Apertura de la urna

Sevillanos y turistas rinden honores a San Fernando por tercera vez en el año

La urna del rey San Fernando.

Centenares de sevillanos y turistas, la mayoría procedentes de otros puntos de España pero muy pocos extranjeros, han pasado a lo largo de toda la mañana de este martes por la Capilla Real de la Catedral para ver el cuerpo momificado del rey Fernando III, en el año además en que se cumple el 775º aniversario de la conquista de Sevilla. Escoltado por el Regimiento de Guerra Electrónica número 32, con base en El Copero (Dos Hermanas), el cadáver del monarca, santo y patrón de la ciudad ha sido objeto de veneración, admiración, fotografías y, según los casos, descubrimiento, porque han sido muchos los que lo han visto por primera vez.

Es el caso de Eva y Javier, un matrimonio de Huesca que vive en Zaragoza y que, para festejar su particular efeméride de llevar 25 años casados, ha regresado a Sevilla junto a sus hijas, Ángela e Isabel. "No habíamos vuelto desde que vinimos en un viaje de estudios", recuerda Javier. En Córdoba (después completarán la gira andaluza en Cádiz), ya fueron informados de la existencia del rey Fernando, que conquistó aquella ciudad doce años antes que Isbiliya, y durante la visita guiada por Sevilla se enteraron de que hoy se producía una de las cuatro aperturas anuales de la urna.

"Era la curiosidad de ver a un santo y, además, mi hija que estudia Medicina ha dicho 'lo quiero ver', supongo que por interés anatómico", refiere el padre. "Nunca había visto a un muerto, pero me han impresionado más las vestiduras, que supongo que son las originales que llevaba en aquella época", reconoce.

También ha sido el estreno ante San Fernando para Luis y Juan, sacerdote y diácono respectivamente que han llegado desde Toledo, aunque el primero ejerce en Aguadulce. "Es una cosa maravillosa", elogia el primero de ellos después de un buen rato delante del féretro. "Es la figura de un rey santo y hay que hacer memoria. Es un gozo acercarse a una figura histórica y encomendarse también a él", apostilla el segundo.

No ha sido la primera vez, en cambio, para Enrique, un sevillano que tiene "dos años menos que la Dama de Elche" y que, pese a sus dificultades para andar y hablar, cuenta casi con la lágrima saltada que acude a la cita cada vez que se abre la urna porque "seguramente es la figura más importante de la historia de Sevilla". Por eso, añade con un hilo de voz, se emociona cada vez que tiene al rey ante sus ojos.

Esta apertura veraniega de la urna, como cada año, se produce cuando acaba la octava de la Virgen de los Reyes, que se ha desarrollado desde el 15 de agosto. Como cada año también, al rey lo han escoltado y le han rendido honores dos pelotones del Regimiento de Guerra Electrónica número 32, del Ejército de Tierra, cada uno de ellos con cuatro hombres y una mujer. Es, según uno de sus mandos, la única unidad militar con autorización de la eclesiástica para entrar en la Catedral con armamento.

Con relevos cada veinte minutos, aproximadamente, los soldados han permanecido al pie del cañón (y de la urna) desde las 8.30 de la mañana hasta las dos de la tarde. A esa hora, mientras el capellán retiraba el cuerpo incorrupto de San Fernando, un trompeta ha tocado el himno de España para poner fin a la guardia. Después, otro militar ha recogido el estandarte y el grupo, en formación, ha abandonado la seo y ha salido por la Puerta de Palos a la plaza Virgen de los Reyes, donde los esperaban algunos turistas curiosos y casi 40 grados de temperatura.

Ha sido la tercera de las cuatro veces en que la urna se abre cada año. Las dos anteriores fueron el 14 de mayo, fecha en que se conmemora el traslado del cuerpo a la urna en 1729 y el 30 de mayo, día de su fallecimiento y su festividad litúrgica. Y la siguiente, y última, será el 23 de noviembre, día de San Clemente y aniversario de la reconquista de Sevilla.

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