Un 'tsunami' de descontentos

La multitud abarrota el Prado de San Sebastián en una marcha de más de dos horas

Noelia Márquez / Sevilla

15 de noviembre 2012 - 05:03

La reforma laboral, la sangría de puestos de trabajo, los recortes en sanidad, educación y servicios sociales, así como en dependencia. Muchos son los motivos que lanzan a miles de sevillanos a la calle: 140.000 según los sindicatos y 13.000 según la Delegación del Gobierno. Más allá del baile de cifras, la multitud abarrota el Prado de San Sebastián. Personas mayores, jóvenes y madres con niños pequeños acuden a la cita.

Entre el estruendo de petardos y el humo rojo, se encuentran dos hermanas sevillanas, Adela Velázquez y Ana Velázquez, a las que les sobran los motivos para protestar. "Soy autónoma, dueña de un negocio, pero estoy aquí por el resto; mientras que a ellos les vayan mal las cosas, a nosotros, los autónomos, también nos irán mal, explica Adela. Su hermana Ana lleva un carrito de bebé. Esta mujer está en la protesta junto a su pequeño de dos años. "Estamos retrocediendo cuarenta años en servicios públicos y derechos, perdemos diariamente puestos de trabajo; y temo por mi hijo, para él será todo mucho más difícil", asevera Ana. Cuando la marcha aún no ha comenzado, la gente continúa llegando desde distintos puntos de la ciudad. La concentración crece poco a poco en el entorno de la Puerta de Carmona, mientras otro río de descontentos avanza por la Alfalfa y llegan de la Plaza Nueva para desembocar en el Prado. A la altura de la Diputación, la Asociación de la Prensa de Sevilla se suma con su propia pancarta a la protesta.

Manuel Segura tiene 74 años y participa acompañado por su hermana, quien lo lleva en su silla de ruedas. "Soy pensionista y temo de que también me recorten mi pensión; ya me quitaron parte de la ayuda a la dependencia, que era ya escasa. También estoy aquí por el resto de las personas, por los jóvenes y por los parados", comenta.

Varios grupos de camisetas verdes con lemas por la defensa de la educación pública se ven entre el gentío. Son interinos que este año están abocados al paro. Juan José Roldán tiene 27 años y este curso ha visto frustrar su carrera como docente. Tras aprobar unas oposiciones que le dieron un puesto como profesor de inglés, Juan José engrosa ahora las listas del desempleo juvenil. "Recortaron el número de docentes y los interinos nos hemos visto muy afectados, después de muchos años de estudio", lamenta este joven acompañado por sus padres, Emilio y Antonia.

La multitud comienza a andar a la una de la tarde, la hora fijada. A paso muy lento las banderas de CCOO y UGT avanzan junto a otras banderas, la republicana o la bandera multicolor del orgullo gay. La plataforma Compromiso Social que agrupa a una veintena de asociaciones de vecinos, de consumidores y feministas también acude a la convocatoria. La cabecera llega a los juzgados a paso lento. Los que reivindican sus derechos no tienen prisa.

Mientras tanto, grupos de docentes bajo pancartas de Ustea se unen procedentes de la calle San Fernando. La multitud hace que los 20 grados que marca el termómetro se sientan como 30. A las dos de la tarde suena el himno de Andalucía, los líderes sindicales inician sus discursos. Tanto Francisco Carbonero, secretario andaluz de CCOO, como Manuel Pastrana, secretario regional de UGT, llaman al activismo y a continuar con las movilizaciones para luchar contra "políticas injustas y que llevan a la ruina".

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