Sevilla estrena en julio un sistema de cámaras en los carriles bus-taxi para mejorar la velocidad del transporte público

Tras el fracaso primero de las aletas de tiburón y luego de las líneas rojas que delimitaban los carriles bus, el Ayuntamiento de Sevilla pondrá en marcha este verano, a partir del 1 de julio, un sistema videovigilancia con cámaras en los carriles bus-taxi preferentes para mejorar la velocidad el transporte público. Este proyecto, para el que se han instalado 11 cámaras en sistema de control de accesos, cuenta con un presupuesto es de 105.279 euros.

Las cámaras estarán ubicadas en Paseo de Colón esquina calle Dos de Mayo y esquina calle Antonia Díaz, calle Arjona esquina Plaza de La Legión, Ronda Capuchinos esquina Carretera de Carmona, calle Recaredo esquina calle San Alonso de Orozco, plaza Dña. María de las Mercedes acceso a Av. Carlos V, calle Resolana esquina calle Feria, calle Enramadilla esquina calle Avión Cuatro Vientos, calle Torneo esquina calle Narciso Bonaplata y esquina calle Baños, Puente Cristo de la Expiración - Estación Plaza de Armas.

En estos momentos las cámaras se encuentran en proceso de configuración y ajustes de los lectores de matrículas conectados a los servidores municipales de control de tráfico, y se prevé su puesta en marcha el próximo 1 de julio.

Con esta medida se pretende favorecer al transporte público frente al uso individual del vehículo privado. Al disponer de carriles reservados se evitan retenciones y retrasos provocados por la congestión del tráfico y se aumenta la velocidad comercial, la puntualidad y regularidad, así como, la capacidad de transporte, reduciendo los tiempos de viaje. Está comprobado que ya que la velocidad comercial en el transporte urbano colectivo resulta uno de los factores más importantes para la competitividad de cada modo de transporte y, fundamentalmente, frente al vehículo privado.

Casi 47 kilómetros de carril bus taxi

En la actualidad Sevilla cuenta con una red de 46,9 kilómetros de carriles reservados al transporte público que comparte con los servicios de taxi, motos y vehículos eléctricos. Más del 85% de la red de carriles bus de Sevilla están libres de barreras y obstáculos, ante los problemas o inconvenientes que genera la instalación de separadores físicos, en especial cuando hay aparcamiento en bordillo, por lo tanto, su única delimitación es la señalización horizontal y vertical. Para que dichos carriles sean efectivos es necesario el control y vigilancia del cumplimiento de la normativa de aplicación a los mismos como ya hacen otras ciudades españolas, por ejemplo Barcelona, Valencia, Granada o Madrid. Así pues los infractores que invadan estos carriles serán multados.

Además del servicio público de Tussam y los taxis, por estos carriles reservados pueden circular autobuses de servicios regulares y discrecionales, transporte escolar y servicios de transporte especial con pasajeros, motocicletas y ciclomotores. Los carriles están regulados por la Ordenanza Municipal de Circulación.

De las aletas azules a las líneas rojas de 30 centímetros

La ciudad ha probado hasta ahora dos sistemas diferentes para tratar de evitar la invasión de vehículos privados en los carriles reservados al transporte público.

En 2021 se licitaron las aletas de tiburón color azul, como las de Madrid, pero este sistema se desmanteló en agosto de 2023 por los accidentes que provocaba.

La supresión fue una decisión del gobierno de José Luis Sanz, que optó en diciembre de 2023 por líneas continuas de color rojo de 30 centímetros para delimitar estos carriles, que tampoco ha dado los frutos esperados pese a que se añadió a la pintura un suplemento de microesferas de vidrio que aportaba poder reflectante a las marcas viales. Las cámaras de videovigilancia con multas a los infratores deben dar buen resultado.