movimientos migratorios | padrón de españoles residentes en el extranjero

Más de 40.000 sevillanos residen en el extranjero

  • La emigración de nacidos en Sevilla y foráneos con nacionalidad española crece un 65% en menos de una década

  • La falta de trabajo es la principal causa

Más de 40.000 sevillanos residen en el extranjero

Más de 40.000 sevillanos residen en el extranjero

La población sevillana residente en el extranjero ha crecido un 65% en menos de diez años, y la tendencia es que siga aumentando. La falta de oportunidades laborales en España es la principal causa de emigración no sólo de las personas nacidas en Sevilla sino también de inmigrantes que llegaron a la capital andaluza entre mediados de los noventa y los primeros años de la década pasada y que han adquirido la nacionalidad española.

El número de españoles que residen en el extranjero alcanzó los 2.482.808 el 1 de enero de 2018, según los datos del Padrón de Españoles Residentes en el Extranjero (PERE), publicado recientemente por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Esta cifra supone un incremento del 3,2% (76.197 personas), con respecto al año anterior. En el caso de la provincia de Sevilla, hay 41.251 personas fuera del país, 20.890 son mujeres y 20.361 son hombres. Esto supone un incremento del 4,3% con respecto al ejercicio anterior, y un 65% más que en 2009, cuando la población sevillana en el extranjero era de 25.013 personas.

La profesora titular de la Universidad de Sevilla Pilar Almoguerra, del departamento de Geografía Humana, hace hincapié en el hecho de que este dato engloba tanto a personas nacidas en Sevilla como en el extranjero y que han adoptado la nacionalidad española durante su estancia en Sevilla u otra provincia española. De hecho, este segundo grupo representa el 54% del total de ciudadanos inscritos en la provincia de Sevilla y que residen en el extranjero. "Hay muchos hispanoamericanos que residían en Sevilla y que durante la crisis perdieron su empleo y decidieron volver a su país de origen o emigrar a un tercer país ante la falta de oportunidades laborales en España". Esta circunstancia también se refleja en los datos de las nuevas inscripciones en el PERE de la provincia de Sevilla durante 2017, que sumaron un total de 4.303 personas, de las cuales 1.600 habían nacido fuera de España, es decir, el 37% del total de nuevos inscritos.

Más de 40.000 sevillanos residen en el extranjero Más de 40.000 sevillanos residen en el extranjero

Más de 40.000 sevillanos residen en el extranjero

En cuanto al país de residencia, al contrario de lo que ocurre en el resto de España, donde casi el 62% de las personas inscritas en este padrón tienen su residencia fijada en América -lo que refuerza más aún la teoría de que la mayoría de los españoles residentes en el extranjero no han nacido en España-, en el caso de Sevilla, Europa es el continente que más emigrantes acoge (23.375), seguido de América (16.018). Si se hace un análisis por países, Alemania y Francia son los favoritos por los sevillanos, seguido de Reino Unido y Estados Unidos en cuarto lugar. Argentina cerraría la lista de los cinco países receptores con más sevillanos entre sus residentes.

"Aunque nos parezca que el número de españoles residentes en el extranjero es muy significativo, no lo es tanto. Sevilla, y Andalucía en general, ha sufrido grandes procesos migratorios en el último siglo mucho mayores que el actual", comenta José María Feria, catedrático de Geografía Humana de la Universidad Pablo de Olavide (UPO). "En las décadas de los 50, 60 y 70, emigraron más de 1,7 millones de andaluces, mientras que en el segundo ciclo migratorio, que se extendió entre mediados de los 90 hasta el año 2005 y 2006, llegaron a Andalucía unos 675.000 inmigrantes. Lo que se está produciendo ahora es un proceso de reajuste y de nuevo se está invirtiendo el proceso. Los andaluces vuelven a emigrar pero no en los volúmenes que lo hicieron antes. Actualmente, el contingente de sevillanos en el extranjero no llega a 42.000 personas".

Para el profesor de la Olavide el "boom migratorio" que se está viviendo en la actualidad es "muy fluido", personas que van y vienen, gente joven en su mayoría, al contrario de lo que ocurrió en la década de los 60. "Hasta que no producen matrimonios mixtos entre españoles y extranjeros y no existe una unidad familiar, los españoles no se asientan en sus nuevos países de residencia, que en la mayoría de los casos son europeos. Además, muchos emigrantes no se registran en el padrón hasta que no consideran que su estancia será larga y estable".

La mayoría de los sevillanos residentes en el extranjero, tienen entre 40 y 49 años (6.934), seguidos del grupo de edad de entre 30 y 39 años (6.672). En tercera posición se sitúan las personas entre 50 y 59 años. "Son personas adultas, maduras. Hay que tener en cuenta que, por su edad, muchos pueden ser los hijos de aquellos emigrantes sevillanos que se fueron en los años 60 y 70, y, por otro lado, aquellos latinoamericanos que llegaron a Andalucía a finales de los 90, que obtuvieron la nacionalidad española y que ahora regresan a sus países de origen", indica el catedrático. "También hay un importante grupo de personas de más de 70 años (4.858), que son aquellos sevillanos que emigraron hace 40 años".

Andrés González, hijo de inmigrantes costarricenses, nació en Sevilla hace 21 años y cuenta con la doble nacionalidad. Sus padres llegaron a España en los años 90 en busca de un futuro. Primero vivieron en Madrid y luego llegaron a Sevilla. "Al principio les fue muy bien. Mi madre trabajaba como limpiadora en un colegio y mi padre en la construcción. Pero en 2010, mi padre se quedó sin empleo y tuvimos que dejar de enviar dinero a mi abuela, que vivía en Costa Rica. La situación se complicó con el tiempo y hace un año que mis padres, que habían logrado la nacionalidad española, volvieron a América junto a mi hermano pequeño", comenta Andrés González, que ha decidido quedarse para terminar sus estudios de Enfermería. "Voy algo más lento de lo que debería porque trabajo en un bar de martes a domingo para poder mantenerme".

El profesor de la UPO José María Feria explica que, al contrario del proceso migratorio de los años 60 y 70, cuando emigraron andaluces, en su mayoría, con baja formación y del ámbito rural, la emigración actualmente se está produciendo en sectores de la población altamente cualificada. Los emigrantes no se van a Estados Unidos o a Inglaterra a trabajar de camareros o de mozo de almacén, sino que se van con una formación previa en busca de un trabajo cualificado", indica el catedrático de la UPO. "Hay un movimiento migratorio importante, sí, pero no se está produciendo ni en el volumen ni con las características esperadas. En contra de los pronósticos, se va gente con talento y cualificada y no al revés".

En cuanto al volumen, Feria señala que la emigración hoy no es tan masiva como la del siglo pasado debido a las actuales condiciones del Estado de Bienestar. "Se creía que los países con las tasas de paro más bajo acogería a los ciudadanos de los países con las tasas más altas, pero las prestaciones sociales que ofrece el Estado de Bienestar ha hecho que muchas personas puedan seguir adelante, de ahí que la emigración no haya sido tan masiva".

José María Feria opina que la emigración de andaluces cualificados no cesará en un futuro próximo. "Ésta es una de las peores noticias que puede tener una comunidad, la marcha de su elite mejor formada. El actual sistema económico no es capaz de atraer ni de mantener talento, y esto es un problema muy serio y grave", subraya el catedrático.

Sin embargo, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística, la emigración de sevillanos está descendiendo, hasta alcanzar en la actualidad los niveles de 2009. En los últimos diez años, 54.087 personas se han marchado de Sevilla con destino a algún país extranjero en busca de oportunidades, según los últimos datos del INE sobre emigración. De este total, 14.297 tenían nacionalidad española, es decir, un 26,5%. Durante estos años, siempre eran mayoría los extranjeros que retornaban a su país; sin embargo, cada vez la diferencia entre españoles y extranjeros que se marchan es menor. La salida de internacionales comenzó a frenarse a partir de 2014, pero la emigración de españoles no ha dejado de crecer hasta 2017. La mayoría de los emigrantes que se marcharon de Sevilla el pasado año tenían entre 30 y 34 años, seguidos de los de entre 25 y 29 años.

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