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Universidad de Sevilla

El parte de los Bomberos revela que el sistema contra incendios de Ingeniería no funcionó

  • El informe constata que no funcionaron las bocas de incendio, los detectores de humo ni la megafonía, y que las salidas de emergencias estaban clausuradas

  • La Universidad niega las irregularidades y achaca el fallo de las bocas a un "problema técnico" de los Bomberos

Un bombero se refresca tras la intervención en la Escuela de Ingeniería.

Un bombero se refresca tras la intervención en la Escuela de Ingeniería. / Juan Carlos Muñoz

El sistema contra incendios de la Escuela Superior de Ingeniería de la Universidad de Sevilla no funcionó, al menos en parte. Así consta en el parte de intervención de los Bomberos del Ayuntamiento de la capital andaluza tras el fuego declarado este lunes en la terraza de este edificio, que fue en su día el pabellón de América de la Expo 92.

Los Bomberos constatan que hubo múltiples deficiencias en el sistema de seguridad del inmueble. No funcionó la megafonía, así como tampoco lo hicieron las Bocas de Incendio Equipadas (BIES) de la última planta, en la que se declaró el incendio. Las BIES son los equipos de material contra incendios que se encuentran anclados a la pared, generalmente en una vitrina, y que constan de varios elementos, entre ellos una manguera conectada a la red de agua.

El informe también recoge que las puertas de emergencias de la planta "estaban clausuradas". Un alumno de la Escuela Superior de Ingeniería explicó a este periódico que esta situación lleva así varios años, con las puertas bloqueadas con candados o tacos, y que él presentó una queja a la Universidad por este motivo la pasada primavera. Nada se hizo al respecto.

Así quedó la terraza donde se declaró el fuego. Así quedó la terraza donde se declaró el fuego.

Así quedó la terraza donde se declaró el fuego. / Emergencias Sevilla

Tampoco funcionaron, según el parte de los Bomberos, los detectores de humo. Después de la intervención, un oficial técnico de los Bomberos hizo una inspección en la Escuela, para decidir si quedaba cerrada o podía reabrir, como finalmente ocurrió.

El incendio se declaró a las seis y media de la tarde del lunes en la terraza de la Escuela, donde prendieron unas colchonetas que había en el suelo, en la zona de la cafetería. El fuego generó una gran cantidad de humo y fue necesario el desalojo de la Escuela. Dos personas resultaron heridas durante los trabajos de extinción. Fueron un trabajador que sufrió cortes en los brazos y un policía local intoxicado por inhalación de humo.

Un bombero sale de la Escuela. Un bombero sale de la Escuela.

Un bombero sale de la Escuela. / Juan Carlos Muñoz

La versión de la Universidad difiere a la que recogieron los Bomberos en su informe oficial. Fuentes de la Hispalense aseguraron que la central de seguridad tuvo conocimiento de que en la terraza de la segunda planta de cafetería había saltado un detector de humo. El personal de seguridad accedió a la zona para comprobarlo y apreció que el fuego estaba en la terraza exterior, donde ardían las mesas y las sillas de plástico de la cafetería.

El personal intentó apagar el fuego con extintores al mismo tiempo que avisó a los Bomberos, que ya conocían la situación porque habían recibido llamadas de particulares. Según la Universidad, se activó la megafonía para evacuar el edificio, un desalojo que se hizo en el tiempo establecido en el plan de autoprotección del edificio. 

Los alumnos desalojados, en las inmediaciones de la Escuela de Ingeniería. Los alumnos desalojados, en las inmediaciones de la Escuela de Ingeniería.

Los alumnos desalojados, en las inmediaciones de la Escuela de Ingeniería. / Juan Carlos Muñoz

Sobre el problema de las bocas de incendio, la Hispalense sostiene que los servicios técnicos de la Universidad de Sevilla comprobaron que éstas funcionaban correctamente. "Se estima que ha podido ser un problema técnico al desenrollar la manguera por parte de los Bomberos y no hacer saltar el clic de seguridad", aseguraron las fuentes, que aseguran que se comprobó que funcionaba perfectamente la megafonía de evacuación y las sirenas.

En cuanto a las puertas, la Universidad explica que las que estaban cerradas son las de acceso a la azotea con instalaciones técnicas y no las de emergencia. Las mismas fuentes añadieron que la institución colaborará, "como siempre", con el servicio de extinción de incendios para "todas las mejoras" que le sean sugeridas. Además, agradecieron la rápida "intención y atención" prestada a la Universidad de Sevilla, "poniendo así de manifiesto la eficacia de los servicios de emergencia la ciudad".

Por su parte, fuentes municipales han indicado que las bocas de incendio de la escuela son de 25 milímetros y datan de los tiempos de la Expo 92. Están diseñadas para que siempre tengan agua y disponen de una válvula de apertura en la devanadera de la manguera. De este modo, cuando se tira de la manguera se produce la apertura automática de la llave de paso.

Las mismas fuentes aseguran que estos equipos funcionan, pero son antiguos y el bombero que los desplegó no supo accionarla al tener un mecanismo propio. Además, sostienen que las bocas son equipos de segunda intervención para que sean usadas por cualquier ciudadano, como los extintores. Los Bomberos utilizan sus equipos con alta y media presión. 

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