pastora el 8 de septiembre. Y las dos últimas semanas de septiembre son la romería de la Pastora y la subida de la Asunción.

–¿Sigue siendo fan de Beatles?

–Por mi cumpleaños me voy al concierto de Ringo Starr en Bilbao. El cantante del grupo nos recoge en el aeropuerto. A Paul McCartney lo he visto dos veces en directo. El 7 de septiembre saca su nuevo disco, Egypt Station. Los dos supervivientes.

–¿Ustedes componen?

–En 2002 sacamos un disco de cuatro canciones y en 2010 uno más profesional que no tuvo ninguna repercusión, La chica que llegó del futuro, pero las madres de Cantillana dicen que sus hijos se las saben de memoria.