"Enhorabuena", "me alegro", "qué suerte". Son las expresiones que, entre la generosa sinceridad y la inevitable envidia, se escuchaban esta mañana en el Polígono Norte de la ciudad. ¿Los protagonistas? Los vecinos de la Avenida de los Trabajadores. Y no por cuestiones laborales; a una vecina del barrio le han tocado 1,5 millones de euros más 5.000 euros al mes durante 20 años gracias al Sueldazo de la ONCE.
El rey mago en esta ocasión ha sido su vendedor de la ONCE de siempre, el del barrio, conocido popularmente como el Mudo. La vecina le enseñó el cupón como de costumbre para ver qué tenía, si había tocado algo y a seguir probando... ¡Pero vaya si tocó! La mujer se dio cuenta de que algo grande ocurría porque escuchó al cuponero hasta hablar diciendo: "Todo, todo".
La felicidad estallaba así en el bar Los Ángeles, como cuenta con asombro Marieta Vidal, vecina y amiga de la agraciada, al ver la reacción que tuvo el vendedor al comprobar que le había dado a la vecina el cupón premiado.
Sin embargo, la lluvia de euros no cesa en el barrio. El Mudo está de dulce, repartiendo a Fina y María Ángeles 20.000 euros a cada una, ambas vecinas del barrio. Fina cuenta rebosante de alegría cómo fue descubriendo que le había tocado, mirando el cupón número por número, "Huy, lo he metido"; y con el siguiente "¡Anda, el otro también!".
E igual con el tercer número... "iSi llevo los tres!". Y corrió a llamar a su hija. "¡Llevo el cupón entero, el cupón entero!". Su hija no se lo creía y su yerno menos, casi tomó por loca a la mujer bromeando con el consabido "Tu madre no está muy católica". Pero al comprobar el número...
El Mudo le dejó ese cupón, el de los 20.000 euros, cuando estaba desayunando en el bar El Soberao. Pero el de la cifra mágica se lo dejó después a otra vecina. Ese era el número agraciado con el cuponazo y el sueldazo. Aunque, como dice Fina, "el mío no está nada mal, viene muy bien esta ayuda".
María Ángeles llevaba dos números del mudo y uno de ellos el mismo que su vecina Fina. Al principio comprobó uno de ellos, el único que creía que tenía, porque "ya del otro ni me acordaba, menos mal que me llamó la hija de Fina y, cuando lo encontré y comprobé, llamé enseguida a Fina". Esta vecina del Polígono Norte tiene muy claro en qué lo va a emplear: "Un crucero con mi marido y yo este año seguro, y algo para los niños".
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