Sevilla

Los recortes entierran el plan de Interior para construir comisarías

  • Sólo dos de las cinco sedes policiales prometidas para 2011 se han construido. Los proyectos de Nervión, Los Bermejales y el Polígono Sur siguen bloqueados.

Noviembre de 2005. Delegación del Gobierno en Andalucía. El alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, y el ministro del Interior, José Antonio Alonso, firman un convenio por el que el Ayuntamiento de Sevilla pagará 9,9 millones de euros al Estado por el traspaso de la vieja comisaría de la Policía Nacional en la Gavidia. A cambio, Interior se compromete a reinvertir ese dinero en la construcción de cinco comisarías en los distritos, en otras tantas parcelas cedidas por el Consistorio hispalense. Ambas administraciones se marcan el año 2011 como meta para que las cinco nuevas sedes policiales estén en marcha.

Casi ocho años después de aquel acuerdo, con sendos cambios de gobiernos tanto en la Moncloa como en la Plaza Nueva, sólo hay dos comisarías construidas y en funcionamiento, mientras que de las otras tres prometidas no se han iniciado ni los trámites. A la lentitud inicial en el desarrollo del plan para construir estas cinco sedes de la Policía Nacional en los distritos se le ha unido en los últimos años la crisis económica y los recortes en los presupuestos, que han terminado por enterrar definitivamente el proyecto.

En los Presupuestos Generales del Estado del año 2013, Interior sólo asignó a la Dirección General de la Policía 600.000 euros para la provincia de Sevilla, una cantidad a todas luces insuficiente y que se gastará en intervenciones urgentes para impedir, a duras penas, que las comisarías actuales se deterioren más de lo que están. Hay que tener en cuenta que sólo la construcción de una comisaría de distrito cuesta más de cuatro millones de euros, por lo que haría falta una presupuesto de siete años como el actual para poder levantar sólo una de las tres pendientes.

En los seis años siguientes a la firma del acuerdo, Interior construyó dos comisarías: la de Sevilla Este, inaugurada en 2010, y la de Macarena, abierta en 2011. Eran los dos distritos que tenían sus sedes en peor estado, con edificios en ruinas y que estaban ya sin uso en los últimos tiempos. Ahora ambas zonas cuentan con comisarías modernas y unas instalaciones y una plantilla acordes con las necesidades de ambos distritos. A pesar de ello, la comisaría de Macarena ya sufría goteras antes de inaugurarse y la de Sevilla Este lleva semanas con el aire acondicionado averiado.

Otra comisaría de reciente construcción, aunque su ejecución estaba fuera del convenio por la venta de la Gavidia, es la del distrito Centro. Ubicada en la Alameda de Hércules, fue abierta a mediados de la década pasada y poco después de su inauguración sufrió problemas de inundaciones y acumulación de agua en los sótanos y partes bajas, además de la presencia de roedores.

Los otros tres edificios comprometidos en el convenio entre el Ayuntamiento y el Ministerio del Interior son los de los distritos Nervión y Sur y una nueva sede específica para el Polígono Sur. La de Nervión estaba prevista en una parcela próxima a los terrenos de la antigua fábrica de cervezas Cruzcampo, pero la idea inicial ha sufrido diversas modificaciones y aún no está claro ni siquiera la titularidad del suelo. La última noticia que trascendió de ella data de diciembre de 2012, cuando en una respuesta parlamentaria el Ministerio del Interior aseguró que el Ayuntamiento de Sevilla le había comunicado que no cederá la propiedad del suelo para la comisaría y a cambio dará a Interior un solar fuera del distrito.

El nuevo edificio, para el que por supuesto no hay ninguna fecha ni plazo orientativo, sustituiría a la comisaría actual, que no presenta demasiado deterioro, pero sí un inconveniente principal, que es el hecho de que está dividida en dos inmuebles, uno enfrente del otro, en la avenida de la Cruz del Campo.

La comisaría del distrito Sur se ubicaría en una parcela de Los Bermejales y sustituiría a la actual sede situada en Bami. Esta comisaría tiene como principal problema el hecho de que está ubicada en los bajos de un bloque de viviendas, una circunstancia que le resta operatividad. Es uno de los edificios en los que más se ha notado el efecto de la crisis y los recortes presupuestarios, puesto que se rompió recientemente una de las puertas de cristales y se ha pasado meses sin que se procediera a la reparación. Y eso teniendo en cuenta que es el edificio policial que atiende la zona más conflictiva de Sevilla.

Precisamente para este barrio se prometió una comisaría específica de la Policía Nacional. Fue una de las primeras promesas realizadas por el hasta hace un mes Comisionado para el Polígono Sur, Jesús Maeztu, nada más asumir su cargo. Se anunció que la comisaría iría en la Oliva, muy cerca del apeadero de Renfe junto al Hospital Virgen del Rocío, y que desde allí prestaría servicio a todo el Polígono. Se desechó la idea de ubicarla en la zona más deprimida del barrio por la opinión de los entonces responsables de la Policía Nacional en Sevilla, que consideraban que un edificio que presta servicios como la renovación de la documentación o la presentación de denuncias no debe estar en una zona marginal porque ello provocaría que los ciudadanos se fueran a otras dependencias para realizar estos trámites básicos. Al igual que las de Nervión y Los Bermejales, esta comisaría tampoco tiene fecha para su inicio, si bien Maeztu aseguró antes de irse que estaba a punto de desbloquearse el proyecto.

Mientras tanto, las comisarías existentes siguen sufriendo graves deficiencias. Además de los edificios de reciente construcción, hay sedes que se encuentran en un estado de avanzado deterioro. Es el caso de la comisaría de Triana, situada en la calle Betis, en la acera del río. Años atrás, la Policía tenía un proyecto para integrar esta comisaría en la sede de la Jefatura, ubicada en Blas Infante, pero por el momento el edificio sigue abierto y sin un futuro claro.

La Policía Nacional mantiene la antigua división territorial de la ciudad en seis distritos -Centro, Macarena, Sur, Nervión, Triana y Este-, a diferencia de los once del Ayuntamiento. Si se hubieran hecho las cinco comisarías nuevas, todos los distritos, salvo Triana, dispondrían de sedes modernas. A todos estos edificios hay que añadirle la propia Jefatura, que se encuentra dividida en dos edificios, y el cuartel del Cortijo de Cuarto, donde tienen su sede unidades especializadas como la UIP o los GOES, entre otras. En esta sede las carencias son muy acusadas, con vestuarios ruinosos e instalaciones deportivas en mal estado en las que difícilmente los agentes pueden entrenarse sin riesgo de lesiones.

Los sindicatos policiales han criticado en varias ocasiones el retraso que sufre el plan para la construcción de las comisarías y han denunciado las deficiencias de las actuales por los incumplimientos en materia de prevención de riesgos laborales. La Confederación Española de Policía (CEP) ha alertado de anomalías como el problema del aire acondicionado en Sevilla Este, "donde se sufren temperaturas de más de 40 grados y los agentes se han llevado ventiladores para poder soportar el calor", o en Alcalá de Guadaíra, donde hasta hace cuatro días tampoco funcionaba la refrigeración y se han dado casos de desmayos.

La Unión Federal de Policía (UFP), por su parte, ha repartido ventiladores entre sus afiliados destinados en Sevilla Este, al tiempo que critica la parálisis que provoca la falta de fondos. "El Estado no invierte un euro en la Policía de Sevilla. Debe ser que el dinero se ha quedado entre el Gurtel y los ERE", apuntó el secretario general de la UFP en Sevilla, Antonio Jurado. Este representante sindical destacó que tengan que ser algunos comisarios los que, recurriendo a favores personales, consigan mejoras en sus comisarías.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios