El vertiginoso avance de las tecnologías de la comunicación ha transformado en la última década el paradigma de la asistencia sanitaria, desde la telemedicina hasta las relaciones del paciente con el sistema público de salud. Primero fue internet, que terminó desbancando al teléfono, pero el presente y el futuro es de las aplicaciones móviles.

La versatilidad, movilidad, ubicuidad y el tacto las han convertido en una herramienta sanitaria eficaz tanto para los pacientes como para los propios especialistas. Tanto el sector público como el privado han fijado los ojos en ellas y se estima que son ya más de 97.000 las app de salud y medicina que se pueden descargar desde las plataformas de aplicaciones móviles. "Lo realmente interesante no es la explosión de app tanto Appel como Android; lo relevante son sus posibilidades", asevera Juan Gayubo, responsable de Sistemas de Información de la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias (EPES). Desde la cita con el médico hasta guías para calcular la cantidad de fármacos que se deben administrar a un niño según su peso y edad o, por ejemplo, la promoción de hábitos saludables, el desarrollo de las app ha generado un enorme campo de posibilidades. En este amplio abanico, un destacable número de aplicaciones sanitarias y pseudosanitarias no alcanzan las 500 descargas debido, en gran medida, a la falta de calidad o de apoyo por parte de los profesionales médicos.

La organización independiente británica Patient View publicó en 2012 un directorio europeo de las aplicaciones para app de salud (European Directory of Health app 2012-2013), con el fin de orientar a los pacientes sobre las aplicaciones que atesoran más descargas. La Comisión Europea dispone también de publicaciones similares como el Libro Verde sobre Salud Móvil (https://ec.europa.eu/digital-agenda/en/public-consultation-green-paper-mobile-health).

En el ámbito estatal, uno de los primeros intentos por regular este pujante mercado ha partido de Andalucía, concretamente de la Agencia de Calidad Sanitaria, mediante la Estrategia de Calidad y Seguridad en Aplicaciones Móviles de Salud.

Entre los primeros proyectos que han surgido de esta estrategia destaca la creación del distintivo AppSaludable, que concede la consejería de Salud a aquellas aplicaciones móviles, públicas y privadas, que superan un proceso de validación y que garantiza una serie de estándares de calidad y seguridad. "Se trata de un proceso gratuito y abierto a todo tipo de iniciativas, tanto públicas como privadas, y su objetivo es tratar de ayudar a la ciudadanía a escoger aquellas aplicaciones de salud que son más seguras, así como concienciar de la importancia de seguir las recomendaciones de calidad en su desarrollo", explican fuentes de la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía. Este distintivo es el primer sello español que reconoce las app saludables.

En la actualidad son más de 90 las app que han solicitado iniciar esta evaluación. Entre ellas, 13 ya cuentan con el distintivo de Appsaludable y forman parte del catálogo de aplicaciones móviles de salud: www.calidadappsalud.com/distintivo/catalogo.

En esta explosión del mercado de las app, en el Servicio Andaluz de Salud la aplicación de Salud Responde continúa sumando servicios y usuarios. Durante el primer semestre de este año las gestiones (cita previa, cancelaciones o consultas), a través de esta aplicación se han triplicado en Sevilla. Más de 178.000 sevillanos tienen descargada esta aplicación en su móvil, mientras que en el ámbito andaluz son más de 734.000 las descargas.