La festividad de la Inmaculada Concepción es, junto al Carnaval y el Corpus Christi, sinónimo de seises en la Catedral. Momento para la celebración religiosa a través del baile de una decena de niños ataviados con trajes que mezclan el celeste y el blanco. En primavera son rojo y blanco.

Originarios del siglo XVII, han conseguido sobrevivir al paso de los años y de las modas, siendo una tradición clave del calendario litúrgico y un símbolo del magno templo sevillano. Sus bailes se repetirán durante toda la novena. Es decir, hasta el 15 de diciembre a las 17:30 de forma gratuita.