Roban dos jarrones del siglo XIX en el Convento de San Leandro de Sevilla

Sucesos

Se encontraban junto a la Virgen de Consolación y Correa

Hace algunos años ya sustrajeron una imagen del Niño Jesús Dormido

Robos en iglesias, un patrimonio en peligro

Los jarrones isabelinos sustraídos del Convento de San Leandro.
Retablo de la Virgen de Consolación y Correa donde se encontraban los jarrones del XIX. / D. S.

El Convento de San Leandro de Sevilla, situado en la plaza del mismo nombre (conocida popularmente como la del Pato), ha sido víctima de un robo que tuvo lugar este jueves 1 de septiembre. Los autores del hurto se han llevado dos jarrones cerámicos, del siglo XIX, de estilo isabelino. Es el segundo robo que sufre el cenobio los últimos años.

La sustracción se produjo durante el horario de apertura de la iglesia del convento. Los jarrones se encontraban en el altar neoclásico en el que se rinde culto a la Virgen de Consolación y Correa, una imagen tallada por Sebastián Santos en 1932. Dicho retablo se encuentra junto a la reja del coro bajo.

Anteriormente ya se sustrajo un Niño Jesús Dormido y hubo otro intento de robar el cuadro en el que se representa el momento en que la Virgen entrega a Santa Mónica la correa, el cual estaba situado a los pies de Santa Rita, motivo por el cual se sustituyó por un ploter.

Los jarrones isabelinos antes de ser sustraídos del retablo donde se encontraban.
Los jarrones isabelinos antes de ser sustraídos del retablo donde se encontraban. / D. S.

El convento intentará ahora identificar al autor o autores del robo a través de las imágenes grabadas en sus cámaras de vigilancia.

San Leandro es un convento del siglo XIV, fundado por la orden agustina. Su templo se construyó en el siglo XVI y se reformó en el XVIII. La comunidad de religiosas que lo rige (una veintena monjas) logra hacer frente a los gastos de mantenimiento y obras de urgencia gracias a la venta de sus famosas yemas. En su interior alberga importantes imágenes, como un San Juan de la Roldana, una dolorosa de Cristóbal Ramos y una Virgen del Amor atribuida a Montañés.

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