Recogida neumática: el sistema más moderno de basura que perderá Sevilla
Lipasam | El sistema pionero de Pino Montano y San Diego
El Ayuntamiento da por "amortizada" la red subterránea de basura de hace dos décadas tras continuas averías y atascos, decisión a la que se oponen asociaciones de los barrios afectados y los grupos de la oposición
Centenares de vecinos de Pino Montano y San Diego se manifiestan contra la supresión de la recogida neumática de basura
Adiós a los 800 buzones de recogida neumática de basura de Pino Montano y San Diego
Sevilla tiene desde 2001 el sistema más moderno de recogida de basuras en Pino Montano y San Diego, en su mayor parte en la vía pública y en menor medida en los patios de los bloques de las viviendas.
Es la llamada recogida neumática, una alternativa más extendida en Europa y con escasa implantación en España, que no ha funcionado en la capital andaluza.
El sistema no ha cuajado en Sevilla por el uso inadecuado de los contenedores ("buzones") conectados a una red kilométrica de tuberías subterráneas por donde los residuos viajan impulsados por aire hasta desembocar en centrales de basura.
Los expertos coinciden en que la recogida neumática es el sistema de basura más limpio y menos ruidoso. El problema es que para que funcione hay que invertir previamente en educar a los ciudadanos a que hagan un uso correcto de los contenedores y tuberías.
El sistema de Sevilla solo admite envases ligeros y "resto", no así vidrio ni papel/cartón (que se recoge mediante carga lateral e iglú). Los fabricantes reconocen que para usarse de forma adecuada necesita una “inversión en educación y en información para lograr un cambio de hábitos en la ciudadanía”, además de un mantenimiento preventivo.
El fracaso de este modelo en Sevilla no extraña teniendo en cuenta la escasa cultura del reciclaje de residuos que sigue dándose en nuestro país.
En Sevilla, la polémica ha saltado porque el Ayuntamiento de José Luis Sanz ha decidido eliminarlo y mantener solo el de las viviendas (177 contenedores). Aduce que en estas décadas el uso adecuado solo se ha dado en los contenedores situados en las viviendas, mientras en los de la vía pública las tuberías se han bloqueado por residuos no aptos como patas de jamón, huesos de carnicería, escombros, menaje cocina, enseres, etc. Lipasam cita "averías, atascos y abrasión acelerada de las tuberías" por estos restos inadecuados arrojados.
Una treintena de asociaciones de vecinos de estos barrios se han movilizado contra la decisión municipal de eliminar la recogida neumática y reclaman más inversiones para mejorar su mantenimiento. Los grupos de la oposición municipal (PSOE, Vox y Podemos/IU) también demandan que se mantenga y consideran un paso atrás eliminarlo.
El Ayuntamiento responde que no puede seguir invirtiendo dinero en este sistema que ha obligado a gastar casi 8 millones de euros en reparaciones de averías desde 2010. En la red de tuberías del sistema de recogida neumática es donde se producen la mayoría de las averías y atascos que exigen continuas reparaciones.
El Ayuntamiento mantiene que las redes de este sistema "han llegado al final de su vida útil al tratarse de unas instalaciones amortizadas", lo que unido al estado de las centrales de recogida neumática, hacen que se plantee sustituirlo por sistema de contenedores de carga lateral, el mayoritario en la ciudad-
Sistema limpio y sin ruidos
En España, la recogida neumática de basura es escasa aún, a diferencia de Europa. Funciona en Vitoria, Leganés y Majadahonda (Madrid), Santa Ana (Cartagena), Villa Olímpica (Barcelona) y Eix Maciá (Sabadell), por citar algunas localizaciones. En Palma de Mallorca se suprimió en 2013 tras año y medio sin funcionar por graves daños.
En Pino Montano y San Diego, el sistema cuenta con tres centrales (Pino 1, Pino 2 y San Diego). La basura se transporta a una central de recogida mediante aire, a través de una red de tuberías subterráneas de 50 centímetros de grosor. En la central, la basura es compactada y almacenada en contenedores cerrados herméticamente. El aire es filtrado antes de ser devuelto a la atmósfera.
El sistema en el interior de las viviendas, atendido por la central Pino 2, se mantiene al estar vinculado a la rentabilidad de los inmuebles. Es el que está delimitado por las calles Parque Despeñaperros, Estrella Sadir, Estrella Haris, Estrella de la Vega, Estrella Deneb, Estrella Castor, Estrella Regulo y Estrella Canopus.
El Ayuntamiento de Sevilla asegura que el sistema se implantó en 2001 debido a la oportunidad de financiación europea, que aportó del 70 al 80% de la inversión: Fondos Poma (sistema Pino 1) y Fondos de Cohesión (Pino 2 y San Diego).
El de Pino 1 se puso en marcha en 2001 con una inversión de 6,27 millones de euros: 349 buzones con 3.000 metros de tuberías, de los que Europa pagó un 70%. El sistema de San Diego comenzó en 2004 con una inversión de 13,3 millones: 285 buzones con 9.500 metros de tuberías. Europa aportó un 80%. En 2005 empezó a funcionar Pino 2 con una inversión de 12,9 millones: 374 buzones y 11.500 metros de tuberías. Europa aportó un 80%, según datos del Ayuntamiento.
En 2002 se implantó la recogida neumática móvil en Santa Cruz/Sierpes con una inversión de 3,6 millones, el 72,3% financiados por Europa. Eran 42 contenedores y 3.000 metros de tuberías. En 2020 se clausura definitivamente.
Ventajas
Limpio y sin ruidos al ser subterráneo; cómodo para el usuario, ya que permite depositar la basura las 24 horas del día. Los contenedores no invaden el viario público y hay menos tráfico de camiones de basura.
Inconvenientes
Exige la colaboración del usuario (en los contenedores en viviendas el número de incidencias es menor que en los de la calle).
El tamaño de contenedores y tuberías limita la dimensión de los residuos que se depositan. Si no se hace un uso adecuado, se avería el sistema, hay más cantidad de residuos en el acerado, se incrementan los costes de mantenimiento y las quejas por el mal funcionamiento, y más necesidad de servicios de repaso. La abertura del contenedor era de 30 centímetros inicialmente y luego se amplió a 40 centímetros.
El Ayuntamiento de Sevilla mantiene que el coste de inversión y explotación es "significativamente superior al de otros sistemas de recogida". Lipasam cuantifica en 2,7 millones de euros al año el coste anual (personal, consumo eléctrico, mantenimiento, suministros y reparaciones; retirada de cubas de las centrales, repaso con vehículo carga trasera).
Amortización de instalaciones
En caso de renovación supone unos 1,3 millones de euros/año adicionales en 25 años, según el Ayuntamiento.
Envac Iberia, que gestiona 44 sistemas de recogida neumática en España, asegura que 18 de ellos (41%) funcionan desde hace más de 20 años a pleno rendimiento por una adecuada operación y mantenimiento preventivo de los mismos.
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